'Software' en los despachos
Las empresas comerciales entablan una batalla pol¨ªtica contra Linux
"Manos fuera". ?ste el mensaje que pregona Hugo Lueders en Europa y que esta semana ha transmitido a miembros del Gobierno espa?ol y de la oposici¨®n. La idea, b¨¢sicamente, es convencer a las administraciones p¨²blicas de que no deben establecer una preferencia legal por equipar sus ordenadores con programas de software abierto -aquel cuyo c¨®digo puede ser copiado y distribuido libremente-, tal y como han hecho comunidades aut¨®nomas como la extreme?a y la andaluza. La dur¨ªsima pelea comercial que enfrenta a los distribuidores de programas inform¨¢ticos de c¨®digo libre -con IBM a la cabeza- y los vendedores de software (programa) propietario -el m¨¢s visible, Microsoft- toma un nuevo cariz. Comienza la guerra de los despachos.
La Iniciativa para la Elecci¨®n del Software (ISC) agrupa a 300 empresas y asociaciones. Dice que su objetivo es promover el principio de "neutralidad" en las compras p¨²blicas de 'software'
El director general de ISC en Europa, Hugo Lueders, niega la acusaci¨®n de que ISC sea el 'brazo pol¨ªtico' de Microsoft en Bruselas y Washington
Lueders es el director general en Europa de la Iniciativa para la Elecci¨®n del Software (ISC, en sus siglas en ingl¨¦s), una asociaci¨®n que agrupa a casi 300 empresas y asociaciones tecnol¨®gicas y que nace con un credo aparentemente simple: promover el principio de "neutralidad" en las compras p¨²blicas de software, convenciendo a los pol¨ªticos de que deben elegir los programas en funci¨®n de su precio o caracter¨ªsiticas t¨¦cnicas, y no por el grado de apertura de su c¨®digo.
ISC, de hecho, asegura que no est¨¢ en contra del software abierto, en general, sino de las leyes que imponen compras p¨²blicas con software abierto, en particular. "Si despu¨¦s de realizar una valoraci¨®n del caso", explica Lueders, "el organismo llega a la conclusi¨®n de que la mejor soluci¨®n es la del c¨®digo abierto, no hay problema. As¨ª es la competencia".
Andaluc¨ªa y Extremadura
Decenas de Gobiernos en todo el mundo, ya sea nacionales (Brasil), regionales (Andaluc¨ªa) o locales (M¨²nich), han optado por este tipo de pol¨ªticas. Las razones para hacerlo var¨ªan, pero la mayor parte del ahorro que supone no gastar dinero en licencias de software -aunque s¨ª deben invertir en soporte t¨¦cnico-, as¨ª como la posibilidad de controlar el c¨®digo. Gobiernos como el extreme?o intentan, adem¨¢s, crear una industria propia de programas, rompiendo as¨ª con la tradicional dominaci¨®n de las multinacionales.
"Si alguien tiene alg¨²n problema con las posiciones de dominio en este mercado, debe acudir a las instituciones legales correspondientes", dice Lueders. "Lo que no se puede aceptar es que se utilicen las compras p¨²blicas para solucionar otros asuntos".
ISC se congratula de la posici¨®n del Gobierno espa?ol, "que es neutral" en este asunto, al igual que la de comunidades como la de Arag¨®n y Castilla-La Mancha. Valencia mantiene una posici¨®n favorable al c¨®digo libre, aunque no la ha transformado a¨²n en una pol¨ªtica concreta, y Extremadura y Andaluc¨ªa han optado claramente por ello.
Uno de los principios m¨¢s pol¨¦micos entre los que defiende la ISC afecta de lleno, de hecho, a Extremadura. El programa Linex de esta comunidad ha sido desarrolllado bajo un tipo de licencia -llamada GPL- seg¨²n la cual cada cambio en el c¨®digo debe ser aportado tambi¨¦n a la comunidad. ISC pide que los programas desarrollados con fondos p¨²blicos se distribuyan despu¨¦s "bajo licencia" (licencia propietaria).
Aunque el ejecutivo rechaza la palabra lobby (greupo de presi¨®n) para describir su trabajo, por las connotaciones negativas que tiene a este lado del Atl¨¢ntico, el hecho es que ISC trabaja como tal: tiene oficinas en Washington DC y Bruselas, y sus empleados dedican su tiempo a enviar cartas y a reunirse con pol¨ªticos y t¨¦cnicos de la Administraci¨®n. ISC es, de hecho, una divisi¨®n de Comptia, una de las mayores asociaciones tecnol¨®gicas del mundo. En ISC hay, en todo caso, ausencias significativas. IBM, que es miembro de Comptia y conocido por su apoyo activo al software libre, no pertenece a ISC.
?Y qui¨¦n cre¨® ISC? Lueders es vago al respecto, pero niega la acusaci¨®n de que ISC sea el brazo armado de Microsoft en Bruselas y Washington. "No es ning¨²n secreto que Microsoft es uno de nuestros miembros, y que tiene un gran inter¨¦s en esta iniciativa", dice. "Pero somos independientes. No recibimos ¨®rdenes de ninguno de nuestros miembros".
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