?Qui¨¦n se ha beneficiado de la reforma del IRPF?
El retraso en la publicaci¨®n de la Memoria de la Administraci¨®n Tributaria del a?o 2000 ha propiciado un debate en vac¨ªo sobre los efectos pretendidamente redistributivos de la reforma fiscal del Gobierno realizada en 1999 (Ley 40/1998). Una vez disponibles los datos agregados de fuente oficial, tenemos la oportunidad de replicar las simulaciones previamente realizadas. El procedimiento habitual consiste en comparar las estructuras tributarias antes y despu¨¦s de la reforma, y evaluar tanto la progresividad como el efecto redistributivo del impuesto.
La informaci¨®n de la Agencia Tributaria se presenta agrupada en 36 tramos de renta, con modificaciones tales respecto a ejercicios precedentes que en la pr¨¢ctica implican un efecto de enmascaramiento y dificultan relativamente su evaluaci¨®n. Se alteran tanto los intervalos de agregaci¨®n, como los criterios de identificaci¨®n de la renta disponible, sustituy¨¦ndose el enfoque de la base liquidable de 1998 por una alternativa de base imponible incrementada por el m¨ªnimo personal y familiar en 1999.
La reforma ha reducido la capacidad redistributiva y la progresividad
Una condici¨®n esencial para un riguroso trabajo de evaluaci¨®n comparativa de las estructuras fiscales correspondientes a ambos periodos consiste en definir qu¨¦ se entiende por renta disponible a los efectos del impuesto. Es ¨¦sta una cuesti¨®n debatible, por cuanto son numerosas las modificaciones introducidas por la reforma. Entre las alternativas, probablemente la m¨¢s adecuada y coherente con la intenci¨®n de la Agencia es identificar la renta disponible con la base imponible incrementada por el m¨ªnimo personal y familiar para el IRPF 99, al efecto de generar una base de comparaci¨®n homog¨¦nea.
A partir de este criterio de homogeneizaci¨®n, y m¨¢s all¨¢ de los debates nominalistas, puede concluirse que no se ha producido en la pr¨¢ctica el pretendido descenso de la presi¨®n fiscal real. La realidad es que los tipos medios efectivos del impuesto, que se situaban en el 14,91% en el IRPF 98, no s¨®lo no se reducen en 1999, sino que se elevan ligeramente hasta alcanzar el 14,94%.
Del estudio preciso y detallado de los datos de la Agencia se obtienen las siguientes constataciones acerca de los cambios en la distribuci¨®n de la renta:
a) Los seis primeros grupos (establecidos por decilas o d¨¦cimas partes) de menor renta han perdido cuota de participaci¨®n en el total de la renta disponible; en tanto que los cuatro grupos restantes, de mayor renta, han ganado peso relativo en la misma. Es especialmente significativo que el 10% de los contribuyentes con los mayores ingresos, que en 1998 dispon¨ªan del 31,71% de la renta, incrementan en 1999 su participaci¨®n alcanzando el 34,76% de los ingresos disponibles declarados.
b) Por otra parte, seg¨²n los datos del IRPF 98, el 29,14% de los contribuyentes con menores ingresos obten¨ªan el 10% de las rentas declaradas. Mientras que, en el otro extremo, dicha proporci¨®n de disposici¨®n de renta s¨®lo requer¨ªa la presencia del 1,33% de los contribuyentes de mayores ingresos. Dicho perfil desigual se acent¨²a en el IRPF 99, toda vez que las cifras pasan a ser del 36,02% de los contribuyentes en el primer caso y del 0,99% en el segundo.
c) Finalmente, el porcentaje del impuesto medido por la cuota de autoliquidaci¨®n satisfecha revela que mientras en el IRPF 98 el grupo (decila) de contribuyentes de menor renta satisfac¨ªan el 1,48% de la cuota total, dicho porcentaje se elevaba en 1999 hasta alcanzar el 1,51%. Lo contrario ocurr¨ªa con el grupo de contribuyentes de rentas m¨¢s elevadas, que pasaban de aportar el 23,16% de la cuota total en 1998 al 21,78% en 1999.
La capacidad redistributiva del impuesto es un adecuado indicador de la progresividad del mismo. Pero conviene precisar con mayor detalle algunas de las cuestiones asociadas con los efectos redistributivos de la reforma:
d) En cuanto al reparto de la carga tributaria, s¨®lo tres de los diez grupos de rentas en que se distribuye la informaci¨®n han visto reducirse su tipo medio. De estos tres grupos de contribuyentes, la rebaja m¨¢s significativa se ha producido en el grupo de los ciudadanos con rentas m¨¢s elevadas.
e) El montante total de los recursos redistribuidos a trav¨¦s del impuesto se ha reducido ostensiblemente con la nueva estructura tributaria. La capacidad de aportaci¨®n del grupo perceptor de rentas m¨¢s elevadas (la decila m¨¢s alta) ha disminuido en t¨¦rminos absolutos y relativos, pasando su aportaci¨®n desde el 56,01% en 1998 al 50,27% en 1999.
Por ¨²ltimo, todos los indicadores habituales en la evaluaci¨®n acad¨¦mica de la progresividad, sin excepci¨®n, obtenidos directamente de los datos agregados de la Agencia Tributaria, revelan que el IRPF 99, tras la reforma, genera un efecto redistributivo sensiblemente inferior al observado en IRPF 98. Por lo que puede concluirse con rotundidad que la reforma del Gobierno tendr¨¢ eventualmente otras virtudes, pero desde luego ha reducido la capacidad redistributiva y la progresividad del impuesto.
Zen¨®n J. Ridruejo y Julio L¨®pez son catedr¨¢tico y titular, respectivamente, de Fundamentos del An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valladolid y miembros del equipo que elabor¨® Una alternativa fiscal para Espa?a
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