Mayo del 69

Bernardo Bertolucci ha vuelto. Despu¨¦s de unos a?os instalado en el esteticismo de las grandes superproducciones y en cierto amaneramiento a la hora de contar sus historias, el en¨¦rgico director italiano ha regresado a la rabia de sus mejores pel¨ªculas, al apartamento para dos que era El ¨²ltimo tango en Par¨ªs. De hecho, su nuevo filme se titula So?adores, pero bien pod¨ªa haberse bautizado como Apartamento para tres.

"?ramos antifascistas, aunque ni siquiera sab¨ªamos lo que eso quer¨ªa decir; nuestro antifascismo era algo teatral". Esta frase, escrita por Bertolucci en el a?o 1970 para La estrategia de la ara?a (su sexta pel¨ªcula), puede servir para definir el esp¨ªritu inmerso en So?adores y en sus tres personajes protagonistas: dos hermanos parisienses entregados a la sopa boba mientras sus padres andan de vacaciones, y un estudiante americano capaz de dejarse llevar por la confusi¨®n pol¨ªtica y social que le rodea.

Estamos en mayo de 1968. La pel¨ªcula es un juego de emociones continuo, en el que el objetivo es sorprender al contrario con la pregunta m¨¢s rebuscada, con la actitud m¨¢s desinhibida, con el reto m¨¢s jugoso. Los tres se dejan llevar por un esp¨ªritu libertario que contrasta con su comodidad real. Se asoman a la ventana y, al ver una manifestaci¨®n de protesta contra las autoridades, se unen a ella en un gesto m¨¢s oper¨ªstico que concienciado. De hecho, lo que m¨¢s les preocupa en la vida es que el cheque firmado por pap¨¢ llegue a sus manos en buena hora.

Al frente del reparto, los guapos semidebutantes Louis Garrel y Eva Green, junto al habitualmente torturado y prometedor Michael Pitt (el criminal d¨¦bil de Asesinato 1, 2, 3, de Barbet Schroeder, o el introvertido novio de Jem Lindley en Dawson crece). Bertolucci regresa as¨ª al universo de su mejor pel¨ªcula, a su furibundo tango en Par¨ªs. Atr¨¢s ha quedado la afectaci¨®n de obras como Belleza robada (1996), por no hablar de fracasos absolutos como El peque?o Buda (1993).

En contra de So?adores s¨®lo juega cierto estancamiento en su parte central y, sobre todo, la secuencia del intento de suicidio, tanto por la extra?a motivaci¨®n como por la resoluci¨®n del acontecimiento otorgada por el director y su guionista (Gilbert Adair). Pero, a pesar de ello, So?adores es sin duda lo mejor de Bertolucci en muchos a?os.