Catal¨¤-Roca retrata los a?os cincuenta de Barcelona y Madrid

"Catal¨¤-Roca tiene una mirada rigurosa y po¨¦tica", afirm¨® ayer Juan Manuel Bonet, director del Museo Nacional Reina Sof¨ªa, de Madrid (Santa Isabel, 52), y comisario con el escritor Andr¨¦s Trapiello de la exposici¨®n Catal¨¤-Roca. Barcelona / Madrid, a?os cincuenta, que se present¨® en la segunda planta del museo. La muestra recoge un centenar de im¨¢genes, un 30% in¨¦ditas, con el ambiente de dos ciudades que se mov¨ªan entre lo castizo y lo moderno y algunos de sus personajes, como Mir¨®, D'Ors, Cirlot y Sagarra.

Un autorretrato en el parque G¨¹ell, de Barcelona, abre la exposici¨®n de Francesc Catal¨¤-Roca (Valls, Tarragona, 1922-Barcelona, 1998), que se mantendr¨¢ en el Reina Sof¨ªa para viajar despu¨¦s a Barcelona en octubre. Despu¨¦s tendr¨¢ un itinerario con el Instituto Cervantes por Lisboa, Bucarest, Par¨ªs, Roma, Londres, Berl¨ªn y Nueva York, seg¨²n anunci¨® su director, Jon Juaristi. En la muestra, que forma parte del programa de PHotoEspa?a 2003, colaboran Copcisa y Lunwerg Editores, que coedita el cat¨¢logo con el Ministerio de Cultura.

"Mi pap¨¢ estar¨ªa hoy encantado, radiante, al saber c¨®mo ha trabajado toda la gente", declar¨® Mart¨ª Catal¨¤ Pedersen, que con su hermano Andreu, tambi¨¦n fot¨®grafo, han colaborado en la exposici¨®n al facilitar el material del taller a los comisarios, que han visto unos 22.000 negativos de la obra de Catal¨¤-Roca sobre Madrid y Barcelona. El estudio conserva 180.000 im¨¢genes y documentales de cine, que incluye todos los trabajos en color, con un libro in¨¦dito sobre Nueva York. Se?al¨® que Catal¨¤-Roca se form¨® en la complejidad fotogr¨¢fica de su padre, Pere Catal¨¤ i Pic, fot¨®grafo y publicista de vanguardia, hasta 1948, para seguir un camino de "naturalidad deseada", con el "ojo desnudo", la luz natural, y una forma de "dignificar la pobreza" de esos a?os.

La mayor¨ªa de las fotos est¨¢n hechas en 1952, con una Rolleiflex y un negativo de 6 - 6 cent¨ªmetros. En una vitrina aparecen tiradas de ¨¦poca y ¨¢lbumes de contactos sobre las dos ciudades. Andreu Catal¨¤ se?ala que en el taller de su padre se hac¨ªan numerosas "soluciones gr¨¢ficas", por lo que las fotos tienen diversos formatos y encuadres, con predominio de un cuadrado de 38 cent¨ªmetros. Andr¨¦s Trapiello indica que, aunque se expone un 30% de fotos in¨¦ditas, el visitante encontrar¨¢ un material nuevo por los formatos distintos a las im¨¢genes m¨¢s difundidas. El fot¨®grafo Juan Manuel Castro Prieto ha realizado la tirada fotogr¨¢fica, que despu¨¦s ha montado Aurora Herrera en dos espacios, dedicados a Madrid y Barcelona. El cat¨¢logo, con m¨¢s fotos de las expuestas, tiene textos de Juan Manuel Bonet, Enrique Vila-Matas y Andr¨¦s Trapiello, con dise?o gr¨¢fico de Carlos Serrano. Personajes de los a?os cincuenta, como Mir¨®, Gonz¨¢lez Ruano, Eugenio d'Ors, Cocteau, Giralt-Miracle y Josep Maria de Sagarra, est¨¢n unidos a la c¨¢mara y la amistad de Catal¨¤-Roca, aunque predominan las calles, edificios y las gentes de Madrid y Barcelona.

Bonet plantea la exposici¨®n como una revisi¨®n del trabajo del fot¨®grafo y una reconstrucci¨®n de su "mirada moderna" sobre las dos ciudades. El punto de partida son dos libros de Catal¨¤-Roca publicados en 1954, Barcelona, con texto de Luis Romero, y la gu¨ªa de Destino sobre Madrid, con texto de Juan Antonio Cabezas.

Mirada sesgada

Trapiello cree que la exposici¨®n recoge la Espa?a de unos a?os "no especialmente risue?os", que ha dejado atr¨¢s una guerra con muchas heridas morales y f¨ªsicas. "Catal¨¤-Roca se enfrenta a dos ciudades en un r¨¦gimen donde no es libre para ver lo que quisiera mirar. El fot¨®grafo da una imagen llena de bondad y poes¨ªa, con una sonrisa melanc¨®lica que dedicamos al pasado. No est¨¢ lo que no se permite ver, como los suburbios y la pobreza, aunque a veces aparecen de una forma tangencial, de una manera sesgada y po¨¦tica". Juaristi tambi¨¦n opina que el fot¨®grafo "dulcifica" su mirada sobre las dos ciudades, en una interpretaci¨®n donde la teor¨ªa de las im¨¢genes tienen la influencia del mundo po¨¦tico de los dos comisarios. En el cat¨¢logo, el escritor Vila-Matas se refiere a la "intimidad arrasada" de la Barcelona de los 50.