Ferrero cuadra su liderato mundial

Todo parece estar al alcance de Juan Carlos Ferrero. Con 23 a?os, el valenciano cuadr¨® ayer el segundo objetivo que se hab¨ªa propuesto para esta temporada. El primero lo logr¨® el pasado mes de junio en Roland Garros, cuando gan¨® su primer t¨ªtulo del Grand Slam. Pero le quedaba una haza?a pendiente que ¨¦l valoraba todav¨ªa m¨¢s: ser n¨²mero uno del mundo. Y ayer cuadr¨® este hito, que se hab¨ªa convertido en el principal motor de su carrera en estos ¨²ltimos a?os.

Lo hizo de una forma brillante, porque gan¨® a Andre Agassi en el Open de Estados Unidos, o sea en su casa, en unas semifinales, en una superficie dura, y se clasific¨® para su primera final del abierto americano. "Es un sue?o", reconoci¨® Ferrero. "Pero he trabajado mucho para conseguirlo. Y ahora la idea es seguir ah¨ª. Espero desarrollar el mismo nivel de tenis que hasta ahora en la final". Su victoria se concret¨® en un 6-4, 6-3, 3-6, 6-4 en 2 horas y 36 minutos. En la final (22.00, Eurosport), se enfrentar¨¢ al argentino David Nalbandian o al estadounidense Andy Roddick, que no hab¨ªan concluido su partido al cierre de esta edici¨®n.

Ferrero se convierte en el tercer espa?ol que accede a la final del Open de EEUU. Manuel Santana abri¨® la puerta en 1965 al ganar el torneo cuando a¨²n se disputaba en Forest Hills y en hierba. Diez a?os m¨¢s tarde, Manuel Orantes logr¨® tambi¨¦n el t¨ªtulo, superando a Jimmy Connors en tierra batida. Y ayer, Ferrero se clasific¨® para la final apeando a otra leyenda del tenis estadounidense con ocho Grand Slam a cuestas, Agassi. Por otra parte, el de Ontinyent ser¨¢ el 21? n¨²mero uno de la historia y el segundo espa?ol que llega tan alto: s¨®lo Carlos Moy¨¤ lo hab¨ªa conseguido, en marzo de 1999. Orantes y ?lex Corretja fueron segundos. Santana lleg¨® a encabezar una clasificaci¨®n oficiosa, mucho antes de que se creara el ranking mundial en 1973.

Sin embargo, tan importante como todo eso es la constataci¨®n de que el tenis de Ferrero es equiparable al de los mejores del mundo, en todas las superficies. Ya dej¨® claro en Roland Garros que no hay nadie que pueda mantener su ritmo en tierra batida. Pero en Nueva York ampli¨® su campo de acci¨®n y demostr¨® que tambi¨¦n en superficies r¨¢pidas es un rival temible. Super¨® al australiano Lleyton Hewitt con una solvencia incre¨ªble en los cuartos de final. Y ayer, en semifinales, volvi¨® a jugar a un nivel alt¨ªsimo frente a Andre Agassi.

Su carrera ha dado este a?o un salto espectacular por dos factores muy concretos: su victoria en Roland Garros y la sustancial mejora de su primer y su segundo saque. Lo primero le dio una estabilidad emocional indispensable para poder lograr su gran objetivo del a?o - la consecuci¨®n del liderato mundial-, y le abri¨® las puertas del resto de grandes torneos. Ahora ya no debe obsesionarse con ganar un Grand Slam, porque ya lo tiene. Su carrera est¨¢ a salvo. Pero ¨¦l no se conforma con lo que ha atesorado. Busca m¨¢s. Y la prueba m¨¢s evidente de ello es que sigue trabajando en mejorar su juego.

Los 21 aces que conect¨® frente a Hewitt lo acreditan. Y los 12 y los m¨²ltiples puntos de saque que logr¨® ante un restador del nivel de Agassi, lo corroboran. El saque fue un elemento fundamental en su victoria de ayer. Pero tan destacable como este golpe fueron todos los dem¨¢s y la positiva mentalidad con que afront¨® el duelo. S¨®lo tuvo un momento de duda, cuando perdi¨® la concentraci¨®n en la tercera manga al ceder dos bolas para colocarse con 4-2. Agassi se acogi¨® a aquel resquicio para ganar una manga. Pero en la ¨²ltima, el espa?ol no le permiti¨® remontar.