Irak, dos meses en busca de Gobierno
Los iraqu¨ªes recuperan poco a poco la normalidad a la espera de que nuevas autoridades empiecen a administrar el pa¨ªs
Un viejo Buick negro cubierto de polvo y sin matr¨ªcula adelanta por la derecha y a toda velocidad a los dem¨¢s coches, al tiempo que sus j¨®venes ocupantes van gritando: "?El Estado iraqu¨ª ha ca¨ªdo!, ?El Estado iraqu¨ª ha ca¨ªdo!". M¨¢s delante, un Mercedes burdeos derrapa y gira en redondo ante un puesto de control del Ej¨¦rcito norteamericano. Veh¨ªculos blindados Bradley han cortado el paso en un puente del centro de la ciudad. Los soldados buscan a un francotirador que les ha disparado desde un fantasmag¨®rico edificio oficial bombardeado, saqueado y quemado, mientras un par de helic¨®pteros Apache sobrevuelan la zona. Bienvenidos al Bagdad de hoy, la llamada ciudad de la paz siempre en guerra, donde en los zocos se venden medicinas en plan top manta y los fieles acuden en masa a rezar en colosales mezquitas que la megaloman¨ªa de Sadam Husein nunca termin¨®.
Pero en este escenario de polvo, chatarra y basura, la vida emerge poco a poco de sus cenizas. Dos meses despu¨¦s de la ca¨ªda de Bagdad, la ciudad recobra su pulso y cada d¨ªa un nuevo detalle la devuelve a la normalidad. Los cortes de luz y las colas de coches ante las gasolineras empiezan a pertenecer al pasado, las escuelas abren sus puertas e incluso en algunos barrios se pueden ver oxidados camiones de basura recogiendo desperdicios.
La guerra parece haber terminado hace mucho tiempo. Los iraqu¨ªes no reprochan a EE UU que les invadiera, sino que "la libertad trajera la anarqu¨ªa", como dice Handan, un chi¨ª empleado en una fruter¨ªa del centro. "Las tiendas est¨¢n llenas y la gente tiene algunos ahorros. Lo que hace falta es seguridad y trabajo", a?ade. Productos procedentes de Siria, Turqu¨ªa e Ir¨¢n han invadido los comercios, desde Jordania llegan coches todos los d¨ªas y las marcas de aparatos electr¨®nicos coreanos est¨¢n haciendo su agosto.
Pero al desplomarse el r¨¦gimen baazista el pasado 9 de abril desapareci¨® tambi¨¦n el Estado, y con ¨¦l, la autoridad en la calle, el empleo y el salario para los millones de iraqu¨ªes que trabajaban en el sector p¨²blico. Funcionarios, polic¨ªas y profesores llevan tres meses sin cobrar el sueldo. Tan s¨®lo han recibido lo que llaman el "salario de emergencia", los 20 d¨®lares que les dio la autoridad de ocupaci¨®n norteamericana hace un mes, equivalente a lo que cuesta un cart¨®n de cigarrillos rubios de importaci¨®n.
La invasi¨®n norteamericana levant¨® la tapa de una olla, la sociedad iraqu¨ª, que llevaba muchos a?os a presi¨®n. Tras los saqueos, que en opini¨®n de muchos fueron m¨¢s devastadores que las bombas de precisi¨®n, vino el estreno de la libertad. Las autoridades de EE UU tratan de cuadrar el rompecabezas iraqu¨ª convocando a los partidos chi¨ªes, las facciones kurdas y a grupos de exiliados a un Consejo Pol¨ªtico iraqu¨ª, embri¨®n de un futuro Gobierno. Pero de momento su ¨¦xito es limitado y las clases medias y profesionales de Irak no se sienten escuchadas. "Los americanos no saben elegir a gente noble que no haya estado comprometida con el r¨¦gimen anterior", dice Jafury. "Si los chi¨ªes imponen aqu¨ª un gobierno como en Teher¨¢n, salgo corriendo del pa¨ªs", afirma Walid Karam, ingeniero chi¨ª que trabaja en el sector de las telecomunicaciones.
Jalil Abdulwahab al Bunnia, uno de los due?os de la principal empresa privada de Irak, con m¨¢s de 1.000 empleados dedicada a la importaci¨®n de productos alimentarios, tambi¨¦n exige que se forme un Gobierno pronto. "Pido a la autoridad actual que acelere la promulgaci¨®n de leyes para que los empresarios puedan volver a trabajar. Perdemos dinero por la falta de seguridad". La compa?¨ªa Al Bunnia, que se desarroll¨® bajo el r¨¦gimen de Sadam, no se ha visto afectada por los saqueos. Como dice el empresario, "el dinero bien ganado lo protege Dios". Por si Al¨¢ se distrae, tiene apostado a un hombre armado con un Kal¨¢shnikov ante la puerta de su despacho.
Primera fosa com¨²n de ejecutados durante la guerra
La aparici¨®n de un perro con una mano humana en la boca en el pueblo de Salman Pak, a unos 30 kil¨®metros al sur de Bagdad, propici¨® hace unos d¨ªas el descubrimiento de una nueva fosa com¨²n de v¨ªctimas de la dictadura de Sadam Husein en Irak. Pero esta vez los muertos son recientes: desde el pasado s¨¢bado han sido hallados los cad¨¢veres de nueve hombres j¨®venes, ejecutados de un disparo en la cabeza el pasado 4 de abril, tan s¨®lo cinco d¨ªas antes del desplome del r¨¦gimen baazista. La fosa se encuentra dentro de la antigua zona de instrucci¨®n de una secci¨®n especial de la Mujabarat, la polic¨ªa pol¨ªtica de Sadam, junto a un cuartel de la Guardia Republicana.
El doctor Said Salumi Shamri, que asist¨ªa ayer a las tareas de excavaci¨®n, explic¨® que "los nueve j¨®venes hab¨ªan muerto por disparos en la cabeza realizados con pistolas de calibre 16. Eran presos de la Mujabarat. Unos iban vestidos con pijamas verdes y algunos ten¨ªan cajetillas de cigarrillos. Otro ten¨ªa un peque?o Cor¨¢n en el bolsillo. Tambi¨¦n hay alg¨²n soldado". El m¨¦dico calcula que puede haber enterrados 115 cad¨¢veres, si bien la mayor¨ªa pertenece a hombres que fueron asesinados hace a?os. "Salman Pak", a?ade, "fue liberada el 8 de abril y desde entonces ten¨ªamos la sospecha, por el olor y porque la tierra cambiaba de color cuando ca¨ªan cuatro gotas, de que aqu¨ª hab¨ªa algo".
Dirigidos por un cl¨¦rigo chi¨ª, unos cincuenta iraqu¨ªes se afanaban ayer bajo un sol inclemente en desenterrar a sus muertos. Con la ayuda de una peque?a gr¨²a y escarbando con las manos, entre gritos y un olor espantoso, encontraron parte de un cr¨¢neo y un conjunto de huesos, que fueron inmediatamente guardados en una bolsa transparente. Un poco m¨¢s lejos, una mujer joven vestida de negro lloraba su desolaci¨®n sin hacer ruido. Su padre hab¨ªa desaparecido en 1993 y estaba all¨ª por si encontraba alg¨²n resto suyo. "Escriba que eran inocentes. Sadam era m¨¢s peligroso para el pueblo iraqu¨ª que todas las armas de destrucci¨®n masiva", afirma el m¨¦dico. La tarea les llevar¨¢ a¨²n cuatro o cinco d¨ªas m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ocupaci¨®n militar
- Da?os colaterales
- Operaci¨®n Libertad Iraqu¨ª
- Irak
- Guerra Golfo
- Pena muerte
- Sentencias condenatorias
- Relaciones internacionales
- Sentencias
- Acci¨®n militar
- V¨ªctimas guerra
- Estados Unidos
- Sanciones
- Oriente pr¨®ximo
- Defensa
- Gobierno
- Guerra
- Asia
- Juicios
- Proceso judicial
- Administraci¨®n Estado
- Conflictos
- Justicia
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica