Un parque con las dificultades animadas
Eurodisney confirma que no podr¨¢ satisfacer parte de sus compromisos financieros
Un diario franc¨¦s recordaba esta semana que los directivos de Disney, en 1992, antes de abrir el parque Eurodisney en Par¨ªs, afirmaron que "suscribir nuestras acciones es tan seguro como comprar d¨®lares". La semana pasada el d¨®lar hab¨ªa perdido casi un 40% de su valor respecto al euro, y cada acci¨®n de Eurodisney apenas val¨ªa 0,57 euros.
Inaugurado en 1992, el parque Eurodisney tuvo unos comienzos muy dif¨ªciles, marcados por errores de gesti¨®n -precio excesivamente alto de las entradas, nula europeizaci¨®n de los servicios anexos al producto, mala imagen y, sobre todo, sobrevaloraci¨®n del efecto dinamizador del parque respecto al precio del suelo vecino- que llevaron a una primera reestructuraci¨®n en 1994. Ahora a una serie de efectos exteriores -guerra en Irak, revalorizaci¨®n del euro, epidemia de neumon¨ªa at¨ªpica, crisis en el sector tur¨ªstico- se han sumado a otros de orden interno -fracaso del segundo parque abierto en el a?o 2002, escasa renovaci¨®n de las atracciones del primer parque- para desembocar en una nueva crisis.
La direcci¨®n del parque parisiense confirm¨® hace una semana que no podr¨ªa satisfacer sus compromisos financieros ante los tres principales bancos acreedores y ante The Walt Disney Co. (TWDC), la casa madre, debido a que la frecuencia de visitas del parque en el a?o 2003 y en el 2004 estar¨ªa por debajo de las previsiones, unas cifras, por otra parte, nunca hechas p¨²blicas. Lo ¨²nico que s¨ª es p¨²blico es que Eurodisney ten¨ªa que reembolsar, antes de junio de 2004, 167,7 millones de euros a TWDC, y que ya ahora sabe que no podr¨¢ hacerlo, y que tampoco estar¨¢ en condiciones de afrontar la deuda de 1.700 millones que podr¨ªan reclamarle Cr¨¦dit Agricole Indosuez, BNP Paribas y Caisse des D¨¦p?ts et Consignations.
Tres alternativas
Seg¨²n los especialistas, la sociedad tiene ante s¨ª tres ¨²nicas posibilidades: "La conversi¨®n de la deuda en acciones, proceder a un aumento de capital o reescalonar la deuda". El pr¨ªncipe Al Walid Ben Talal, propietario del 16,5% de Eurodisney, se ha mostrado dispuesto a intervenir "para asegurar la refinanciaci¨®n" de la deuda. Al Walid, que controla a trav¨¦s de la sociedad de inversiones Kingdom Holding una red de hoteles de lujo, no parece estar interesado en aumentar de nuevo su participaci¨®n en la sociedad, que en 1999 lleg¨® a ser del orden del 23%, sino tan s¨®lo en inyectar el dinero necesario para superar lo que ¨¦l estima "dificultades de tesorer¨ªa provocadas por circunstancias que escapan al control del parque".
El an¨¢lisis del pr¨ªncipe saud¨ª no es compartido por todo el mundo. Por ejemplo, los l¨ªderes sindicales de un parque que emplea a 12.000 personas creen que "el grupo est¨¢ pagando una estrategia desastrosa, materializada por el fiasco confirmado, del segundo parque", es decir, el m¨¢s abiertamente cinematogr¨¢fico. "Requiri¨® una inversi¨®n de 610 millones de euros pero la frecuencia de visitas global ha disminuido". Los entre 12 y 13 millones de visitantes anuales no bastan para salir de los n¨²meros rojos. Las expectativas oficiosas situaban la rentabilidad de la operaci¨®n alrededor de los 17 millones de turistas, capaces de garantizar una plena ocupaci¨®n o casi de las 8.000 habitaciones de hotel anexas.
S¨ª hay, en cambio, unanimidad en la idea de que nadie tiene inter¨¦s en dejar que Eurodisney se hunda. Los bancos, porque perder¨ªan toda posibilidad de recuperar un d¨ªa sus pr¨¦stamos, la TWDC porque eso manchar¨ªa la imagen de Disney y confirmar¨ªa el envejecimiento de sus s¨ªmbolos -desde 1997, Mickey, Pluto o Gooffy ya no son astros del merchandising-, los poderes locales por el n¨²mero de empleos que se desvanecer¨ªan y los promotores inmobiliarios porque ahora estaban estudiando la construcci¨®n de 100.000 metros cuadrados de despachos, 1.700 nuevas viviendas y m¨¢s de 5.000 nuevas plazas hoteleras.
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