La variante africana del sida salt¨® del mono al ser humano en los a?os cuarenta
El VIH-2 permaneci¨® 20 a?os en latencia y estall¨® en la guerra de la Guinea portuguesa
La epidemia mundial de sida es sobre todo culpa del virus de la inmunodeficiencia humana uno (VIH-1). Pero en 1986 se describi¨® un virus distinto, el VIH-2, que causa una enfermedad id¨¦ntica, aunque restringida al oeste de ?frica. Se sabe que el primer virus salt¨® del chimpanc¨¦ al hombre alrededor de 1930. Cient¨ªficos belgas han demostrado ahora que el VIH-2 salt¨® desde un mono distinto, el mangabey fuliginoso, hacia 1940. Este virus mantuvo un perfil bajo hasta que la guerra de la independencia de la Guinea portuguesa (1963-1974) dispar¨® su propagaci¨®n.
Los cient¨ªficos estaban hasta ahora confundidos sobre el origen del segundo virus del sida, el VIH-2, que infecta a un mill¨®n de personas en la regi¨®n occidental de ?frica. Sab¨ªan que era muy parecido a un virus com¨²n del mangabey fuliginoso (Cercocebus torquatus atys), un mono t¨ªpico de la zona ecuatorial del oeste africano. Pero tambi¨¦n cre¨ªan que los primeros humanos infectados por este virus, en los a?os sesenta, eran ciudadanos de Guinea Bissau, mil kil¨®metros al norte, y que en esa zona no hay ni un solo mangabey fuliginoso.
Los nuevos datos resuelven el rompecabezas. Un equipo dirigido por Anne-Mieke Vandamme, de la Universidad de Lovaina (B¨¦lgica), ha comparado el genoma de los virus VIH-2 aislados de pacientes de la zona durante los ¨²ltimos 15 a?os, entre s¨ª y con los virus extra¨ªdos de varios ejemplares de mangabey. Los genomas de un virus, como los de cualquier ser vivo, van acumulando mutaciones con el tiempo, y su comparaci¨®n permite por tanto asignar fechas a los acontecimientos del pasado.
El resultado confirma que el VIH-2 salt¨® del mangabey al ser humano, y muy probablemente en la actual Guinea Bissau, pero no en los a?os sesenta, sino en los cuarenta. Los datos apuntan a que salt¨® dos veces: una hacia 1940 y otra hacia 1945. Por entonces, el mangabey fuliginoso todav¨ªa era abundante en la zona. Problema resuelto. Pero entonces, ?por qu¨¦ solamente se hab¨ªan detectado infecciones humanas a partir de los a?os sesenta?
La raz¨®n es que el virus mantuvo al principio una frecuencia muy baja en la poblaci¨®n humana, y pas¨® inadvertido. Los datos de Vandamme revelan que el HIV-2 no experiment¨® una propagaci¨®n explosiva en la zona hasta los a?os sesenta y primeros setenta. Y, curiosamente, esas fechas dan una pista sobre cu¨¢l fue el detonante de la epidemia: la guerra.
Los primeros escarceos de la guerrilla de Am¨ªlcar Cabral tuvieron lugar precisamente en 1961, en la entonces Guinea portuguesa, y la guerra se prolong¨® hasta que la colonia se independiz¨® de Lisboa en 1974. ?sos fueron los a?os en que el virus hizo su agosto.
El resultado explica una observaci¨®n bien conocida por los epidemi¨®logos: que los primeros casos detectados en Europa de infecci¨®n por HIV-2 se dieron entre veteranos portugueses que hab¨ªan participado en la guerra de la independencia. La presencia del HIV-2 en Portugal es una anomal¨ªa, ya que este virus est¨¢ por lo dem¨¢s restringido al oeste de ?frica.
Las razones por las que el virus salt¨® del mangabey al ser humano en los a?os cuarenta no se conocen, pero es posible que fueran las mismas por las que esa especie de monos acab¨® desapareciendo de la zona: que la gente los descuartizara y se los comiera, una pr¨¢ctica habitual en ?frica occidental. Las causas de la explosi¨®n asociada a la guerra son m¨¢s f¨¢ciles de intuir: violaciones generalizadas, unidas a campa?as de inoculaci¨®n masiva realizadas por m¨¦dicos militares en la cl¨ªnica de Canchungo, a menudo con jeringuillas no esterilizadas.
Estudios similares demostraron hace tres a?os que el otro virus, el VIH-1, hab¨ªa saltado al ser humano desde el chimpanc¨¦ alrededor de 1930, en el oeste de ?frica ecuatorial. Las causas fueron probablemente parecidas, ya que los habitantes de esa zona cazan cada a?o miles de chimpanc¨¦s para consumir su carne. Estos virus no se contagian por v¨ªa alimentaria, pero es posible que el descuartizado previo del mono genere infecciones.
Seg¨²n Vandamme, otro factor que pudo contribuir al salto entre especies, en el caso del HIV-1, fue la construcci¨®n de la red ferroviaria en el Congo, entre 1921 y 1934, con miles de trabajadores hacinados en condiciones poco higi¨¦nicas, y con una alimentaci¨®n lo bastante escasa como para estimular el consumo masivo de chimpanc¨¦.
El primer caso humano conocido de infecci¨®n por VIH-1 fue un hombre bant¨² que muri¨® en 1959 en la actual Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Al igual que en el caso del VIH-2, hab¨ªan pasado 20 o 30 a?os desde que el virus hab¨ªa saltado a la especie humana, pero manteniendo un perfil bajo.
Los virus similares a los HIV se llaman en primates SIV (virus de la inmunodeficiencia en simios). Junto al chimpanc¨¦ y al mangabey, hay otras 25 especies de monos portadoras de uno u otro SIV.
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