Nueva York recupera la luz tras 30 horas
Detroit, Cleveland, Toronto y otras ciudades afrontan problemas para garantizar el suministro
El gran apag¨®n afecta a¨²n a millones de estadounidenses. Nueva York recuper¨® ayer una relativa normalidad despu¨¦s de m¨¢s de 30 horas de colapso. En otras regiones, la crisis segu¨ªa siendo aguda: en Detroit no funcionaban las gasolineras, Cleveland carec¨ªa de agua potable, el suministro de energ¨ªa era intermitente en Toronto y las grandes factor¨ªas automovil¨ªsticas permanec¨ªan paradas. Las p¨¦rdidas globales se estimaban en miles de millones de d¨®lares. La peor aver¨ªa el¨¦ctrica en la historia de Estados Unidos y Canad¨¢ afect¨®, seg¨²n las ¨²ltimas estimaciones, a casi 60 millones de personas.
El presidente George W. Bush telefone¨® al alcalde de Nueva York, el tambi¨¦n republicano Michael Bloomberg, para felicitarle por la gesti¨®n de la crisis y por la paciencia y buen ¨¢nimo de los neoyorquinos. "Esta vez hemos tenido suerte", coment¨® Bloomberg, refiri¨¦ndose a que no hab¨ªan ocurrido los pillajes y los actos de violencia generalizada que asolaron la ciudad en la noche del 13 al 14 de julio de 1977, durante un apag¨®n similar.
Bush, desde California, donde recaudaba fondos para la campa?a presidencial del pr¨®ximo a?o, intent¨® dar un giro positivo al desastre. Los afectados por el apag¨®n, dijo, hab¨ªan "mostrado al resto del pa¨ªs y al mundo el aut¨¦ntico esp¨ªritu del pueblo americano". El presidente inst¨® tambi¨¦n al Congreso a que aprobara una ley que permitiera modernizar "la vieja y anticuada" red el¨¦ctrica del pa¨ªs.
Ejercicio de cinismo
Fue, en cierta forma, un ejercicio de cinismo. El proyecto de ley sobre energ¨ªa elaborado por la Casa Blanca en la primavera de 2001, bajo la direcci¨®n del vicepresidente Dick Cheney, ofrec¨ªa todo tipo de est¨ªmulos a la b¨²squeda de petr¨®leo en Alaska y en los yacimientos costeros y favorec¨ªa la construcci¨®n de nuevas centrales nucleares, pero no se refer¨ªa apenas a la infraestructura de distribuci¨®n, un negocio de escasa rentabilidad para las compa?¨ªas del sector. Ese proyecto fue rechazado frontalmente por los dem¨®cratas y algunos republicanos.
Otro republicano que procur¨® insuflar aires de triunfo a un fracaso indiscutible fue el gobernador del Estado de Nueva York, George Pataki. "Cuesta creer que 30 horas atr¨¢s estuvi¨¦ramos inmersos en el peor apag¨®n de nuestra historia", proclam¨® el viernes a medianoche, cuando los rascacielos volvieron a iluminarse por completo. "Hab¨ªamos perdido el 85% de nuestro suministro el¨¦ctrico, y ya lo hemos recuperado por completo. Es extraordinario".
Nueva York demostr¨® de nuevo ser una ciudad capaz de resistirlo todo, pero en los pr¨®ximos meses su crisis financiera se ver¨¢ agravada por el coste del apag¨®n, estimado por el Ayuntamiento en unos 750 millones de d¨®lares, entre p¨¦rdidas de ingresos fiscales y pago de horas extraordinarias. El coste humano, sin embargo, pudo haber sido mucho peor.
Unos 600 convoyes de metro quedaron detenidos en los t¨²neles en el momento del apag¨®n, las 4.11 de la tarde del jueves, y hubo que evacuar a 400.000 personas; pese al masivo volumen de la emergencia subterr¨¢nea, todo se resolvi¨® en horas, sin m¨¢s consecuencias que desmayos y crisis nerviosas. Un ni?o de seis a?os muri¨® esa noche en un incendio en la ciudad, al igual que una mujer en Connecticut, y un hombre falleci¨® de infarto. Los neoyorquinos superaron la prueba con gran fortaleza de ¨¢nimo.
En otros lugares, la paciencia de la poblaci¨®n rozaba ayer el l¨ªmite. En Detroit, capital mundial del autom¨®vil, sede de Ford, General Motors y DaimlerChrysler, muchas gasolineras segu¨ªan sin funcionar porque los surtidores carec¨ªan de corriente, y la Guardia Nacional se encargaba de distribuir y racionar el combustible: la compra m¨¢xima permitida era de 10 d¨®lares, la mitad de un dep¨®sito de utilitario. Sin gasolina, adem¨¢s, los generadores no funcionaban. El gobernador del Estado de Michigan declar¨® el estado de emergencia en el ¨¢rea metropolitana de Detroit.
Las m¨¢s de 50 factor¨ªas automovil¨ªsticas de Michigan, Ohio y Ontario (Canad¨¢), organizadas para trabajar las 24 horas del d¨ªa, segu¨ªan paradas, con decenas de miles de empleados inactivos, y el transporte a¨¦reo s¨®lo funcionaba parcialmente en el cuadrante noreste. Unos 400 vuelos fueron cancelados y durante toda la jornada de ayer siguieron acumul¨¢ndose los retrasos en los aeropuertos.
En Cleveland (Ohio) se hab¨ªa recuperado el suministro de corriente, pero no el agua potable, y el Ej¨¦rcito conduc¨ªa camiones cisterna por las calles para que los ciudadanos llenaran cubos y garrafas.
En Toronto (Canad¨¢) el suministro el¨¦ctrico era intermitente y se cortaba cada dos horas, ya que no se pod¨ªa abastecer a la vez a toda la ciudad, con cuatro millones de habitantes. Ottawa, la capital canadiense, donde se registraron los peores incidentes en la noche del jueves al viernes (23 denuncias de saqueo y dos muertes), estaba en calma.
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