Trabajadoras del sexo
He o¨ªdo decir en televisi¨®n al se?or Ruiz-Gallard¨®n que va a poner un sueldo de 50.000 de las antiguas pesetas a las prostitutas. Yo no tengo nada en contra de esa profesi¨®n, ni mucho menos. Eso s¨ª, me hiere en los m¨¢s profundo de mi ser que yo haya estado toda la vida trabajando cotizando al m¨¢ximo, primero en un negocio familiar y los ¨²ltimos 30 a?os trabajando en una f¨¢brica durante 12 horas diarias (a veces los fines de semana y festivos) para tener ahora una pensi¨®n digna. En 1992, cuando me quedaban cinco a?os para la jubilaci¨®n, nos despidieron a todos por crisis en la empresa y la paga se qued¨® en el 50%. Existe el agravante de que, como consecuencia del trabajo, los huesos se me quedaron hechos cisco y ahora ciertos medicamentos para esta enfermedad o deterioro los tengo que costear por mi cuenta.
Es indignante que a estas "se?oras o se?oritas", que son j¨®venes en edad de producir y cotizar a la Seguridad Social, no s¨®lo no lo hacen, sino que encima les dan un sueldo. ?ste es un pa¨ªs demencial.
Me parecer¨ªa bien que estas trabajadoras del sexo viesen legalizado su trabajo y cotizasen a la Seguridad Social, que hace falta una ayuda. Adem¨¢s, estar¨ªa bien que tuvieran su entorno de trabajo y que no est¨¦n en lugares c¨¦ntricos o transitables. Al igual que ocurre con los parques tem¨¢ticos o los centros de recreo que est¨¢n en las afueras, quien quiera divertirse y gozar de estos servicios que acuda all¨ª. Lo que no puede ser es que est¨¦n ejerciendo en casas de vecinos o en la calle. Hay ciertas calles a las que no se puede ir a comprar, y no me extra?a que los comerciantes "echen chispas".
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