El dilema de Carew
Frustrado por perder ante Bosnia y ser insultado, el delantero golpe¨® a un compa?ero, critic¨® al seleccionador y renunci¨® a jugar m¨¢s con Noruega, aunque ahora desear¨ªa enfrentarse al combinado espa?ol
La frustraci¨®n y la ira se apoderaron de John Carew el d¨ªa que atac¨® por detr¨¢s a su compa?ero de selecci¨®n John Arne Riise. Sentados en el autob¨²s despu¨¦s del entrenamiento, Carew se levant¨® col¨¦rico y le solt¨® varios codazos y pu?etazos al centrocampista del Liverpool. Lo dej¨® inconsciente y con la quijada maltrecha. "Es un milagro que no se la haya roto", dijo el m¨¦dico de la selecci¨®n. Carew y Riis hab¨ªan sido buenos amigos y la prueba es que el primero asisti¨® a la boda del segundo el pasado verano.
La agresi¨®n se produjo el 8 de septiembre, dos d¨ªas despu¨¦s de que Noruega perdiera en Sarajevo ante Bosnia en la fase de clasificaci¨®n para la Eurocopa (1-0). Ese partido fue el origen de todo. "El estadio", recuerda el representante del jugador, Per Flod, "emiti¨® toda clase de sonidos racistas contra John. ?l est¨¢ acostumbrado a eso, pero aquel d¨ªa le afect¨® mucho, sobre todo porque jug¨® mal y sus compa?eros, en vez de apoyarlo, lo responsabilizaron de la derrota".
As¨ª que Carew, de 24 a?os, regres¨® muy tocado a Noruega. Y m¨¢s lo estar¨ªa en el entrenamiento de la ma?ana siguiente, en las instalaciones de Drammen, que fue una verdadera escalada de tensi¨®n. Comenz¨® con Carew hablando por el tel¨¦fono m¨®vil, en pleno campo, poco antes de la sesi¨®n, precisamente con su representante, que trataba de darle ¨¢nimos. Pero le pill¨® el entrenador de porteros, Erik Thorsvedt, y le reprendi¨®. Luego, hubo entradas muy duras en el partidillo y algunas con Riis de protagonista. El jugador del Valencia cedido al Roma explot¨® en el autob¨²s. ?Pero qu¨¦ le dijo Riis para que reaccionara con tal violencia? "Lo s¨¦, pero no puedo decirlo", responde Flod. La federaci¨®n noruega trat¨® de tapar el incidente, pero no pudo. Y el seleccionador, Nils Johan Semb, expuls¨® a Carew de la concentraci¨®n de Noruega, que preparaba un amistoso frente a Luxemburgo. Riis reconoci¨® que hab¨ªa provocado a Carew, pidi¨® disculpas a sus compa?eros y asegur¨® que, una hora despu¨¦s de la pelea, ya hab¨ªan hecho las paces. Carew, por su parte, vol¨® a Roma como alma que lleva al diablo. Se sinti¨® traicionado por el seleccionador, al que hab¨ªa apoyado cuando le llov¨ªan las cr¨ªticas. Jur¨® que no volver¨ªa a la selecci¨®n y, una semana despu¨¦s, critic¨® p¨²blicamente a Semb desde Italia.
No s¨®lo eso. Ni siquiera atendi¨® al seleccionador cuando ¨¦ste trataba de alcanzar un acuerdo. Semb le exig¨ªa que pidiera disculpas y Carew no descolg¨® ni el tel¨¦fono. "He cometido un error, pero no debo pedir disculpas", declar¨®.
Ayer, sin embargo, la firmeza de su postura empez¨® a agrietarse al saber que el rival de Noruega en la repesca es Espa?a. Carew quiere enfrentarse a sus ex compa?eros del Valencia. Pero, aparte del orgullo, se lo impide una inflamaci¨®n de rodilla por la que lleva 10 d¨ªas convaleciente. Sus rodillas sufren para aguantar 89 kilos y 195 cent¨ªmetros. Hace dos temporadas, el Fulham, ingl¨¦s, ya rechaz¨® a ¨²ltima hora su fichaje por detectar problemas en estas articulaciones. "Pero esto de ahora no tiene nada que ver", asegur¨® ayer su agente.
Carew lleg¨® al Valencia en 2000 procedente del Rosenborg por nueve millones de euros. Su carrera en Mestalla estuvo llena de altibajos: instantes brillantes seguidos de ¨¦pocas desesperantes. No acab¨® de cuajar: marc¨® 11 goles en la primera Liga, uno en la segunda y ocho en la tercera.
El Roma se encaprich¨® de ¨¦l en la pasada edici¨®n de la Liga de Campeones, cuando le marc¨® en el estadio Ol¨ªmpico ese gol desde una esquina que algunos creyeron un churro y otros, una obra de arte. Ahora asegura estar feliz junto a Fabio Capello, que quer¨ªa un delantero de gran potencia para determinados partidos. Ha participado en tres de las cinco jornadas de Liga y ha marcado un gol, adem¨¢s de otro en la Copa de la UEFA.
En Valencia se aficion¨® a los toros, los coches de lujo y la comida italiana. Hijo de padre africano y madre noruega, es un chico impulsivo, "un ni?o grande", seg¨²n sus compa?eros. No mide sus declaraciones. Un d¨ªa, tras enfrentarse al Inter, dijo que Vieri era como Bambi, porque no sab¨ªa manejar el bal¨®n con los pies; y, en otra ocasi¨®n, manifest¨® que Ronaldo s¨®lo ten¨ªa un regate. Claro que siempre so?¨® con parecerse a Pel¨¦ y con poseer un regate propio, algo as¨ª como la bicicleta de Ronaldo. Su padre, que fue portero de la selecci¨®n de Gambia, graba todos sus encuentros y entrevistas: m¨¢s de 300 horas de v¨ªdeo. ?Tambi¨¦n los partidos frente a Espa?a?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.