Una aver¨ªa condena a Alonso
Nueva exhibici¨®n de Schumacher y abandono del espa?ol por la rotura de su motor cuando iba el octavo y en progresi¨®n
Sobrevivir al caos no es f¨¢cil. Ni siquiera para Fernando Alonso. Por primera vez en el curso, el espa?ol no finaliz¨® un gran premio. Ocurri¨® en Austria, en su circuito m¨¢s odiado: A1 Ring. Era la vuelta 47? y viajaba tranquilo en el octavo puesto, el ¨²ltimo que suma puntos. Su vista, sin embargo, estaba puesta en el quinto, al que era posible que le llevara la extraordinaria t¨¢ctica de Renault. Pero, en el paso por la meta, se le rompi¨® el motor y en la primera curva sali¨® despedido tras dar dos vueltas sobre s¨ª mismo. La mancha de aceite en el asfalto certificaba el problema mec¨¢nico. El asturiano se dej¨® ah¨ª sus ilusiones en una carrera en la que parec¨ªa imposible que hiciera algo digno. Pero lo estaba haciendo, aun en las peores condiciones imaginables y en el circuito m¨¢s r¨¢pido del calendario, nefasto para su coche.
Varias desgracias ha acumulado Alonso en un fin de semana que olvidar: el s¨¢bado se sali¨® de la pista y se vio relegado al 19? puesto en la parrilla. Sin embargo, ayer, media hora antes del inicio, el motor de su Renault se estrope¨® en el garaje. Tocaba usar el reserva, el muleto, preparado para Alonso, no para su compa?ero, el italiano Jarno Trulli. El habit¨¢culo est¨¢ construido a su medida y los reglajes a tono con su manera de conducir. Pero llevarlo arrancar no desde la parrilla, sino desde el pit lane, la pista por la que los pilotos se incorporan a la carrera tras pasar por los boxes. Saldr¨ªa detr¨¢s del Jaguar del australiano Mark Webber y s¨®lo delante del Minardi del holand¨¦s Jos Verstappen.
Pero ese hecho ten¨ªa un punto positivo: el veh¨ªculo suplente, al no haber hecho tiempo clasificatorio, puede llevar la gasolina que el equipo crea conveniente. As¨ª que Renault decidi¨® llenar el dep¨®sito y, as¨ª, parar s¨®lo una vez para repostar. Los dem¨¢s se detendr¨ªan dos veces. Otra circunstancia benefici¨® a Alonso: en dos ocasiones se suspendi¨® la salida: en ambas porque el brasile?o Cristiano da Matta hab¨ªa calado su Toyota. Eso significaba que todos dar¨ªan dos vueltas de reconocimiento al circuito, con el consiguiente gasto de gasolina, excepto los tres de la pit lane.
En cuanto su Renault pis¨® el asfalto, Alonso adelant¨® a Webber. Un obst¨¢culo menos. El alem¨¢n Heinz Harald Frentzen rompi¨® su Sauber y salt¨® el coche de seguridad. Aquello significaba que, durante el tiempo necesario, todos rodar¨ªan en fila india. Alonso ya estaba con el grupo. El antepen¨²ltimo, s¨ª, pero con el grupo. Y fueron cayendo rivales pese a lo complicado que resulta adelantar en este circuito. Primero, el brit¨¢nico Justin Wilson (Minardi); luego, el irland¨¦s Ralph Firman (Jordan). Tres vueltas y Alonso era el 15?.
S¨®lo veinte vueltas de las 69 previstas -las 71 anunciadas se redujeron por las dos salidas nulas- tard¨® Alonso en colocarse el octavo. La entrada a los boxes de los que iban por delante le permitieron seguir escalando. ?l no ten¨ªa prisa por repostar. Llevaba el dep¨®sito lleno. En la 23? Schumacher par¨®. Cuando la manguera echaba combustible en su Ferrari, una chispa incendi¨® la boca del dep¨®sito. De inmediato, los mec¨¢nicos apagaron las llamas y el germano sigui¨® en liza. Y gan¨®, que incendiar el coche es una minucia para este se?or.
Era l¨ªder Juan Pablo Montoya cuando el motor de su Williams le dijo basta. El colombiano iba de forma excepcional. Se hab¨ªa atrevido incluso con Schumacher, que le cerr¨® y provoc¨® su gesto airado. Su abandono en la vuelta 32? llev¨® a Alonso al quinto puesto. Cinco virajes despu¨¦s, el espa?ol entr¨® en los boxes. La manguera bombe¨® 12 litros de combustible por segundo y llen¨® su dep¨®sito, de 110 litros. Esa operaci¨®n y el cambio de neum¨¢ticos dur¨® 9,8 segundos.
Volvi¨® el octavo Alonso y en ese puesto circulaba cuando inici¨® la fat¨ªdica vuelta 47?. El que algunos pilotos tuvieran que volver a repostar hac¨ªa pensar que podr¨ªa acabar el quinto. Pero su motor se rompi¨® al pasar por la meta a tope, en la sexta velocidad. Alonso lleg¨® a la curva a 290 km/h, pero sus ruedas traseras se bloquearon, salt¨® aceite y el coche se fue loco, sin control, a la arena .
"?Qu¨¦ pas¨®?", pregunt¨® Montoya a Alonso tras su error del s¨¢bado. "Que soy muy malo", le contest¨® ¨¦ste; "pero ten cuidado: cuando te coja en la carrera, te saludar¨¦". No pudo ser. La exhibici¨®n fue de Schumacher con su 67? triunfo.
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