Revoluci¨®n seudoconservadora de Bush
Es alarmante contemplar al Gobierno del presidente George W. Bush. Estridentes y absortos por un r¨ªgido partidismo, los altos cargos del Gobierno han traicionado de hecho la causa ideol¨®gica conservadora, desmantelando las bases institucionales de la prosperidad econ¨®mica estadounidense y de la seguridad planetaria.
Empecemos por la pol¨ªtica econ¨®mica y el deliberado desequilibrio de las finanzas p¨²blicas estadounidenses a largo plazo. El objetivo ha sido a todas luces agravar la crisis financiera del Estado de bienestar social y provocar una reducci¨®n permanente en la redistribuci¨®n p¨²blica de la riqueza. Pero unos huevos rotos no necesariamente hacen una tortilla: los enormes (y todav¨ªa crecientes) d¨¦ficit fiscales de Bush s¨®lo han logrado estimular el nerviosismo ante una ralentizaci¨®n prolongada de la creaci¨®n de capital, del consumo dom¨¦stico y del crecimiento econ¨®mico.
Los d¨¦ficit fiscales de Bush han estimulado el nerviosismo por la ralentizaci¨®n de la creaci¨®n de capital, del consumo y del crecimiento
La pol¨ªtica fiscal s¨®lo es la punta del iceberg. Los trabajadores del acero coreanos podr¨ªan muy bien preguntar qu¨¦ ha sido del compromiso hist¨®rico del Partido Republicano por el libre comercio. Los agricultores africanos deber¨ªan preguntarse c¨®mo ha podido ser Bush -y no un dem¨®crata de izquierdas- el que ha echado abajo el logro que m¨¢s orgulloso hac¨ªa sentirse al ultraconservador Newt Gingrich: la reforma parcial de las subvenciones agr¨ªcolas.
La pol¨ªtica de seguridad del Gobierno de Bush es m¨¢s que alarmante: ha sido, por usar una de las expresiones m¨¢s frecuentes del presidente hoy en d¨ªa, terror¨ªfica. Los miembros del Gobierno est¨¢n intentando convencer a los periodistas de que Bush no enga?¨® a la opini¨®n p¨²blica sobre el programa de armamento nuclear de Sadam Husein. Esperan que los estadounidenses olvidar¨¢n todas esas confiadas predicciones de que ser¨ªa un paseo militar y de que las multitudes recibir¨ªan con aplausos y flores a las tropas estadounidenses y brit¨¢nicas.
El aspecto m¨¢s aterrador de la pol¨ªtica exterior de Bush es la teor¨ªa sobre el mundo que subyace en ella. Los aliados intelectuales del Gobierno de Bush acusan de "ingenuo" al Gobierno de Clinton, por creer que las relaciones internacionales forman un juego de suma positiva en el que todos los bandos pueden ganar. Hablan de que a EE UU le interesa conservar su poder econ¨®mico relativo, no s¨®lo el absoluto. Como afirma Dan Drenner, de la Universidad de Chicago, la l¨®gica de la Estrategia de Seguridad Nacional de Bush es "evitar que surjan otras grandes potencias, para garantizar el aumento a largo plazo de la libertad, la democracia y la prosperidad".
?Pero qu¨¦ significa "evitar que surjan otras grandes potencias"? ?Qu¨¦ podr¨ªa significar sino "intentar que China y la India sigan siendo desesperadamente pobres durante el mayor tiempo posible"? Cuando China y la India reduzcan solamente a la mitad la diferencia de renta que las separa del n¨²cleo industrial de la econom¨ªa mundial, el tama?o de su poblaci¨®n har¨¢ que se conviertan en muy grandes potencias.
A China y a India no les interesa seguir siendo pobres. Pero eso tampoco constituye un inter¨¦s nacional para EE UU. La historia de finales del siglo XIX y de todo el siglo XX nos ense?a que se produce algo especialmente peligroso para la paz mundial y la cordura pol¨ªtica durante las dos generaciones en las que las culturas pasan de una econom¨ªa pobre, rural y agr¨ªcola a un modo de vida rico, urbano e industrial (o posindustrial). La agresiva pol¨ªtica exterior de la Alemania guillermina, el perverso sufrimiento infligido a Rusia por Lenin y Stalin, el terror bajo Mao, las dictaduras de Mussolini y Franco, as¨ª como el monstruoso r¨¦gimen nazi se produjeron durante esta transici¨®n.
?Le interesa realmente a EE UU "evitar que surjan otras grandes potencias"? ?No deber¨ªan los dirigentes estadounidenses estar intentando acortar el periodo en el que otras sociedades son vulnerables a los males que convirtieron al siglo XX en el m¨¢s sangriento de la historia de la humanidad? ?No preferir¨ªamos reducir al m¨ªnimo en lugar de ampliar al m¨¢ximo el tiempo en el que podr¨ªamos enfrentarnos al problema de contener a una India nacionalista hind¨², a una China guillermina o a una Rusia de Weimar?
Hace tiempo que es necesario un completo cambio de personal en todos los niveles del Gobierno de Bush. El mundo no puede permitirse tener en los altos cargos del Gobierno estadounidense a seudoconservadores que no trabajan en favor de la paz y la prosperidad planetarias, sino que por el contrario mantienen una estrategia geopol¨ªtica peligrosamente equivocada.
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