En el abismo de la sociedad de la informaci¨®n
Espa?a es la novena econom¨ªa mundial, pero est¨¢ en la cola de los pa¨ªses occidentales en inversi¨®n tecnol¨®gica
Una vez de acuerdo en el problema, los expertos reclaman al Gobierno un plan claro para atajarlo, en el que se estimule la demanda mediante desgravaciones o ayudas en la compra de equipos y el acceso a la Red. La Administraci¨®n promete un nuevo plan, tras el fracaso de Info XXI, pero niega que el precio sea un obst¨¢culo para el desarrollo tecnol¨®gico espa?ol.
El gasto en tecnolog¨ªa de los pa¨ªses desarrollados est¨¢ en el 7% del PIB. En Espa?a, obsesionada con el 'd¨¦ficit cero', es el 2,2%
Cada informe que se publica sobre el estado de la sociedad de la informaci¨®n en Espa?a es un suspenso m¨¢s. An¨¢lisis recientes de organismos internacionales, como el Foro Econ¨®mico Mundial o la OCDE (Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico), coinciden en situar a Espa?a a la cola de Europa en infraestructura de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n; as¨ª, est¨¢ en el puesto 14 de los 15 pa¨ªses de la UE en preparaci¨®n para Internet -seg¨²n The Economist- y es el ¨²ltimo pa¨ªs de la OCDE en inversi¨®n en tecnolog¨ªa. La novena econom¨ªa mundial, aspirante declarada a formar parte del G-8, sigue anclada en las profundidades del retraso tecnol¨®gico.
El desarrollo de la capacidad para procesar y compartir la informaci¨®n, en cualquier momento y lugar -que es, en definitiva, a lo que se llama sociedad de la informaci¨®n-, era una de las prioridades del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Esta intenci¨®n se plasm¨®, en 1999, en el Plan Info XXI, que recog¨ªa m¨¢s de 300 acciones y contaba con 5.000 millones de pesetas de presupuesto. Pero el plan no ha gastado ni el 25% de esa cantidad, ha sido enterrado antes de su muerte oficial (diciembre de 2003) y no ha conseguido sacar a Espa?a del abismo tecnol¨®gico. El gasto en el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n de los pa¨ªses desarrollados equivale al 7% del PIB. En Espa?a, obsesionada con el d¨¦ficit cero, est¨¢ en el 2,2%, seg¨²n la patronal tecnol¨®gica Sedisi. "Es cierto que estamos un poco m¨¢s retrasados que los pa¨ªses del entorno, aunque estamos acerc¨¢ndonos", asegura Leopoldo Gonz¨¢lez-Echenique, director general para el Desarrollo de la Sociedad de la Informaci¨®n. Los datos de la OCDE (Midiendo la Econom¨ªa de la Informaci¨®n 2002), indican, sin embargo, que la inversi¨®n en equipos y software ha disminuido entre 1990 y 2000 (ver cuadro).
La falta de inversi¨®n lastra, en fin, la competitividad de Espa?a, que sufre un d¨¦ficit en la balanza comercial de casi el -5% en este sector. "Si este pa¨ªs no se moderniza ahora", explica Joaqu¨ªn Oliveras, director general de Sedisi, "la entrada de los pa¨ªses del Este en la UE, la p¨¦rdida de los fondos estructurales y los problemas para cumplir las exigencias del Protocolo de Kioto van a provocar un problema grav¨ªsimo de competitividad. Ahora es el momento de invertir para evitarlo".
Llegados a este punto, "no hace falta hacer m¨¢s estudios ni diagn¨®sticos; lo que se necesita es actuar", dice el senador socialista F¨¦lix Lavilla, encargado en el PSOE de estas materias. La mayor parte de los actores coincide en exigir voluntad pol¨ªtica para acabar con el problema, y el Gobierno espa?ol asegura haber captado el mensaje. Despu¨¦s de reconocer el fracaso de Info XXI -que dise?¨® el propio ministro Josep Piqu¨¦, cuando era responsable de Industria-, el Ejecutivo ha encargado un estudio a una comisi¨®n de expertos para averiguar c¨®mo desarrollar la sociedad de la informaci¨®n en Espa?a. Presidida por el presidente de HP, Juan Soto, la Comisi¨®n de Estudio para el Desarrollo de la Sociedad de la Informaci¨®n ha trabajado cuatro meses y acaba de hacer p¨²blicas sus conclusiones.
"Golpe de tim¨®n"
Entre sus propuestas hay exigencias que todos los expertos comparten, como desarrollar planes de formaci¨®n en tecnolog¨ªa, reforzar la integraci¨®n de ¨¦stas en las empresas o impulsar la administraci¨®n electr¨®nica. El mensaje final de la Comisi¨®n, que tambi¨¦n es compartido, es que este problema no se soluciona de la noche al d¨ªa, sino que se necesita un "golpe de tim¨®n" en la gesti¨®n de estas inversiones: alguien debe tirar del carro, y ese alguien debe ser el Ejecutivo, con el presidente Aznar a la cabeza.
El acuerdo llega hasta aqu¨ª. Asociaciones de consumidores y patronales inform¨¢ticas creen que hay que tirar de la demanda; los expertos de la Comisi¨®n, y con ellos el ministerio, piensan que la clave est¨¢ en la oferta. Es decir, y reduciendo el problema al m¨ªnimo, la pregunta es si la sociedad de la informaci¨®n crece muy poco porque los espa?oles no compran ordenadores o si se trata, m¨¢s bien, de que los ciudadanos no adquieren equipos inform¨¢ticos porque no hay servicios suficientes -compras, ventas, contratos, finanzas- que realizar desde el PC.
Gran parte del sector cree que el problema est¨¢ en la demanda. La radiograf¨ªa de los hogares espa?oles realizada por el INE (Instituto Nacional de Estad¨ªstica) y la CMT (Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones) indica que el ordenador es un instrumento que los espa?oles creen prescindible. Casi el 100% de los hogares tiene televisi¨®n y telef¨®no fijo, y alrededor de un 70% posee un reproductor de v¨ªdeo, pero s¨®lo tres de cada diez tiene un ordenador, y la cifra baja a¨²n m¨¢s (hasta el 17,4%) cuando se estudia el n¨²mero de hogares que tienen conexi¨®n a Internet. Una tecnolog¨ªa diez a?os m¨¢s joven, el tel¨¦fono m¨®vil, est¨¢ presente en el 60% de los hogares. Los expertos culpan, directamente, a los precios.
"Cuando Anna Birul¨¦s [ex ministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa] decidi¨® promover una tarifa ondulada de acceso a Internet, el n¨²mero de internautas se duplic¨® en un a?o", explica V¨ªctor Domingo, presidente de la AI (Asociaci¨®n de Internautas). El caso del 20% de pymes espa?olas que, aproximadamente, a¨²n no usa ordenadores, es a¨²n m¨¢s claro, opinan los defensores de la rebaja de los precios. En las empresas, el gasto puede ser considerado una inversi¨®n, y el usuario tendr¨¢ un beneficio evidente e inmediato en forma de rebaja de costes (tr¨¢mites, mensajer¨ªa...). Si no invierten ya, es porque no pueden.
"El mercado espa?ol de tecnolog¨ªas est¨¢ un 30% detr¨¢s de lo que nos corresponder¨ªa por nuestros indicadores econ¨®micos", explica Oliveras. "As¨ª que hay suplir esas carencias con ayudas", a?ade. El caso vasco (ver apoyo) es el ejemplo m¨¢s citado en el sector sobre c¨®mo la Administraci¨®n puede empujar el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n. Sedisi present¨® a la Comisi¨®n una propuesta en la que reclamaba incentivos a las inversiones en tecnolog¨ªa, aumentando la desgravaci¨®n que hoy fija la ley -el 10%- hasta el 20% en el caso de las grandes empresas, y el 50% para las pymes y aut¨®nomos.
No a las ayudas
La Comisi¨®n, y con ella la Administraci¨®n, no lo cree necesario. "Hemos discutido mucho sobre ello", reconoce Leopoldo Gonz¨¢lez-Echenique, que actu¨® como secretario en la Comisi¨®n. "Pero las ayudas realizadas en diversas comunidades aut¨®nomas se han utilizado, en gran parte, para renovar equipos m¨¢s que en comprar nuevos", asegura. El director general cree, adem¨¢s, que el precio de la inform¨¢tica no detrae la demanda. "En los hogares hay televisores de pantalla panor¨¢mica, cientos de miles de videoconsolas, DVD, m¨®viles... Los ciudadanos gastan dinero si perciben que el instrumento les ofrece utilidad", asegura Gonz¨¢lez-Echenique, que a?ade que diversas encuestas realizadas en 2001 demuestran que el 50% de los ciudadanos espa?oles no se conecta a Internet porque no cree que sea necesario hacerlo.
Por eso, el Ejecutivo cree que el ¨¦nfasis hay que ponerlo en estimular la oferta, mediante el desarrollo de servicios electr¨®nicos, tanto de la Administraci¨®n -impuestos, contratos, becas, ayudas- como privados -formaci¨®n online, comercio electr¨®nico-. El Gobierno tiene previsto recoger las propuestas de la Comisi¨®n y formar un nuevo plan despu¨¦s de Semana Santa. El responsable del mismo ser¨ªa el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y la primera acci¨®n consistir¨¢ en una campa?a de concienciaci¨®n -similar a la creada para Barcelona 92-, que comunique a los ciudadanos las ventajas de la sociedad de la informaci¨®n. A diferencia de Info XXI, esta iniciativa ser¨¢, dicen en el ministerio, concreta, m¨¢s sistem¨¢tica, fijar¨¢ plazos graduales y establecer¨¢ un sistema de medici¨®n para constatar los progresos. El nombre del plan a¨²n no est¨¢ definido. El Gobierno no quiere que le ocurra como con Info XXI, que para muchos es ya sin¨®nimo de fracaso.
"De nuevo, no hay objetivos, ni plazos, ni presupuesto", rebate Lavilla. "La campa?a de publicidad servir¨¢ para crear la burbuja antes de disolver las Cortes y convocar elecciones. El plan de Aznar ha fracasado definitivamente, y ha impedido la competitividad de Espa?a", concluye el senador socialista.
Un plan sucede a otro plan, y se realizan cientos de estudios, comisiones y proyectos, pero la situaci¨®n sigue siendo la misma. En este momento, s¨®lo 17 de cada 100 hogares espa?oles tiene acceso a Internet, la mitad que la media de la UE (40 hogares). ?Por qu¨¦ deber¨ªa conseguir este nuevo plan el objetivo de sacar a Espa?a del tren de cola de la tecnolog¨ªa? "Hemos aprendido mucho de los errores, hemos pedido opini¨®n a los expertos y vamos a escuchar sus sugerencias", concluye Gonz¨¢lez-Echenique. "Un plan debe tener un objetivo", advierte Oliveras. "Todo lo dem¨¢s son buenos deseos".
Factor de productividad
?Hasta qu¨¦ punto es importante invertir en tecnolog¨ªa? Los economistas creen que el crecimiento de la productividad estadounidense en los noventa -un 2,8% entre 1995 y 2000- est¨¢ relacionado con la sociedad de la informaci¨®n. El Instituto de Estudios Econ¨®micos asegura que la fortaleza de la industria de ordenadores y semiconductores en este pa¨ªs contribuy¨®, durante ese periodo, al 50% del crecimiento de la productividad. La buena noticia es que, como aseguraba el servicio de estudios del BBVA en 2000, el impacto del desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n en la econom¨ªa espa?ola aportar¨ªa 0,7 puntos porcentuales al crecimiento anual.
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