Asesinado un jefe de polic¨ªa y otro soldado de EE UU

Dos nuevos incidentes recordaron ayer la inseguridad que se ha adue?ado de Irak tras su ocupaci¨®n por la coalici¨®n que lidera EE UU. Tres desconocidos asesinaron en Faluya, a 50 kil¨®metros al oeste de Bagdad, al jefe de polic¨ªa de una localidad cercana, y otro soldado norteamericano muri¨® en un nuevo ataque de la resistencia en Bagdad. La resistencia contra los ocupantes es muy intensa en los alrededores de Faluya, por lo que no se descarta que el ataque sea obra de activistas que ven a la nueva polic¨ªa iraqu¨ª como colaboracionistas.

El ataque contra el convoy en el que viajaba el soldado muerto se produjo de madrugada en la capital. Los agresores dispararon una granada anticarro que alcanz¨® el veh¨ªculo en el que viajaba. Con ¨¦l se elevan a 73 los soldados estadounidenses que han perdido la vida en acciones de la resistencia desde el 1 de mayo, cuando Washington anunci¨® el fin de las operaciones militares de envergadura.

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que el domingo reconoci¨® en Bagdad que estos ataques estaban impidiendo la estabilizaci¨®n de Irak, realiz¨® ayer un viaje altamente simb¨®lico. Se traslad¨® a Halabya, la localidad kurda que el r¨¦gimen de Sadam Husein atac¨® con gases qu¨ªmicos en 1988 causando la muerte de 5.000 personas. All¨ª inaugur¨® un museo y un monumento conmemorativo. Aunque ahora su visita sirva para subrayar la crueldad de la dictadura, en aquella fecha EE UU mir¨® para otro lado, interesado como estaba en que Irak no perdiera la guerra que libraba con Ir¨¢n.