Ser pobre en Barcelona

Nadie a simple viste la calificar¨ªa de pobre. Entrada en la cincuentena, con casi 30 a?os de profesi¨®n liberal a sus espaldas y con una vida desahogada hasta hace poco tiempo, B. H. nunca hab¨ªa pensado que formar¨ªa parte del grupo de 750.000 catalanes que viven sumidos en la pobreza. Separada, sin trabajo y a la espera de una pensi¨®n por invalidez que no acaba de llegar, a B. H. ya s¨®lo le queda esperar una orden judicial para que abandone su luminoso piso de Gr¨¤cia. No tiene nada. Emplea estos d¨ªas en malvender muebles, libros y hasta discos y en buscar una soluci¨®n en el ¨²ltimo momento para evitar el desahucio. En cinco semanas, seis como m¨¢ximo, se encontrar¨¢ en la calle s¨®lo con lo puesto.

M. H. es el perfil del nuevo pobre de Barcelona, y no sabe a qui¨¦n acudir. "No sabe la verg¨¹enza que se pasa al quedarse sin dinero en un lugar como este", dice refiri¨¦ndose a los vecinos, en su mayor¨ªa acomodados, con los que todav¨ªa comparte escalera. "Todav¨ªa no s¨¦ lo que me viene encima y tampoco s¨¦ c¨®mo lo voy a afrontar, nunca habr¨ªa imaginado que esto pod¨ªa pasarme a m¨ª", explica.

El caso de esta mujer es una historia real que pone rostro a la problem¨¢tica que ayer se debati¨® en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona. El concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento, Ricard Gom¨¤, present¨® ante diferentes asociaciones las l¨ªneas maestras que guiar¨¢n su departamento en los pr¨®ximos cuatro a?os para combatir la pobreza que se expande por Barcelona, una nueva pobreza con rostros y formas que muchos no habr¨ªan imaginado hace 10 a?os.

Ricard Gom¨¤ avanz¨® algunos datos que dibujan el perfil del barcelon¨¦s que se encuentra en riesgo de exclusi¨®n social por falta de recursos econ¨®micos. "Se trata de una mujer de edad avanzada, que vive sola y que no recibe atenci¨®n domiciliaria". Mujeres, y tambi¨¦n hombres, que no ingresan m¨¢s de 315 euros al mes, la mitad de la renta media por habitante.

La pobreza afecta al 50% de las mujeres viudas y al 33% de las personas separadas o divorciadas, sea cual sea su edad. De hecho, muchas de estas personas s¨®lo ingresan el dinero de la renta m¨ªnima de inserci¨®n, que apenas alcanza los 300 euros.

Para luchar contra la pobreza "oculta" Gom¨¤ se comprometi¨® ayer a trabajar con las organizaciones sociales y los t¨¦cnicos municipales y aplicar un plan de asistencia domiciliaria que ayude a paliar las situaciones de mayor precariedad. Actualmente, s¨®lo 6.400 ancianos tienen acceso a la asistencia domiciliaria. Gom¨¤ se comprometi¨® ayer a extender este servicio a otras 14.000 personas como un primer paso para universalizar la atenci¨®n domiciliaria con vistas a la pr¨®xima legislatura.

Las personas que cuentan con asistencia domiciliaria reciben ahora la ayuda de una trabajadora social una media de 4,5 horas por semana, que en muchos casos es insuficiente debido a la gran precariedad econ¨®mica y f¨ªsica del usuario. Son personas que deber¨ªan estar en una residencia, pero que tampoco encuentran una plaza a precio asequible. Son viejos y marginados. Y nadie parece verlos.