"Fue un reflejo de supervivencia"

Tras una etapa horrorosa de calor, ataques y nervios, cuando bajaban como locos la cuesta de la Rochette en persecuci¨®n del peligroso Vinokurov, a Lance Armstrong se le cay¨® delante Beloki y se vio forzado a una exhibici¨®n de cross country estilo tejano, agarrando el toro por los cuernos, saldada con ¨¦xito. "He o¨ªdo c¨®mo explotaba el tubular de Beloki y he visto c¨®mo se me ca¨ªa delante", dijo. "Hac¨ªa mucho calor y el asfalto estaba resbaladizo. Ha sido una ca¨ªda inevitable, que me fastidia porque Beloki era el ¨²nico que me estaba ayudando a cazar a Vinokurov. No entiendo c¨®mo los dem¨¢s pasaban".

Se le cay¨® delante Beloki y Armstrong, un prodigio de reflejos y de intuici¨®n, tir¨® por la calle del medio, atajando a trav¨¦s de un prado y haciendo en diagonal la curva que los dem¨¢s trazaban cuidadosamente. Fue un atajo de unos 200 metros. "Ha sido un reflejo de supervivencia. Beloki ha tenido mala suerte y yo buena. Nunca hab¨ªa pasado tanto miedo como atravesando el prado, pero me ha valido mi experiencia de cuando practicaba la mountain bike".

El reglamento es ambiguo en cuanto al tratamiento de los atajos. En teor¨ªa, si el atajo es voluntario el castigo es la expulsi¨®n de carrera; si es involuntario pero comporta ventaja, igual. "Pero hay que aclarar", dice Josep Dami¨¤ Bochaca, comisario internacional que presidi¨® algunos a?os el jurado del Tour. "Si la ca¨ªda se produce en una contrarreloj, el corredor est¨¢ obligado a volver a partir del lugar en que se cay¨®; si no lo hace se le penaliza con tiempo. En las carreras en l¨ªnea, como no hay mala intenci¨®n y tampoco una gran ventaja, no se prev¨¦n sanciones". As¨ª lo entendieron tambi¨¦n los comisarios del Tour: "Armstrong se ha visto forzado a modificar su trayectoria, pero no ha conseguido ninguna ventaja sobre los compa?eros del grupo al que pertenec¨ªa".

Armstrong se reincorpor¨® a la carrera como un coche que se salta un stop, sin ceder el paso a los compa?eros que bajaban, quienes le hicieron se?as variadas. Hamilton le dio la bienvenida al grupo con un gesto de la mano, los dem¨¢s se sorprendieron de verle aparecer as¨ª y le informaron de que iban a bajar despacio para esperar por si se reincorporaba Beloki, pero Armstrong les dijo que no. "No espero, que ¨¦ste [hablando del fugado Vinokurov], va a por la general", les respondi¨® y sigui¨® tirando.