La asignatura de la igualdad
Un instituto de Chiclana (C¨¢diz) imparte por primera vez clases contra la discriminaci¨®n de g¨¦nero
Bernardo Delgado de P¨¦rez acude a una entrevista de trabajo. Es calvo, paticorto y encorvado. Sus padres no quisieron que estudiara, cuida de sus hijos y su esposa es jefa de obra. La mujer que le entrevista le ofrece 360 euros mensuales. Pero lo rechaza porque prefiere a un hombre rubio, alto, soltero y con buena presencia. ?No es el mundo al rev¨¦s?
Esta historia no es real. Pero, ?lo ser¨ªa si la protagonista fuera una mujer? ?ste es uno de los ejercicios que han hecho los 21 alumnos que han escogido la asignatura Cambios Sociales y Nuevas Relaciones de G¨¦nero en el instituto Poeta Garc¨ªa Guti¨¦rrez de Chiclana de la Frontera (C¨¢diz), una materia optativa que se est¨¢ empezando a impartir ahora. El objetivo es que los estudiantes sepan que la discriminaci¨®n vulnera derechos fundamentales, que reflexionen sobre la igualdad entre hombres y mujeres y conozcan una realidad social que a veces se muestra injusta con el g¨¦nero femenino.
La profesora detect¨® que hab¨ªa estereotipos muy anclados en las mentes de sus alumnos
Otro tema que se trata en la asignatura es la violencia de g¨¦nero. A trav¨¦s de las clases, los estudiantes aprender¨¢n a identificar los comportamientos y las actitudes violentas hacia las mujeres, as¨ª como a adoptar una postura cr¨ªtica y de denuncia.
La profesora de F¨ªsica y Qu¨ªmica Ana Alonso del Pozo imparte esta asignatura a alumnos de 4? de ESO, de 15 y 16 a?os, dos veces a la semana y de una forma pr¨¢ctica. Los estudiantes est¨¢n repartidos en cinco mesas, y en cada una hay un chico: el resto son chicas. Hacen debates, dramatizaciones, buscan documentaci¨®n sobre distintos asuntos, realizan estad¨ªsticas y comentan temas como la evoluci¨®n de la igualdad de oportunidades, el feminismo de los a?os 70 o el sufragismo. "Lo que intento", afirma la profesora, "es partir de la realidad para que ellos reflexionen y cambien su actitud. Que esto no quede en un mero conocimiento de los hechos, sino que sean sujetos activos y act¨²en para que no se cometan injusticias, ni hacia ellas, ni hacia ellos".
A principio de curso, Ana Alonso detect¨® que hab¨ªa estereotipos muy anclados en las mentes de sus alumnos. Les pas¨® un cuestionario y las respuestas fueron reveladoras. Una de las preguntas era: "Si un chico sale con muchas chicas, ?qu¨¦ opini¨®n te merece?". Esta cuesti¨®n se plante¨® tambi¨¦n al contrario. Los chavales que hacen eso son "guay". Las chicas que lo hacen son poco menos que pilinguis. Adem¨¢s, a los hombres se les dan mejor las asignaturas de ciencias; a las mujeres, las de letras. Los alumnos le dijeron a la profesora que en realidad ellos no pensaban as¨ª, pero la sociedad les hab¨ªa impulsado a creer eso.
Alonso intenta transmitir a los 21 estudiantes que no s¨®lo las mujeres sufren discriminaci¨®n en algunos ¨¢mbitos, como el laboral. Los chicos tambi¨¦n padecen los estereotipos. "Ellos tambi¨¦n tienen una carga porque les educan para que no lloren, o les coartan para que no ejerzan ciertas profesiones", a?ade Alonso. "Ellas son m¨¢s conscientes desde un principio, pero ellos se empiezan a dar cuenta de que, tal y como es esta sociedad, tambi¨¦n les hace da?o". Los alumnos est¨¢n descubriendo que las cualidades de cada uno no son propias del hombre o de la mujer, sino del ser humano.
Ayer trabajaron sobre esa idea. La profesora les reparti¨® una hoja con distintas profesiones y ellos eligieron las m¨¢s adecuadas a sus gustos. Despu¨¦s, de uno en uno, argumentaron las razones por las que, a su juicio, sus compa?eros no deb¨ªan escoger ciertos trabajos. Ah¨ª surgieron los prejuicios. Sandra eligi¨® ser "alba?ila", pero sus amigos le dijeron que era demasiado dif¨ªcil para ella, que ¨¦sa es una profesi¨®n de hombres. Mar¨ªa Jos¨¦ quiso ser directora de un banco, pero la convencieron de que har¨ªa mal las cuentas y de que la sociedad no la mirar¨ªa bien. Algunos chicos tambi¨¦n sintieron rechazo al expresar su ilusi¨®n por ser bailarines o secretarios.
Alonso lleva trabajando este tema con un grupo de 11 personas (dos de ellos, hombres) desde hace 10 a?os. Estos 12 profesores aportaban cada uno su granito de arena para educar en la igualdad en sus propias clases, hasta que naci¨® esta asignatura.
Uno de los ¨²ltimos trabajos de este grupo ha sido la exposici¨®n Rompiendo el silencio, que ha recorrido ya varios institutos de la Bah¨ªa de C¨¢diz. La muestra la abre una fotograf¨ªa en la que aparecen 13 mujeres. Se titula Astr¨®nomas en Harvard, y fue tomada en 1920. Completan la exposici¨®n una serie de im¨¢genes y textos en los que destacan mujeres importantes en la historia del arte, la literatura, la ciencia o el deporte.
Los alumnos de Ana Alonso analizaron ayer la exposici¨®n. La profesora les explic¨® que, en 1910, las mujeres entraron por primera vez en la universidad. "Las mujeres siempre han existido y tambi¨¦n han hecho grandes cosas, aunque s¨®lo sep¨¢is las que han hecho los hombres". ?se es uno de los grandes objetivos de la asignatura: que los m¨¢s j¨®venes descubran a esa mitad de la humanidad a la que no conocen.
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