Berlusconi se enfrenta con su vicepresidente por la propuesta de dar el voto a los inmigrantes en Italia

Gianfranco Fini, l¨ªder del partido ex fascista Alianza Nacional y vicepresidente del Gobierno de Silvio Berlusconi, ha dado una nueva vuelta al caleidoscopio de la pol¨ªtica italiana y ha conmocionado al resto de la coalici¨®n conservadora con una propuesta propia de la izquierda: que los inmigrantes puedan votar. Fini parece decidido a imitar el populismo derechista del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, y a romper fronteras ideol¨®gicas, prepar¨¢ndose para el d¨ªa en que se apague la estrella de Berlusconi.

El primer ministro intent¨® ayer calmar los ¨¢nimos dentro de la coalici¨®n y dijo que era "posible" hablar del voto de los inmigrantes. Pero marc¨® l¨ªmites a las maniobras de Fini: si el l¨ªder de la Alianza hiciera caer al Gobierno, Berlusconi se negar¨ªa a recomponer el mosaico y convocar¨ªa elecciones anticipadas.

Silvio Berlusconi est¨¢ habituado a las crisis. Umberto Bossi y su Liga Norte amenazan con frecuencia con romper el pacto de Gobierno. Berlusconi, sin embargo, tiene con Bossi una peculiar relaci¨®n personal y sabe adem¨¢s que la Liga Norte est¨¢ limitada a una zona concreta del pa¨ªs y a un electorado visceral y movedizo. Fini, en cambio, podr¨ªa ser un rival peligroso en el futuro. Por otro lado, sin los votos de Fini, todas las televisiones y todo el dinero ser¨ªan tal vez insuficientes para que Berlusconi se mantuviera en el poder.

"Simple sentido com¨²n"

Gianfranco Fini, impasible, se declara leal a Berlusconi y argumenta que conceder el voto a los inmigrantes legales ser¨ªa una forma inteligente de demostrar que la represi¨®n contra los sin papeles no procede de ning¨²n racismo, sino del respeto a la ley y del "simple sentido com¨²n". La izquierda, atrapada en la maniobra, no puede sino aplaudir la propuesta del hombre que s¨®lo unos a?os atr¨¢s consideraba a Benito Mussolini "el estadista m¨¢s importante del siglo XX".

Fini no niega su admiraci¨®n por el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac. Y pone a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar como ejemplo a seguir cuando expone sus planes para "modernizar a la derecha". Lo que no est¨¢ claro es que los votantes y los parlamentarios de Alianza Nacional quieran modernizarse. Alessandra Mussolini, la nieta del dictador, calific¨® el mi¨¦rcoles de "marroqu¨ª" a su jefe de filas, y la viuda de Giorgio Almirante, duce del neofascismo y tutor pol¨ªtico del joven Fini, lo desprecia abiertamente.

La jugada es de gran riesgo. Cuando Fini insiste en presentar ante el Parlamento la ley sobre el voto de los inmigrantes y sugiere que "existe una mayor¨ªa para aprobarla", no hace sino sumar a la izquierda los votos de Alianza Nacional. "Fini ha traicionado las ra¨ªces mismas del Polo de las Libertades y se ha pasado con armas y bagajes al bando contrario", manifest¨® el ministro de Justicia, Roberto Castelli. El heredero del neofascismo busca aproximarse a los fragmentos democristianos que se adhirieron al experimento centroizquierdista del Olivo y, a partir de ah¨ª, hace concebible un nuevo equilibrio de coaliciones, m¨¢s all¨¢ de la te¨®rica divisi¨®n izquierda / derecha creada por el primer ministro Berlusconi.

Podr¨ªa ocurrir que Fini acabara en ninguna parte: rechazado por la derecha, ignorado por la nebulosa de la izquierda y detestado por las bases de su partido. A¨²n tiene tiempo para maniobrar. El Gobierno de Silvio Berlusconi resistir¨¢, al menos hasta que a finales de diciembre concluya la presidencia italiana de la Uni¨®n Europea, y quiz¨¢ bastante m¨¢s all¨¢.

En cuanto a su propio partido, se declara tranquilo: "Es normal que ciertas propuestas sean discutidas, y est¨¢ muy bien que en un partido se debata libremente sobre pol¨ªtica, y no sobre cargos y prebendas", se?ala.