Final bomba

Las canastas de Navarro, la fe en la defensa y el desenlace. Todo fue bomba en el ag¨®nico final con el que Espa?a liquid¨® a su bestia negra de otros tiempos, Italia, y alcanz¨® la clasificaci¨®n para jugarse hoy la medalla de oro del Campeonato de Europa de baloncesto ante Lituania y, de paso, la invitaci¨®n para los Juegos Ol¨ªmpicos del a?o pr¨®ximo en Atenas. Dos p¨¢jaros, de un tiro. Incluso tres, si se tiene en cuenta tambi¨¦n el punto de ascendencia que marca hoy por hoy el basket espa?ol sobre el italiano, que tan mal se le hab¨ªa dado casi siempre.

Esta vez Espa?a actu¨® a favor de inventario, con una fe que no perturb¨® siquiera el excelente rendimiento de Italia, que se super¨® como siempre hace en las ocasiones estelares y que, en varios momentos, tuvo un pie sobre el cuello del equipo de Moncho L¨®pez, al que le cost¨® entrar en materia y que en el primer tiempo roz¨® el descalabro (29-40). Pero ahora quienes deciden son Gasol y Navarro. Ayer le toc¨® el turno al segundo en un ¨²ltimo cuarto sublime, en el que desquici¨® a la defensa italiana y anot¨® 13 puntos. Pero la puntilla la dio la defensa espa?ola, que liquid¨® a Italia con la misma receta que tantos a?os ha utilizado el cuadro transalpino.

Quedaban 18 segundos. Espa?a ganaba por 81-79 y, en vez de hacer una falta para garantizarse la ¨²ltima posesi¨®n, decidi¨® defenderse hasta el bocinazo final. Fue un triunfo a la italiana. El ¨²ltimo cartucho lo tuvo Bulleri, pero el base del Benetton de Treviso tuvo que arquearse tanto que el bal¨®n se fue al hierro. Pudo haber entrado, pudo haber ganado Italia, es cierto. Pero Espa?a actu¨® en todo momento con un talante optimista; con errores y dificultades, pero sin transmitir las dudas y el pesimismo de otros decenios. Y eso que estuvo en precario en muchos momentos.

Tuvo que corregir el equipo espa?ol su gris¨¢ceo juego de la primera parte y sobrevivir al discreto partido de Gasol, muy encajonado por la defensa rival, favorecida por la falta de tiro exterior en el primer tiempo. El ataque qued¨® por momentos al borde de la par¨¢lisis absoluta y agot¨® en ese tramo hasta cuatro veces los 24 segundos de posesi¨®n sin llegar a lanzar, anestesiado como estaba por la cerrada cobertura contraria.

Navarro no afin¨® de primeras y sus relevos, Grimau y Herreros, no enmendaron la plana. La producci¨®n ofensiva se resinti¨® tanto que, cuando Gasol goz¨® de un breve descanso, la brecha empez¨® a abrirse hasta extremos peligrosos.

Los italianos iban a favor de corriente, c¨®modos por la rentabilidad que les daba su defensa, que beneficiaba las r¨¢pidas transiciones de Bulleri, combinadas con ataques tan al borde de su tiempo de posesi¨®n que en tres ocasiones anotaron justamente cuando el reloj se pon¨ªa a cero. Bulleri llev¨® por la calle de la amargura a Calder¨®n y Marco. Es un tipo de lo m¨¢s activo, veloz y decidido, que, de tanto trotar, acab¨® confundiendo a los dos directores de orquesta espa?oles.

Pero en el segundo tiempo Espa?a fue la que atornill¨® en la defensa e igual¨® el partido despu¨¦s de anotar dos triples y de que Garbajosa diera un recital de astucia en el juego ofensivo. En el ¨²ltimo tramo, Jim¨¦nez desestabiliz¨® a la defensa italiana a base de cortar por dentro de la zona y Navarro decidi¨® tomar las riendas. Lanz¨®, penetr¨®, provoc¨® faltas... Italia jug¨® a la confusi¨®n utilizando una defensa en zona en los ¨²ltimos tres minutos y medio. Pero Navarro la rompi¨® y empuj¨® a Espa?a a una ventaja sustancial: 81-76 a 47 segundos de la conclusi¨®n.

El final fue el¨¦ctrico porque Bulleri anot¨® un triple y Navarro cometi¨® acto seguido una falta en ataque. Quedaban 18 segundos y, en el tiempo muerto, el equipo espa?ol decidi¨® jug¨¢rsela a defenderse, sin cometer falta. Le sali¨® bien. Tir¨® Bulleri, fall¨® y... Espa?a disputar¨¢ hoy su quinta final en la historia de un Europeo que jam¨¢s ha logrado ganar. La oportunidad es esta vez de oro.