Carod ofrece moderaci¨®n ante los empresarios

Como quien no quiere la cosa, el l¨ªder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Llu¨ªs Carod, deja caer ¨²ltimamente en sus apariciones p¨²blicas que tiene ahora la misma edad que contaba Jordi Pujol cuando fue elegido presidente de la Generalitat por vez primera, una ya lejana primavera de 1980.

Carod utiliz¨® ayer esta f¨®rmula para presentarse a s¨ª mismo como candidato a la presidencia ante medio centenar de empresarios y directivos, convocados por la plataforma Catalunya 2003. Se trata de la asociaci¨®n pol¨ªtica creada por Pere Esteve, el ex secretario general de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica que abandon¨® el partido de Pujol harto de la supeditaci¨®n de CiU al PP. Y se pas¨® a ERC. Ante este auditorio, Carod no intent¨® presumir de sus b¨ªceps nacionalistas. Su empe?o fue otro: dar pruebas de moderaci¨®n y de sensibilidad ante los problemas y las demandas de los empresarios. Mostrar seriedad y alejarse del perfil de dirigente de un "partido de fiesta mayor" con el que Pujol suele referirse a los republicanos independentistas.

Con esto Carod hac¨ªa ayer justamente lo mismo que hizo Pujol seis meses antes de aquellas elecciones que le dieron su primera y trascendente victoria electoral. Con la edad que tiene, Carod debe de recordar perfectamente que la causa del subid¨®n electoral de Pujol en 1980 desde sus mediocres resultados anteriores fue convertirse en la opci¨®n ¨²til de quienes desconfiaban de una izquierda en la que los comunistas ten¨ªan mucho peso. Concentrar una buena proporci¨®n del voto del centro derecha. Una de las formas que utiliz¨® para ello fue justamente la de sintonizar con el empresariado. Pujol bord¨® en la campa?a de 1980 los discursos en los que ridiculizaba a los partidos que, dec¨ªa, s¨®lo saben pedir, creen que se puede conseguir todo a la vez, piensan que se puede pedir la luna, etc¨¦tera, etc¨¦tera. Los partidos de festa major, en suma.

Ahora no s¨®lo los partidos de la derecha rivalizan para ver qui¨¦n es m¨¢s eficiente a la hora de beneficiar a los empresarios. Ahora el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, proclama a los cuatro vientos que quiere hacer de Catalu?a "la patria de los emprendedores".

Carod no se queda atr¨¢s. Ni a la hora de mostrar moderaci¨®n ni a la hora de expresar su identificaci¨®n con los empresarios. Defini¨® tambi¨¦n a Catalu?a como "el pa¨ªs de la gente que se espavila", una sociedad articulada por los emprendedores m¨¢s que por las administraciones, e hizo o¨ªdos sordos a quienes le propon¨ªan aventuras.

La tentaci¨®n se la puso uno de los asistentes en forma de advertencia. "Propongo que se plantee ya un refer¨¦ndum sobre la soberan¨ªa", dijo en el coloquio un empresario de Girona, "porque si no lo hace un partido lo haremos otros por Internet".

Carod pas¨® por alto el aviso. Pero antes hab¨ªa dado ya indicaciones de que ¨¦sa no es desde luego una prioridad. A la hora de exhortar a los empresarios a "no encerrarse en el mercado espa?ol", el l¨ªder republicano se cuid¨® de insistir en que deben "pensar a escala europea, aunque sin prescindir de Madrid". Es decir, del mercado espa?ol.

Y por si quedaba alguna duda, el dirigente independentista dej¨® claro tambi¨¦n: "Es mucho m¨¢s importante para Catalu?a disponer de un sistema de financiaci¨®n p¨²blica justo, el que nos merecemos, que conseguir un nuevo estatuto de autonom¨ªa".