Vuelve el mejor Riquelme

Resurgi¨® Riquelme, el de la Bombonera. S¨ª, el del Boca, el que se cos¨ªa el esf¨¦rico a la bota y hac¨ªa bailar a sus compa?eros y se atrev¨ªa a lanzar a gol. Aquel Riquelme de no hace tanto apareci¨® en El Madrigal y regal¨® la victoria a su equipo ante un Torpedo de Mosc¨² inocente y conformista. Con paciencia y buena letra, sin alardes y escasos sobresaltos, el Villarreal dio un gran paso para saltar a la siguiente ronda.

El Torpedo mostr¨® los dientes nada m¨¢s iniciarse el choque. Semshov hizo intervenir a Reina reci¨¦n terminado el calentamiento, en el primer minuto, en una de las t¨ªpicas concesiones con que obsequia el Villarreal a sus rivales. Con el susto a¨²n en el cuerpo, lleg¨® la lesi¨®n fortuita de Roger. Vaya contratiempo. M¨¢s acentuado en el caso de los amarillos, justitos de efectivos como andan. Floro tuvo claro el cambi¨®. No hab¨ªa m¨¢s donde elegir. Quique ?lvarez, reci¨¦n salido de una lesi¨®n muscular, entr¨® en el tapiz sin calentar, no hab¨ªa tiempo. No era un recambio natural lo que produjo un efecto domin¨®. Cuatro cambios de posici¨®n de una tacada. Quique ?lvarez se ubic¨® en el centro de la defensa. Coloccini se adelant¨® al centro del campo, al igual que Belletti, retras¨¢ndose Pere Mart¨ª al lateral. Por ¨²ltimo, Guayre, se cambi¨® a la banda izquierda. Ventajas de ser polifac¨¦tico.

De pie, delante del banquillo de juveniles, Benito Floro observaba como el conjunto ruso, sin rubor, se resguardaba en torno a Borodin, el guardameta moscovita. Tres centrales, cinco centrocampistas y con Oper como partisano esperando lo pelotazos desde su defensa. Los rusos no sorprendieron, pero su plan les vali¨® media parte. El Villarreal puso una marcha m¨¢s y consigui¨®, nada m¨¢s comenzado el segundo acto, abrir el caviar tras un centro de un falso lateral, Mart¨ª, y el remate de un falso delantero, Riquelme, que sentenci¨® minutos despu¨¦s.