Europa intenta salvar el futuro de los cohetes Ariane a trav¨¦s de la ESA

El fracaso en el primer lanzamiento del nuevo cohete europeo Ariane 5 10 toneladas, el pasado diciembre, ha sido la puntilla que ha precipitado la profunda crisis de los lanzadores espaciales europeos que se ven¨ªa fraguando. Arreglar el nuevo Ariane 5, salvar la empresa Arianespace que est¨¢ al borde de la bancarrota y fortalecer el sistema europeo frente a la competencia de cohetes rusos y de EE UU, exige reestructurar el sector. La Agencia Europea del Espacio (ESA) ha elaborado un plan de salvamento que ma?ana se discute en una reuni¨®n ministerial de los pa¨ªses miembros.

Si no se act¨²a inmediatamente, Arianespace (el consorcio que comercializa y lanza los Ariane desarrollados por la ESA) se derrumbar¨¢ el mes que viene, advierten los expertos. Para sobrevivir, la empresa reclama 1.000 millones de euros, informaba recientemente el diario franc¨¦s Le Monde. La tarea que tienen los ministros que se reunen ma?ana en Par¨ªs es reestructurar todo el entramado tecnol¨®gico, industrial y empresarial de los lanzadores.

"El transporte espacial en Europa ha tenido que hacer frente a un per¨ªodo muy dif¨ªcil debido a la contracci¨®n del mercado de sat¨¦lites comerciales, por una parte, y, por otra, a una reducci¨®n dr¨¢stica de los precios por la competencia de los consorcios estadounidenses-rusos; a esto hay que a?adir el accidente del Ariane 5 10 toneladas, el pasado diciembre", analiza Pedro M¨¦ndez, director de la empresa EADS-CASA, implicada en el desarrollo y fabricaci¨®n de estos cohetes y principal accionista espa?ol (junto con Crisa y Sener) en Arianespace, con una participaci¨®n del 2,4%. "El acceso al espacio es un sector estrat¨¦gico para Europa; si no, dependeremos de EE UU", afirma el portavoz de la ESA, Franco Bonacina.

En la agenda de la reuni¨®n de ma?ana est¨¢ la redistribuci¨®n de varias partidas econ¨®micas para apoyar el nuevo Ariane 5. Son unos 175 millones de euros, que hacen falta para arreglar el motor Vulcain 2 del cohete, preparar una nueva segunda etapa del mismo y hacer las pruebas necesarias. Pero tambi¨¦n se piden a los pa¨ªses de la ESA 228 millones de euros en un plan extraordinario para dos nuevos vuelos de calificaci¨®n del cohete en 2004.

Defecto de dise?o

El Ariane 5 10 toneladas explot¨® en el lanzamiento inaugural debido a un defecto grave de dise?o del sistema de refrigeraci¨®n del motor principal. El arreglo y la puesta a punto general llevar¨¢ un a?o de trabajo.

Una vez que el Ariane 4 -hermano peque?o y tremendamente eficaz del Ariane 5- dej¨® de fabricarse el a?o pasado, la estrategia de lanzadores europeos se centra en el ¨²ltimo modelo, capaz de poner en ¨®rbita dos sat¨¦lites a la vez sumando hasta 10 toneladas. El Ariane 5 b¨¢sico, con su capacidad de unas seis toneladas, no resulta rentable dado que s¨®lo cabe en ¨¦l un sat¨¦lite normal de comunicaciones (unas cuatro toneladas) y hay que buscar un acompa?ante a precios de oferta.

En esta situaci¨®n, y con una ca¨ªda dr¨¢stica del n¨²mero de sat¨¦lites lanzados (de casi 40 al a?o en la d¨¦cada de los noventa a la mitad ahora), Arianespace, que ven¨ªa acaparando la mitad de los lanzamientos comerciales, ha entrado en barrena pese a su buena cartera de pedidos.

La peor amenaza viene de EE UU, que ha cosechado recientemente ¨¦xitos con los primeros lanzamientos de cohetes Atlas y Delta competidores de Ariane 5, y sus socios rusos, que fabrican muy baratos los lanzadores. Adem¨¢s, los europeos se quejan de que en el sistema estadounidense cada cohete tiene una subvenci¨®n gubernamental. La ESA propone ahora una medida similar para Ariane con el programa EGAS, aportando 960 millones de euros entre 2004 y 2009 a los lanzamientos en forma de ayudas a la producci¨®n de los cohetes, y cubrir as¨ª la diferencia entre coste y precio de los mismos.

La delegaci¨®n de Espa?a en la ESA, que desempe?a el Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial (CDTI, del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa) est¨¢ dispuesta a asumir su parte de los costes para reflotar el sector, con un 3,3% del total que es su participaci¨®n habitual en el programa de lanzadores. "La postura espa?ola es apoyar al Ariane, como siempre lo ha hecho, y porque pensamos que Europa necesita un sistema que le de autonom¨ªa de lanzamiento espacial", explica Vicente G¨®mez, director del CDTI.

Las industrias tambi¨¦n asumen sus responsabilidades en esta reestructuraci¨®n, destaca Bonacina. Por una parte, se han comprometido a aportar 75 millones de euros, pero adem¨¢s tienen que reorganizar el proceso de producci¨®n de los cohetes y hacerlo m¨¢s eficaz.

La mayor novedad en la estrategia propuesta es que el consorcio empresarial EADS ser¨¢ el contratista principal y responsable industrial de los Ariane, en lugar de la agencia espacial francesa CNES, como hasta ahora, que asume un papel asesor. Del control del programa se ocupar¨¢ la ESA. Esto supone descargar de responsabilidad al CNES, pero sobre todo aliviar la carga econ¨®mica que no puede asumir en la actual situaci¨®n de crisis.

Para completar el panorama cr¨ªtico de los lanzadores, los ministros tienen en la agenda la discusi¨®n acerca de la posibilidad de lanzar cohetes rusos Soyuz (de menor capacidad que los Ariane 5, pero muy competitivos para lanzar un s¨®lo sat¨¦lite) desde la base europea de Kur¨² (Guyana Francesa). G¨®mez comenta que no esta clara esta operaci¨®n, con ventajas e inconvenientes.

Los ministros tambi¨¦n tienen en la agenda de ma?ana el desbloqueo de fondos europeo destinados al programa de la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS), una vez que la NASA ha aclarado el uso de la base a medio plazo y el n¨²mero de astronautas de las tripulaciones permanentes. Adem¨¢s debatir¨¢n la relaci¨®n de la ESA y la UE.

Galileo

Aunque oficialmente est¨¢ fuera del orden del d¨ªa de la reuni¨®n ministerial, puede aclararse la situaci¨®n de otro de los grandes programas estancados en la Europa espacial: el Galileo, que es la alternativa avanzada del sistema de posici¨®n por sat¨¦lite GPS estadounidense. Galileo, bloqueado por las discusiones en torno a la participaci¨®n de cada pa¨ªs, est¨¢ al borde del acuerdo necesario para echar a andar. Alemania, Italia, Francia y el Reino Unido tienen pr¨¢cticamente cerrado el conflictivo reparto entre ellos. Sin embargo, su propuesta disgusta a Espa?a, cuyo 11% de participaci¨®n en el proyecto se ver¨ªa reducido a un 9,5%. Galileo podr¨ªa resolverse hoy en un encuentro informal de los ministros.