EE UU y la UE sellan hoy su reconciliaci¨®n en su primera cumbre tras la guerra de Irak
Persisten las diferencias entre Bruselas y Washington en temas como la CPI
Una reconciliaci¨®n pragm¨¢tica. As¨ª definen medios diplom¨¢ticos en Bruselas la cumbre anual entre EE UU y la UE que hoy se celebra en Washington, la primera despu¨¦s de las graves heridas que abri¨® la guerra en Irak y una de las m¨¢s ambiciosas en cuanto a resultados concretos: mayor esfuerzo en la lucha contra el terrorismo, que se traducir¨¢ en la firma de un acuerdo de extradici¨®n y otro de cooperaci¨®n judicial, y en la no proliferaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva, m¨¢s sinton¨ªa en Oriente Pr¨®ximo y voluntad de liberalizar en el futuro el tr¨¢fico a¨¦reo.
"Conf¨ªo en que esta cumbre refleje la fortaleza de las relaciones transatl¨¢nticas", manifiesta el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi. "La estrategia europea por la paz y a favor del multilateralismo pasa por mantener una estrecha cooperaci¨®n con EE UU", seg¨²n Prodi. El Gobierno de EE UU espera, por su parte, una cumbre apacible y positiva, en la que pueda hablarse de reconciliaci¨®n tras "seis meses muy interesantes, por llamarlos de alguna forma", declar¨® ir¨®nicamente un alto cargo del Departamento de Estado en declaraciones off the record. Las relaciones entre Washington y Bruselas "son mucho mejores de lo que parecen", dijo la misma fuente oficial.
"Existe un nuevo realismo y una mayor madurez por parte de los europeos", manifiesta una fuente diplom¨¢tica norteamericana en Bruselas al referirse al primer esbozo de estrategia europea de seguridad presentado por el Alto Representante, Javier Solana, y respaldado por los l¨ªderes de la UE la semana pasada en Sal¨®nica. La estrategia no apuesta como la filosof¨ªa norteamericana a favor de un ataque preventivo contra un pa¨ªs que amenace con armas de destrucci¨®n masiva, pero no excluye una acci¨®n de castigo en conformidad con la Carta de Naciones Unidas.
El mejor clima no puede ocultar las divergencias que la Uni¨®n percibe desde que George W. Bush lleg¨® hace tres a?os a la Casa Blanca. Con el fin de subrayar la reconciliaci¨®n simb¨®lica, la agenda de las conversaciones, que empezar¨¢n con una reuni¨®n con el presidente en el Despacho Oval, relega o minimiza las cuestiones en que EE UU y la UE mantienen posturas irreconciliables. Ambas partes desean dar por cerrada la crisis de Irak, pero quedan muchas otras. Las m¨¢s urgentes son la Corte Penal Internacional (CPI) y la manipulaci¨®n gen¨¦tica de los alimentos.
Al margen de la CPI
Bush decidi¨® mantener su pa¨ªs al margen de la CPI, un organismo dedicado a juzgar cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, y exige ahora a Bruselas que permita a los pa¨ªses aspirantes a la UE la firma de convenios con Washington, en los que se garantice su inmunidad. "?se ser¨¢ un asunto muy dif¨ªcil", reconoci¨® la fuente diplom¨¢tica estadounidense. "Pero Europa debe ser consciente de que pedimos inmunidad ante la CPI, no impunidad: nuestros propios tribunales son perfectamente capaces de juzgar y castigar a los ciudadanos estadounidenses", explic¨®.
Las fricciones comerciales siguen siendo virulentas. Bruselas acusa a Washington de torpedear el Protocolo de Kioto sobre el cambio clim¨¢tico y ¨¦ste, a su vez, le culpa de los escasos progresos en la ronda multilateral de comercio y de su falta de voluntad por poner fin a los subsidios agr¨ªcolas.
Bush se ha despachado en la v¨ªspera criticando a Europa de bloquear el comercio de alimentos transg¨¦nicos y no ayudar con ello a la lucha contra el hambre en ?frica. La Comisi¨®n reaccion¨® ayer airada. Calific¨® de falsas las palabras del presidente norteamericano. El tema es objeto de negociaci¨®n ante la OMC. "Los puntos de vista de ambas partes son perfectamente conocidos, y supongo que el tema aparecer¨¢ en las conversaciones, pero no creo que este punto suscite una discusi¨®n agria. La cuesti¨®n est¨¢ en manos de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio", explic¨® el alto cargo.
Tampoco faltan las multas pol¨ªticas que la Casa Blanca impone a alguno de los socios europeos por su actitud discrepante en la guerra en Irak. As¨ª, por ejemplo, EE UU quiere vetar la elecci¨®n de un franc¨¦s como nuevo director de la Organizaci¨®n Mundial de Aduanas; asusta a B¨¦lgica con propiciar el cambio de sede de la OTAN si no encarpeta la ley de competencia universal, y pone reservas a la candidatura del portugu¨¦s Ant¨®nio Vitorino, comisario europeo de Justicia e Interior, para la secretar¨ªa general de la Alianza Atl¨¢ntica por ser demasiado europe¨ªsta y por contar con la bendici¨®n francesa.
En el campo de la lucha contra el terrorismo y a la luz de los atentados del 11-S, EE UU y la UE firman hoy un acuerdo de extradici¨®n, que ha tardado m¨¢s de un a?o en negociarse y que no satisface del todo las aspiraciones norteamericanas porque permite a los pa¨ªses europeos rechazar la entrega de un detenido en caso de que corra el riesgo de pena de muerte.
Las dos partes suscribir¨¢n otro de cooperaci¨®n judicial, que contempla la creaci¨®n de equipos conjuntos de investigaci¨®n policial y judicial y un mayor acceso a cuentas bancarias en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Europeos y norteamericanos creen sentirse m¨¢s cerca en pol¨ªtica exterior (m¨¢s sinton¨ªa en la soluci¨®n del problema palestino-israel¨ª con la aplicaci¨®n de la Hoja de Ruta) y coinciden en el an¨¢lisis de las amenazas mundiales: el terrorismo, las armas de destrucci¨®n masiva y los pa¨ªses irresponsables. En primer t¨¦rmino, Corea del Norte y ahora tambi¨¦n Ir¨¢n, al que la UE le insta a disipar toda sospecha sobre la naturaleza de su programa nuclear permitiendo m¨¢s inspecciones de la ONU, como exige Washington, so pena de suspender las negociaciones para la firma de un acuerdo comercial.
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