"No venderemos las acciones que tenemos en Iberia"
La empresa afirma que las compa?¨ªas de tarifa reducida la han afectado "profundamente"
Dale Moss llega a la entrevista inmediatamente despu¨¦s de haberse reunido con el equipo de la oficina de Madrid. Con corbata, pero en mangas de camisa, en ese meeting ha contado los objetivos de una de las empresas m¨¢s t¨ªpicamente brit¨¢nicas -la British Airways- con el estilo m¨¢s puramente americano, como ¨¦l es. De pie, con campechan¨ªa, y soltando de cuando en cuando alguna gracia, fue desgranando ante los ejecutivos la estrategia de la compa?¨ªa. Y esa misma campechan¨ªa mantuvo despu¨¦s a lo largo de una conversaci¨®n regada con Cola-Cola light y salpicada de gestos para enfatizar sus afirmaciones. Una de ellas, la voluntad de permanecer en el accionariado de Iberia. Otra, c¨®mo las compa?¨ªas de tarifa reducida, o bajo coste, est¨¢n afectando a la industria, y la ¨²ltima, la necesidad de que el sector acometa la consolidaci¨®n.
"No estamos en absoluto preocupados por el cambio de presidencia en Iberia. Creo que no habr¨¢ ninguna ruptura en la l¨ªnea de gesti¨®n"
"Estados Unidos tiene que abrir el acceso a la propiedad y al mercado. Tiene que liberalizar el sector y no ser tan proteccionista"
"Este a?o ser¨¢ dif¨ªcil porque estamos en un momento de debilidad econ¨®mica y hay sobrecapacidad. Muchos asientos para poca gente"
Pregunta. British Airways ha sido una de las compa?¨ªas europeas que m¨¢s han sufrido tras el 11-S, entre otras razones, porque el tr¨¢fico con Estados Unidos es parte importante de su mercado. Sin embargo, el ¨²ltimo ejercicio, cerrado en marzo, ha registrado beneficios operativos. ?C¨®mo lo ha conseguido?
Respuesta. Es el resultado de un amplio programa de reducci¨®n de costes. Hemos sacado fuera del negocio costes por valor de 650 millones de libras, hemos recortado los costes de plantilla en 450 millones de libras, hemos recortado 100 millones en costes de distribuci¨®n y otros 100 millones renegociando y gestionando mejor los contratos. Cuando se tiene una compa?¨ªa que factura lo que factura British, hay que vigilar cada libra y cada penique. Lo hemos hecho razonablemente bien hasta el cuarto trimestre del a?o pasado, pero de enero a marzo de este a?o hemos sufrido el clima b¨¦lico y la neumon¨ªa asi¨¢tica y ha sido todo muy complicado.
P. ?Ha mejorado la situaci¨®n ahora que la guerra ha terminado y la neumon¨ªa asi¨¢tica remite?
R. No puedo informar sobre nuestro primer trimestre fiscal, de marzo a junio, porque todav¨ªa estamos en ¨¦l. Pero no ser¨¢ bueno.
P. ?Ser¨¢ tan malo el a?o para las aerol¨ªneas como se dice?
R. S¨ª, ser¨¢ un a?o dif¨ªcil. Y por varias razones. Primero, porque estamos en un momento de debilidad econ¨®mica, pero tambi¨¦n porque hay sobrecapacidad, en Europa y en el resto del mundo. Existen demasiados asientos para poca gente. No tiene sentido. Hay que buscar la forma de acoplar la oferta a la demanda. Adem¨¢s, todav¨ªa hay secuelas de la neumon¨ªa y se ha producido un cambio en los viajes de negocios. Las empresas gastan lo m¨ªnimo tratando de reducir sus costes. En fin, no digo que el a?o tenga que terminar mal, pero todo apunta a ello.
P. ?Tiene alguna previsi¨®n de cu¨¢ndo podr¨ªa producirse la recuperaci¨®n?
R. No lo s¨¦. Algunos analistas dicen que a mediados de 2005. Depende mucho de la evoluci¨®n de la econom¨ªa. Pero, sea cuando sea, lo que tenemos que hacer es seguir recortando costes para el caso de que se produzca un escenario de bajo crecimiento econ¨®mico.
Tenemos que gestionar bien los costes para poder satisfacer a nuestros accionistas.
P. British Airways es uno de los m¨¢s importantes accionistas de Iberia, y ya ha concluido el calendario pactado para mantener su participaci¨®n. ?Piensan vender las acciones?
R. No tenemos ning¨²n plan particular. Pensamos seguir ah¨ª. Estamos muy contentos, compramos a muy buen precio, tenemos muy buenas relaciones con el equipo gestor y la compa?¨ªa lo est¨¢ haciendo bien. Estamos muy contentos.
P. ?C¨®mo va el acuerdo con Iberia para explotar conjuntamente algunas rutas?
R. El c¨®digo compartido Madrid-Barcelona-Londres funciona muy bien.
P. S¨ª, pero me refiero a una integraci¨®n mayor. Se dijo en su d¨ªa que la cuenta de resultados de algunas rutas compartidas podr¨ªa ser conjunta.
R. No, no todav¨ªa. Bueno, en realidad no deber¨ªa decir eso, porque es algo que simplemente no se ha decidido, pero tampoco se ha descartado.
P. ?Le preocupa el cambio de presidencia en Iberia?
R. En absoluto. Nos hemos reunido ya en dos ocasiones con el nuevo presidente, Fernando Conte, y tiene la misma calidad profesional que su antecesor, Xabier de Irala. Creo que no habr¨¢ ninguna ruptura en la l¨ªnea de gesti¨®n.
P. Una de las preocupaciones de las l¨ªneas a¨¦reas son las compa?¨ªas de tarifas reducidas. ?Han afectado a British Airways?
R. Oh, s¨ª. Han cambiado profundamente nuestra empresa y nuestro producto en Europa. Es una competencia que nos hemos tomado muy, muy en serio. De momento hemos conseguido parar la erosi¨®n que nos han producido en nuestra cuota de mercado, incluso en algunas l¨ªneas de corto radio hemos crecido, y eso es bueno, pero hemos tenido que cambiar para gestionar de una manera m¨¢s din¨¢mica que en el pasado. Las compa?¨ªas de tarifas de reducidas nos hacen competir no s¨®lo en precio, sino que tenemos que conseguir que el precio sea el mejor para el servicio que ofrecemos al consumidor.
P. ?Pensaron en alguna ocasi¨®n que se convertir¨ªan en competidores tan poderosos?
R. Algunos s¨ª. Esto ha pasado en muchas industrias que han sufrido la llegada de nuevos jugadores que encuentran interesantes nichos de mercado. No es un fen¨®meno nuevo.
P. Parece que ese tipo de compa?¨ªas ha revolucionado no s¨®lo los precios, sino tambi¨¦n el sistema de distribuci¨®n.
R. Ha habido que cambiar dr¨¢sticamente la estructura de costes para ser m¨¢s competitivos, y entre los principales estaban los de distribuci¨®n. Las compa?¨ªas de tarifas reducidas tendr¨¢n los costes mucho m¨¢s bajos que nosotros, a unos niveles que nosotros no alcanzamos, pero eso no quiere decir que no tengamos que reaccionar, que mejorar en t¨¦rminos de comisiones a las agencias, de tarifas en los sistemas de reserva o que no gestionemos mejor el pago con tarjetas para ser m¨¢s eficientes.
P. ?Actuar¨¢n tambi¨¦n en Internet?
R. Claro, es un important¨ªsimo campo. Incluso en alg¨²n vuelo puede suponer ya hasta el 30% de las ventas. Internet nos da la oportunidad de reducir costes y, al tiempo, mejorar la relaci¨®n directa con nuestros clientes.
P. Las tarifas no paran de bajar. ?Cree que es una situaci¨®n sostenible?
R. El yield (el ingreso medio por pasajero transportado, que mide la rentabilidad del negocio) ha ido descendiendo durante la mayor parte de los ¨²ltimos 30 a?os, aunque es verdad que en los ¨²ltimos ejercicios lo ha hecho de manera acusada. Pero cuando se reduzca la oferta, que es necesario, y aumente la demanda, los precios se ajustar¨¢n. El mercado siempre encuentra un camino para ese ajuste, aunque lleve cierto tiempo. De momento, la situaci¨®n seguir¨¢ como hasta ahora, pero tender¨¢ a estabilizarse.
La p¨¦rdida de la inocencia y la competencia desleal
Como americano trabajando en British Airways, Dale Moss tiene el coraz¨®n dividido. Comprende las ayudas que han recibido las aerol¨ªneas estadounidenses tras el 11-S, pero cree que, desde el punto de vista de las compa?¨ªas europeas, ha habido competencia desleal. "Mi esperanza", dice, "es que los gobiernos europeos encuentren el camino, no de dar subvenciones a las aerol¨ªneas, sino de ayudar a que la situaci¨®n est¨¦ m¨¢s equilibrada, reduciendo algunos costes que estamos soportando, como los de seguridad en los aeropuertos, que es una cuesti¨®n nacional, o las tasas, comparables a las del alcohol o el tabaco".
P. ?Pensaron que las consecuencias del 11-S ser¨ªan tan graves?
R. Nadie imagin¨® el impacto tan profundo que ha tenido fuera de Estados Unidos. El 11-S ha puesto en peligro la industria a¨¦rea. Ese d¨ªa, los americanos perdieron la inocencia con unos atentados en los que se us¨® a la aviaci¨®n comercial, que es un importante proveedor de ingresos para el Estado y un proveedor de servicios para la ciudadan¨ªa. Es l¨®gico que las compa?¨ªas americanas hayan recibido ayudas. La cuesti¨®n es qu¨¦ se va a hacer en Europa para contrarrestar esa situaci¨®n.
P. ?Cree que despu¨¦s de los atentados es m¨¢s dif¨ªcil la consolidaci¨®n del sector?
R. No, creo que la consolidaci¨®n se dar¨¢, aunque sea dif¨ªcil llevarla a cabo porque hay impedimentos de todo tipo, desde distintas regulaciones en Europa y Estados Unidos a problemas de gesti¨®n. De momento, las alianzas son el primer paso para llegar a donde se deber¨ªa estar.
P. ?Es la normativa de Estados Unidos un problema?, porque existen restricciones a la participaci¨®n extranjera en las aerol¨ªneas.
R. Estados Unidos tiene que liberalizar el sector, no puede ser tan proteccionista. Todo deriva de una ley de los a?os sesenta, bajo la Administraci¨®n Kenedy. F¨ªjese si el mundo ha cambiado desde entonces, y sin embargo, la ley que limita al 25% la propiedad de un extranjero en una compa?¨ªa a¨¦rea sigue siendo la misma. Es hasta rid¨ªculo. Tiene que abrir tambi¨¦n el acceso al mercado. Para todo esto quiz¨¢s necesite un periodo de transici¨®n de 10 o 15 a?os, pero tiene que hacerlo.
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