Derechos en pugna

En la pugna entre derechos planteada en el caso de la mujer de Valencia que quer¨ªa ser inseminada y tener un hijo de su marido, en coma irreversible desde hace 11 a?os, el juez se ha inclinado por el amparo del m¨¢s consistente y merecedor de protecci¨®n judicial: la libre voluntad del donante, imposible de suplir judicialmente al tratarse de la personal¨ªsima decisi¨®n de ser padre.

El asunto, ya de por s¨ª pol¨¦mico, complejo y novedoso, se ha visto enturbiado por posibles asuntos econ¨®micos en liza: los derechos de herencia de una hija de un primer matrimonio del enfermo sobre un seguro de 601.012 euros percibido por este ¨²ltimo tras caer en coma. Ello no ha impedido que la justicia se haya esforzado en dar una respuesta jur¨ªdica razonada a las pretensiones de su actual esposa y demandante en el marco de la Ley de Reproducci¨®n Asistida de 1998.

La ley exige el expreso consentimiento del marido, imposible de conseguir en este caso dada su situaci¨®n de incapacidad. Y de acuerdo con la ley, el juez considera que no es factible suplir esa falta de consentimiento con una autorizacion judicial. Pero no deja absolutamente desamparada a la demandante en su deseo de ser madre interpretando que su situaci¨®n matrimonial se asemeja a una separaci¨®n de hecho y, por tanto, no necesita permiso del marido para inseminarse de un donante an¨®nimo.

El juez no fuerza en este punto la Ley de Reproducci¨®n Asistida de 1998, pero la interpreta de la forma m¨¢s favorable a las pretensiones de la demandante. Y, por ello, asimila su situaci¨®n conyugal a la legal de separaci¨®n de hecho que, seg¨²n la ley, permite a una mujer casada someterse libremente a t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida en un banco p¨²blico de semen. La decisi¨®n judicial, en buena parte salom¨®nica, parece haber satisfecho a las partes. Y no es f¨¢cil que eso ocurra en un supuesto tan enrevesado como ¨¦ste. El juez ha hecho todo lo que estaba en su mano dentro de la ley, e incluso un poco m¨¢s sin salirse de ella. No urge tanto reformar la Ley de Reproducci¨®n Asistida, una de las m¨¢s avanzadas de Europa, como saber aplicarla con sentido com¨²n y de justicia a las nuevas situaciones creadas por los avances tecnol¨®gicos, seg¨²n se demuestra en este caso.