79 kil¨®metros de atascos en el D¨ªa sin Coches

-Perdone, agente, tengo que pasar. Tengo que ir a la calle del Arenal.

-No se puede. Hoy es el D¨ªa sin Coches y no puede usted circular por el centro.

-?Pero es que yo tengo que currar, oiga; tengo que descargar y no puedo hacerlo si no me dejan pasar!

-S¨®lo pueden hacerlo los residentes, los ciclistas y el transporte p¨²blico.

-?Pues vaya con la ide¨ªta! ?S¨®lo para fastidiar a los currantes!

El D¨ªa sin Coches, esa iniciativa de la Uni¨®n Europea que pretende concienciar a los ciudadanos sobre la conveniencia de limitar el uso del veh¨ªculo privado frente al transporte p¨²blico, empez¨® en Madrid a las diez de la ma?ana con el enfado de muchos madrile?os. Los polic¨ªas municipales llegaron la la glorieta de Cibeles, pusieron las vallas met¨¢licas y prohibieron el paso a todos los que pretend¨ªan atravesar con su coche el centro de la capital.

Las restricciones afectaron sobre todo a las tareas de carga y descarga en Centro

El atasco fue cuesti¨®n de segundos. Una larga hilera de coches intentaba continuar su recorrido por la calle de Alcal¨¢, mientras que otra procedente del paseo de la Castellana trataba de hacer lo mismo. Cuando ambas se encontraron se form¨® un tap¨®n que tard¨® una hora en desatascarse.

La raz¨®n, aparte de la gran cantidad de coches que circulaban ayer por la capital, era que los agentes atend¨ªan a todos los conductores que quer¨ªan transitar por la zona restringida. Hubo despistados -"?Qu¨¦ pasa hoy aqu¨ª? ?Alg¨²n coche oficial?"-, residentes que tardaban minutos en mostrar su carn¨¦ de identidad para que les dejaran pasar y motociclistas que no sab¨ªan que ellos s¨ª pod¨ªan pasar: "El cartel pone ciclistas y yo voy en moto".

Pero las molestias afectaron sobre todo a los trabajadores que ten¨ªan que cargar o descargar en el centro de la capital. La mayor¨ªa mantuvieron largas discusiones con los agentes municipales, a los que trataban de convencer para que los dejaran pasar. Todo eso deriv¨® en lo que precisamente se quer¨ªa evitar: atascos, tensiones, y la habitual sinfon¨ªa del claxon y del insulto.

La escena se repiti¨® en todos los puntos en los que la Polic¨ªa Municipal puso en marcha el dispositivo especial para restringir el tr¨¢fico: calle de Bail¨¦n, Mayor, Puerta del Sol, Gran V¨ªa, plaza de Espa?a, Alcal¨¢ y glorieta de Cibeles. Un grupo de obreros que trataba de acceder a Mayor tuvo que dejar su coche mal aparcado y cargar con sus herramientas hasta el convento de las Jer¨®nimas en la plaza del Conde de Miranda: "Pues es una faena. Pero peor para ellos, porque por no dejarnos entrar hemos dejado el coche en doble fila".

El D¨ªa sin Coches tampoco se tradujo en el d¨ªa con bicicletas. La mayor¨ªa de los que utilizaron ayer este medio de transporte suelen hacerlo diariamente y algunos de los que lo emplearon ayer excepcionalmente acabaron circulando por las aceras. "Es que aqu¨ª todo el mundo conduce de forma muy agresiva y la bici es peligrosa", se quejaba una joven de 20 a?os.

Javier y Manu, dos ciclistas que han recorrido algunos pa¨ªses de Europa en bicicleta, eran de la misma opini¨®n: "Madrid es la ciudad m¨¢s incivilizada, no est¨¢ preparada para circular as¨ª. No hay carriles especiales y est¨¢ muy lejos de Amsterdam, la capital ideal para las bicicletas". Por lo dem¨¢s, la jornada se pareci¨® mucho a la de todos los d¨ªas y los llamamientos para dejar el coche en el garaje no sirvieron demasiado. A las 8.30, seg¨²n la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico, los accesos a la capital registraron 79 kil¨®metros de retenciones en el conjunto de las v¨ªas, un nivel de congesti¨®n muy similar al del lunes pasado. En el centro, el tr¨¢fico se redujo entre un 5% y un 6%, seg¨²n se?al¨® ayer el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo. ?l no vio los atascos. "Durante el D¨ªa sin Coches se ha conseguido reducir la circulaci¨®n sin producir colapsos", se?al¨® ayer.

Como es habitual en estos d¨ªas, los pol¨ªticos se sumaron a la celebraci¨®n y usaron el transporte p¨²blico para llegar a sus puestos de trabajo. Pedro Calvo us¨® el tren de cercan¨ªas hasta la estaci¨®n de Recoletos y luego se fue a pie hasta el Ayuntamiento. El candidato socialista a la Comunidad de Madrid escogi¨® el metro, lo mismo que el de IU, Fausto Fern¨¢ndez. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, prescindi¨® del veh¨ªculo oficial y fue andando desde su casa hasta su despacho.

La an¨¦cdota del d¨ªa la protagoniz¨® la portavoz de IU en el Ayuntamiento, In¨¦s Saban¨¦s, que se encontr¨® con un grupo de periodistas a la salida del metro de Sol. Saban¨¦s, sorprendida, pregunt¨® a los periodistas que c¨®mo se hab¨ªan enterado de que iba usar el suburbano, pero ¨¦stos le contestaron que ellos esperaban a la portavoz socialista, Trinidad Jim¨¦nez, que les hab¨ªa convocado el d¨ªa antes para retratar el momento. Jim¨¦nez no pudo acudir a la cita por encontrarse enferma con fiebre.