La Tate recupera la fascinaci¨®n de Bridget Riley por los efectos ¨®pticos
Una gran retrospectiva resume cuatro d¨¦cadas de la obra de la influyente artista inglesa
Bridget Riley irrumpi¨® en la escena art¨ªstica internacional en los a?os sesenta con una serie de abstracciones en blanco y negro. Los efectos ¨®pticos de sus pinturas, realizadas a partir de simples formas geom¨¦tricas y la contraposici¨®n de bandas de color, han convertido a esta pionera inglesa en modelo de referencia de sucesivas generaciones de artistas. A sus 72 a?os, la Tate Britain de Londres le brinda su primera gran retrospectiva. Paul Moorhouse, comisario de la muestra, describe a Bridget Riley como una artista "obsesionada con la sensaci¨®n f¨ªsica del movimiento, la luz y el espacio".
"Yo no pinto luz. Presento una situaci¨®n de color que libera luz cuando se contempla"
"Comenc¨¦ como un ingeniero, construyendo a partir de l¨ªneas, c¨ªrculos y tri¨¢ngulos"
Esta obsesi¨®n orienta sus cuatro d¨¦cadas de indagaci¨®n pict¨®rica a partir, curiosamente, de un vocabulario tem¨¢tico reducido al color y las formas abstractas. Con elementos simples -ya sean un punto, una l¨ªnea, un c¨ªrculo o un cuadrado- que se repiten a lo largo del lienzo, Riley crea complejas estructuras cargadas de una intensa experiencia visual.
Su obra tiene un distintivo hilo conductor que permite colocar en la misma sala su ¨²ltimo trabajo, un mural formado por una concatenaci¨®n de aros, expresamente concebido para la exposici¨®n de la Tate, junto a sus primeras pinturas de principios de los a?os sesenta.
Maestra de los efectos ¨®pticos, pero sin tener conocimiento expreso en la materia, los cuadros de Riley activan un abanico de sensaciones y percepciones en quien los contempla. "Quiero que mis pinturas existan en sus propios t¨¦rminos. Deben motivar y desarmar furtivamente", ha comentado. "Nunca", a?adi¨®, "me propuse pintar cuadros ¨®pticos. Comenc¨¦ como un ingeniero, construyendo a partir de l¨ªneas, c¨ªrculos y tri¨¢ngulos, en blanco y negro inicialmente, y fui descubriendo lo que ¨¦stos pod¨ªan hacer". El dinamismo que se percibe en cada cuadro es producto, seg¨²n ella misma ha explicado, de "las fuerzas visuales y de sus relaciones".
Riley habla con frecuencia de los "placeres de ver". Es una idea que procede de su infancia, cuando a consecuencia de la II Guerra Mundial se traslad¨® de su Londres natal a Cornualles, una zona rural en el extremo septentrional de Inglaterra donde las ¨²nicas actividades a su alcance se limitaron a "la lectura y la observaci¨®n de la naturaleza".
Su pintura tambi¨¦n evoca fen¨®menos naturales. La superficie ondulante del mar en los coloridos Riff 2, de 1977, o en To a Summer?s Day 2, de 1980, entre el medio centenar de obras expuestas en la sede de la Tate. Los picos de una cordillera o un brusco salto en el camino en composiciones en blanco y negro de los a?os sesenta como Movement in Squares, Tremor o, entre otros, Shift. "Crea una ilusi¨®n de una panor¨¢mica, de una memoria previa de un paisaje. Representa la naturaleza sin observarla directamente", explica Moorhouse.
La muestra de la Tate est¨¢ organizada cronol¨®gicamente a partir de grandes bloques tem¨¢ticos. De la primera etapa, resalta Movement in Squares, posiblemente el cuadro que le garantiz¨® una primera exposici¨®n en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 1965, y, tres a?os m¨¢s tarde, el premio internacional de pintura en la Bienal de Venecia. Fue la primera mujer en recibir el reconocido galard¨®n.
En este trabajo se descubren los principales t¨®picos que Riley explorar¨¢ sin pausa hasta sus consecuencias m¨¢s extremas. Est¨¢ formado por un panel de cuadrados que avanzan perdiendo grosor hasta caer en el precipicio para, despu¨¦s, recuperar su forma original. El comisario relaciona esta composici¨®n con el estado an¨ªmico de Riley, quien acababa de romper una relaci¨®n amorosa en ese preciso momento. "Evoca una sensaci¨®n de p¨¦rdida, de ruptura sentimental. Confunde al ojo e inquieta la percepci¨®n", explica.
Riley sigui¨® explorando las posibilidades ¨®pticas del blanco y negro, sustituyendo las formas cuadrangulares por tri¨¢ngulos, c¨ªrculos y l¨ªneas ondulantes. Sus cuadros nunca permanecen est¨¢ticos en los ojos del visitante. Y sus efectos cambian con cada aproximaci¨®n. "Siento que libero la energ¨ªa de las formas y de los elementos a trav¨¦s de sus relaciones", ha explicado.
En 1967 introdujo el color en lo que Moorhouse describe como un "paso dram¨¢tico". "Titube¨® porque estaba acostumbrada a trabajar con elementos estables y, en el color, no existe la estabilidad. Todos los colores est¨¢n afectados, y afectan, a los tonos vecinos", explica. Sigui¨®, por tanto, un proceso gradual, t¨ªmido en cierta forma, tanteando inicialmente con el gris. A?adi¨® luego tres colores -el rojo, verde y azul- y, tras un viaje a Egipto, adopt¨® una rica paleta en la que destacan los turquesas. De la contraposici¨®n de colores surgen otros nuevos y, principalmente, brota la luz. "Yo no pinto luz. Presento una situaci¨®n de color que libera luz cuando se contempla", ha comentado.
En su exploraci¨®n del movimiento sobre el color aplic¨® los mismos principios intuitivos que le guiaron en su fase monocrom¨¢tica. De las l¨ªneas estrictamente verticales u horizontales pas¨® a composiciones en zigzag y, recientemente, a los rombos y formas ondulantes. "Cuando los colores se tuercen a medida que la curva asciende y desciende, sus yuxtaposiciones cambian continuamente. Se crean secuencias innumerables y cada una de ellas arroja una sensaci¨®n diferente", explica. Las percepciones tambi¨¦n son multiples, desde la calma y el lirismo hasta la confusi¨®n y agitaci¨®n.
La Tate dedica una sala de la retrospectiva al proceso de creaci¨®n de Riley. Aqu¨ª se re¨²nen detallados bocetos sobre papel milimetrado, ensayos con grupos de colores, collages de cartulina cortada en diferentes formas y distintas progresiones de una artista que deja la ejecuci¨®n final de la obra en manos de sus asistentes. Riley no identifica arte con la persona que maneja la brocha, sino con la que ha gestado la idea inicial y ha descubierto la forma de plasmarla. Ella misma lo explica: "Me parece que es en la toma de decisiones -rechazando y aceptando, modificando y revisando- cuando la personalidad real y profunda de un artista sale a relucir".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.