El Sevilla da por bueno su empate en Mallorca

Empate sin sobresaltos en Son Moix entre dos equipos todav¨ªa a medio hacer, con claras dificultades para mantener una m¨ªnima regularidad durante los 90 minutos. Comenz¨® mandando el Sevilla. Los de Caparr¨®s son voluntariosos buscando la pelota y se encuentran c¨®modos esperando el contragolpe.

Su referente en ataque, Dar¨ªo Silva, avis¨® varias veces antes de quedarse solo en el ¨¢rea local y enchufar el gol andaluz, sin oposici¨®n alguna. La defensa del Mallorca se dedicaba, en ese preciso instante, a protestar una posible falta que invalidara el tanto.

Casquero pudo aprovechar la modorra balear para poner tierra por medio, al estrellar el bal¨®n en el palo poco antes de cumplirse la media hora de partido. Hac¨ªa tiempo que el Sevilla marcaba el tempo del encuentro cuando el Mallorca despert¨® de la siesta. Eto'o bregaba en terreno contrario, aparentemente desasistido y aislado.

Al Mallorca le cuesta dar con la v¨ªa del gol: sin la magia de Ibagaza, la conexi¨®n con la delantera funciona a trompicones. As¨ª las cosas, el empate lleg¨® de falta directa, lanzada por Bruggink con precisi¨®n, por encima de la barrera y lejos de los guantes de Notario.

El Mallorca tuvo el bal¨®n en el segundo tiempo, aunque lo movi¨® con desigual acierto. La zaga rojilla, insegura y descoordinada hasta entonces, se liber¨® de los incisivos serpenteos de Reyes, sustituido. Pero la carencia ofensiva de los baleares se hizo patente con un juego romo, sin mordiente: Eto'o desperdici¨® una de las pocas ocasiones en que los baleares desbordaron a la defensa sevillista.

Como mal menor, la grada se content¨® con abuchear generosamente la actuaci¨®n arbitral. El Sevilla, ajeno a las tribulaciones locales, dio carpetazo al asunto y agradeci¨® el pitido final.