El primer vuelo del Bono-Bus

El autob¨²s electoral de Jos¨¦ Bono se parece por dentro a un avi¨®n. A las ocho y media de la ma?ana despega de Toledo, una pantalla de cristal l¨ªquido surge del techo y un sistema de localizaci¨®n por sat¨¦lite informa a los pasajeros de que el destino se encuentra a 260 kil¨®metros. El primer vuelo del Bono-Bus no es inocente ni est¨¢ elegido al azar. El candidato socialista a la Junta de Castilla-La Mancha se dirige a su pueblo -Salobre (Albacete), 601 habitantes- y por tanto a su pasado, pero no por eso se trata de un viaje sentimental. Como un cirujano traza en la carne del paciente el lugar de la incisi¨®n, Jos¨¦ Bono Mart¨ªnez (52 a?os de edad y 20 de presidente) quiere enviar a su adversario, Adolfo Su¨¢rez Illana, dos mensaje muy precisos para que no se le olviden nunca.

"Mi casa siempre estuvo aqu¨ª. A m¨ª nadie me envi¨® desde Madrid"

"Alguien me quiso insultar dici¨¦ndome que yo hab¨ªa nacido cerca de una pocilga"

"Yo nac¨ª en esa calle. Me acuerdo de que enfrente trabajaba Frasquito en su zapater¨ªa, y tambi¨¦n me acuerdo de la hermana Nati, y de Casi, y de los pasteles de la Agapita. Tambi¨¦n me acuerdo de mis abuelas. No tengo ni un retrato de ellas, porque en esa ¨¦poca aqu¨ª no eran frecuentes los retratos. Ni tampoco guardo cartas, porque ya sab¨¦is que su fuerte no era la escritura. Una vez, en las Cortes, alguien me quiso insultar dici¨¦ndome que yo hab¨ªa nacido muy cerca de una pocilga. Pues bien...".

Despu¨¦s de tres horas de viaje, el autob¨²s de Bono ha entrado de chiripa por las estrechas calles de Salobre. Los vecinos ya lo estaban esperando en la placeta y rompen a aplaudir. El hijo de Amelia Mart¨ªnez y Pepe Bono les promete: "No voy a hablar del PSOE ni del PP, ?y sab¨¦is por qu¨¦? Porque veo a los candidatos de aqu¨ª, del pueblo, y se me vienen sus padres a la memoria; y me acuerdo de la Gloria y del Valent¨ªn, y pienso: mi pueblo vale m¨¢s que el PSOE y el PP juntos. Y s¨ª, estoy emocionado. Ya sab¨¦is que no soy nada sin vosotros. Vuestro afecto me importa m¨¢s que vuestro voto".

No ha hablado de Adolfo Su¨¢rez Illana durante el viaje ni lo har¨¢ durante el mitin, pero el primer mensaje va inequ¨ªvocamente para ¨¦l: "Cuando yo nac¨ª se tardaba una hora en burro hasta Reol¨ª, y tres horas en tren hasta Albacete. Pues claro que nac¨ª cerca de una pocilga, en esa casa de ah¨ª, y me ayud¨® a nacer la hermana Ramona en la cama de mi madre. De ni?o", contin¨²a Jos¨¦ Bono y ya afloran las primeras l¨¢grimas, "no conoc¨ª el tel¨¦fono ni el asfalto ni la calefacci¨®n ni los electrodom¨¦sticos... pero fui un afortunado. Conoc¨ª a Frasquito, al hermano Pintao, al retratista de Vianos, a la Valentina de Mojicones; a M¨¢quinas, a la Torda, a Paciencias, a Apechusques, a Escozores, a Jilguero, a Finito, a Campana... Todos ten¨ªan mote y, por tener, ten¨ªamos un Conde, un Duque y una Reina".

Los vecinos aplauden a rabiar. A algunos ya no les da el pa?uelo cuando Bono dice: "A todos ellos les dedico el honor de ser presidente de Castilla-La Mancha. El nieto de Juan de Mata, de Toribio, de la Juana Antonia... ?se es mi linaje. El vuestro. Y, con todos mis respetos, no se lo cambio ni al Rey".

A Bono, aunque no lo dice abiertamente, le ha sentado muy mal que Adolfo Su¨¢rez Illana haya metido a su padre, el ex presidente del Gobierno, en la refriega electoral. Y quiere demostrarle que "la virtud no se hereda", que ¨¦l tambi¨¦n se siente orgulloso de sus mayores. Es el primer mensaje. Habla de la ausencia de su padre. Un hombre con genio, dice Bono con el nudo en la garganta, pero un buen tipo. "Tuve la mala fortuna de no tener hijos cuando ten¨ªa padres. Y s¨®lo despu¨¦s, cuando tuve hijos, supe de verdad lo que significa ser padre".

Se acuerda Bono de las zapatillas de goma con la suela de corcho, y "de esos pantalones con la raja atr¨¢s que facilitaban tantas cosas". La gente se r¨ªe. "Y miro a la Juana", dice mirando a la Juana, "y me acuerdo de Simplicio, de cuando el cura le pregunt¨®, ?no entras en misa?, y ¨¦l respondi¨®: es que no me he tra¨ªdo velo". Ya con la gente en el bolsillo, dice: "Despu¨¦s de saludar a 23 reyes y jefes de Estado, ya s¨¦ que lo que el ¨¢rbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado". Y vuelve Bono a aquel tiempo en blanco y negro, a cuando aprendi¨® a liar un kilo de az¨²car en papel de estraza, y de cuando despachaba en la botica. "Aunque un d¨ªa, Vicente", se dirige a alguien del p¨²blico que todos saben qui¨¦n es menos los periodistas que acaban de llegar al pueblo con sus c¨¢maras de televisi¨®n y sus libretas reci¨¦n estrenadas, "tu hermana me pidi¨® un laxante y le di todo lo contrario" Y habla de otro vecino: "?Os acord¨¢is? La primera vez que vio una nevera se arrodill¨® y le rez¨® un padrenuestro. Cre¨ªa que la nieve en verano no pod¨ªa ser m¨¢s que un milagro".

Y habla de Sim¨®n. La gente se calla y escucha sabiendo que Bono -lo conocen bien- est¨¢ a punto de darles un mordisco en el coraz¨®n. Sim¨®n no naci¨® como el resto de los ni?os. Y por eso Bono se dirige ahora a sus padres, "la Kika y el Marzo, que est¨¢n enganchados a la vida por la vida de Sim¨®n. Ya s¨¦ que mi Gobierno no podr¨¢ darle nunca el cari?o de una madre, pero te garantizo que le dar¨¢ unos medios para que no os teng¨¢is que morir pensando qu¨¦ va a ser de vuestro hijo".

Todo parece improvisado, pero no lo es. Jos¨¦ Bono lleva 20 a?os recorri¨¦ndose Castilla-La Mancha, y de aqu¨ª al d¨ªa 25 lo har¨¢ otra vez. Seis m¨ªtines por d¨ªa, 6.500 kil¨®metros por delante; 100.000 personas a las que ver en directo. Sus asesores le pasan una documentaci¨®n exhaustiva sobre cada sitio: el nombre del alcalde, los hijos que tiene, su situaci¨®n personal.

No quiere meterse con Su¨¢rez Illana, pero ayer, como un cirujano, le quiso dejar dos marcas en la piel, dos mensajes muy claros. El primero: "Se heredan los t¨ªtulos, no la virtud". El segundo: "Mi casa siempre estuvo aqu¨ª. A m¨ª nadie me envi¨® desde Madrid".