La juventud como actitud

CUANDO FUND? este diario, Juan Luis Cebri¨¢n era un maduro precoz. Ahora es un joven con canas en la barba. La juventud, dice Cebri¨¢n, es "una mirada sobre la vida"; una mirada que sigue sorprendi¨¦ndose, ilusion¨¢ndose o indign¨¢ndose, que sigue creyendo que los cambios son necesarios y posibles. En las conversaciones con Juan Arias recogidas en este volumen, Cebri¨¢n prueba que mantiene esa mirada. Lo hace al denostar la burocracia; al pronunciarse a favor de las mujeres; al so?ar con el fin de las guerras; al defender la apertura a los inmigrantes; al no descartar un debate sobre la independencia del Pa¨ªs Vasco, o al imaginar las posibilidades de la revoluci¨®n digital.

Cebri¨¢n no reh¨²ye las contradicciones aparentes. A¨²n m¨¢s, le estimulan y quiz¨¢ constituyan el fundamento de su ser. Si una madurez temprana y una juventud incombustible le definen vitalmente, ¨¦l mismo se define pol¨ªticamente como "un conservador de izquierdas". Conservador, explica, porque hay cosas que merecen ser preservadas; de izquierdas, a?ade, porque la disidencia es imprescindible. En sus conversaciones con Arias, Cebri¨¢n va desnud¨¢ndose como un liberal que no acepta la idea de que todo vale; como un empresario de la comunicaci¨®n que sostiene que el "verdadero periodismo debe mantener siempre su funci¨®n cr¨ªtica"; como un progresista que reivindica "el derecho a tener buen gusto" y a que las cosas est¨¦n bien hechas; como un ser t¨ªmido, precavido y racional, entusiasta de la amistad y el amor y que piensa publicar poes¨ªa.

"Lo bueno de la vida es que son muchas vidas", le dice Cebri¨¢n a Arias. ?l lleva d¨¦cadas demostrando que puede vivir varias al mismo tiempo y sigue abierto a las que puedan present¨¢rsele.

JAVIER VALENZUELA