Ortega arranca la precampa?a con una catarata de cr¨ªticas a sus socios en la Junta

Antonio Ortega, consejero de Turismo y Deportes, no dej¨® ayer libre de cr¨ªtica ning¨²n flanco del PSOE y del Gobierno en el que participa. Durante la ceremonia en Sevilla de su puesta de largo como candidato del Partido Andalucista a las pr¨®ximas elecciones -a la que acudieron unos dos mil militantes, junto con alcaldes y concejales y los cuadros dirigentes-, Ortega proclam¨® que "no hay autonom¨ªa ni autogobierno en Andaluc¨ªa, hay un modelo copiado de Madrid con los mismos vicios de siempre, un mal remedo del centralismo de siempre", y acus¨® a los socialistas de "utilizar a Andaluc¨ªa como herramienta electoral".

Despu¨¦s de la proyecci¨®n de un v¨ªdeo sobre su persona y las palabras de aliento del presidente del partido, Alejandro Rojas-Marcos, el l¨ªder nacionalista hizo su aparici¨®n estelar por la parte trasera del auditorio del Palacio de Congresos. Para realzar el momento, el sal¨®n qued¨® a oscuras, y un foco sigui¨® al candidato en su camino a la tribuna de oradores, mientras era abrazado y ovacionado por los suyos. Una vez ante el micr¨®fono, lanz¨® el mensaje que presidir¨¢ su campa?a: la defensa de "lo nuestro" frente al centralismo de PSOE y PP. Y lo subray¨® con un pareado: "En las elecciones hablar¨¢n de Rayoy y Zapatero, y Andaluc¨ªa en el trastero".Antonio Ortega ya fue nombrado canditato de su partido a la Junta hace casi tres a?os, poco despu¨¦s del congreso que certific¨® la salida de Pedro Pacheco, el anterior cartel andalucista. Con el acto de ayer, por tanto, el PA pretende remarcar que la carrera por la presidencia de la Junta ha empezado ya, y que, sin dejar de ser miembro del Consejo de Gobierno de Manuel Chaves, Ortega es en adelante sobre todo la nueva apuesta del PA.

Para que quedara bien claro, el candidato sac¨® su perfil m¨¢s afilado contra los socialistas y pas¨® de largo sobre la gesti¨®n de las parcelas del Ejecutivo que les ha tocado dirigir (Relaciones Institucionales y Turismo y Deportes), pilar de la promoci¨®n andalucista en los ¨²ltimos a?os. De hecho, no mencion¨® ni una sola vez la aportaci¨®n del PA que suele destacar sobre las dem¨¢s: la estabilidad.

Ortega se fue directo al ataque. Dijo que al PSOE lo ¨²nico que le intersa de Andaluc¨ªa es la ventaja que le pueda otorgar en la batalla nacional, que socialistas y populares est¨¢n preocupados de cu¨¢l de sus "se?oritos" gobernar¨¢ en Madrid, si Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero o Mariano Rajoy, incluso que ambos partidos son iguales, lo mismo, "hacen como que se pelean, pero es un tongo".

Tambi¨¦n acus¨® al PSOE de utilizar la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa como coartada para tapar que carece de modelo de Estado: "La segunda modernizaci¨®n no puede ser cambiar el bocadillo que regalaban para que la gente fuera a los m¨ªtines por el ordenador". A rengl¨®n seguido, propuso un pacto por Andaluc¨ªa que no ser¨¢ ni de derechas ni de izquierdas: "Queremos dejar de pasear la bandera andaluza por las cunetas y ponerla en los despachos de poder".

De los dardos de Ortega no se libr¨® casi nada. Tampoco el proyecto de pol¨ªc¨ªa auton¨®mica o la RTVA, de la que dijo ofrece "una imagen cutre de Andaluc¨ªa, algo que me niego a creer que le guste a un pueblo culto y milenario". En los ¨²ltimos minutos del acto, justo antes de entonar el himno andaluz, el director de Canal Sur Televisi¨®n, Juan Jos¨¦ Fern¨¢ndez Trevijano, propuesto para el cargo por Ortega, subi¨® a la tribuna y se fundi¨® en un abrazo con ¨¦l.

El discurso de Alejandro Rojas-Marcos, que ofici¨® de presentador, sono una vez m¨¢s a avis¨® a navegantes. Con un claro tono interno, se dirigi¨® a Ortega para recordarle que en su actuaci¨®n deben primar "los valores morales" y que el PA "no pretende un pu?ado escaso de diputados que sirva para remendar el roto de otro partido y ocupar unos sillones, el PA necesita ganar". "Por favor, Antonio, te pedimos que -estemos en la oposici¨®n o en el Gobierno- no olvides que caminamos tan ligeros de equipaje como cargados de conciencia, el gran valor que salvar¨¢ nuestra dignidad, responsabilidad e integridad", concluy¨®.