La prensa guarda silencio sobre Carlos
Los peri¨®dicos brit¨¢nicos han optado por la autocensura preventiva en el nuevo esc¨¢ndalo
La prensa brit¨¢nica est¨¢ acatando de manera preventiva la orden judicial por libelo dictada el pasado 2 de noviembre por el juez Mackinnon prohibiendo al dominical Mail on Sunday la publicaci¨®n de unas informaciones que afectan al pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra. Aunque los fundamentos de la decisi¨®n son secretos y la orden judicial no ha sido remitida por el juez a los dem¨¢s medios, el conjunto de la prensa inglesa y los importadores de la prensa continental se consideran afectados por la orden.
Es un caso extraordinario en un pa¨ªs en el que legalmente prevalece el derecho a informar frente al inter¨¦s particular. Siobhainb Butterworth, del equipo legal del diario The Guardian, sostiene en un art¨ªculo publicado el lunes que "el factor crucial ha sido que el Mail on Sunday no ha reivindicado que sus acusaciones eran verdad", abriendo as¨ª las puertas a que el juez dictara el secuestro de esa informaci¨®n por considerarla un libelo.
Si el diario hubiera defendido ante el juez que las informaciones que se dispon¨ªa a publicar sobre un "incidente" que afectaba al pr¨ªncipe de Gales y un antiguo empleado suyo eran ciertas, es muy probable que Mackinnon hubiera autorizado la publicaci¨®n bas¨¢ndose en la prevalencia del derecho a informar establecido en 1891 en el llamado caso Bonnard contra Perryman. Entonces se consagr¨® el principio de que la libertad de expresi¨®n est¨¢ por encima del bien particular siempre y cuando se utilice para defender la verdad o el inter¨¦s p¨²blico. Si con el tiempo se demuestra que la informaci¨®n era falsa, el perjudicado tiene derecho a ser resarcido, pero no le basta decir que algo es mentira para impedir que se publique.
Comentario justo
"No se hace ning¨²n mal si es la verdad o si es un comentario justo en un asunto de inter¨¦s p¨²blico. El tribunal no entorpecer¨¢ el asunto concediendo una orden judicial antes de que se haya publicado", recuerda la sentencia de 1969 del caso Fraser contra Evans, bas¨¢ndose en la sentencia de casi un siglo antes, seg¨²n recogen Geoffrey Robertson y Andrew Nicol en Media Law, un compendio del intrincado campo legal en que se mueven los medios de informaci¨®n en el Reino Unido.
Aunque las prohibiciones de publicar una informaci¨®n en base a libelo son muy raras, la prohibici¨®n preventiva es relativamente habitual cuando se invoca la llamada "ruptura de la confianza". Es lo que humor¨ªsticamente se llama "prohibiciones del viernes por la tarde", porque suele tratarse de gente famosa que pide al juez que proh¨ªba la publicaci¨®n de tal o cual art¨ªculo en la prensa del fin de semana alegando que la informaci¨®n se ha obtenido por medios ileg¨ªtimos: a trav¨¦s de una persona que ha roto el secreto profesional o un contrato de confidencialidad. Suele haber una prohibici¨®n cautelar hasta que el caso se dilucida en los tribunales.
Las ¨®rdenes judiciales por ruptura de confianza tienen car¨¢cter universal en el Reino Unido. Sin embargo, seg¨²n Siobhain Butterworth, es muy dudoso que eso sea as¨ª en una orden por libelo. No obstante, el conjunto de la prensa de Inglaterra y Gales ha decidido acatar la orden, a pesar de que, seg¨²n una asesora legal del diario The Independent, ¨¦sta no ha sido transmitida por el juez al conjunto de la prensa. "Normalmente siempre nos comunican las ¨®rdenes judiciales, pero no en este caso", asegur¨®.
La autocensura de la prensa inglesa ha sido extendida a la prensa continental que se distribuye en el Reino Unido. El diario Financial Times, distribuidor de Le Monde, decidi¨® destruir los ejemplares que llegaron el lunes con fecha del martes por entender que en un art¨ªculo se daban detalles que, por asociaci¨®n de ideas, pod¨ªan suponer una ruptura de la orden judicial dictada contra el Mail. "Hemos consultado a nuestros asesores legales y ¨¦stos nos ha aconsejado no distribuir esa edici¨®n", coment¨® a este diario una portavoz del Financial Times.
El resto de la prensa continental se vio afectada el fin de semana cuando su importador, International Press Network (IPN), tom¨® la medida preventiva de no distribuirla el s¨¢bado y el domingo al enterarse de que un diario italiano hab¨ªa revelado detalles de las acusaciones contra Carlos. La empresa ha reanudado ya la distribuci¨®n, aunque previamente ha exigido el compromiso por escrito de cada diario de que se hace responsable de su contenido, seg¨²n una nota enviada a este corresponsal por el director de IPN, Adrian Luxmoore.
![De izquierda a derecha, el duque de Edimburgo, la reina Isabel II, los primeros ministros australiano, John Howard, y brit¨¢nico, Tony Blair, y su esposa, Cherie.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5W7ZPQ4S45K6LIB55X4VDRXKAQ.jpg?auth=47ed5cea07bc924e6c788fcc2f3649329479c728d852b22bb55080127c6b6430&width=414)
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