Rodchenko
Nunca se termina de admirar la genialidad art¨ªstica y creadora de Alexander Rodchenko (San Petesburgo, 1891-Mosc¨², 1956). Durante estas fiestas de fin de a?o podemos encontrar una deliciosa muestra de sus trabajos (exclusiva europea) en la sala Elkano de la Fundaci¨®n BBK. Sus fotomontajes, sus filmaciones y, especialmente, sus fotograf¨ªas llevan el sello de quien vivi¨® la Revoluci¨®n Rusa de 1917, los primeros planes quinquenales sovi¨¦ticos, el realismo socialista, la Segunda Guerra Mundial y la censura durante la extrema dictadura estalinista. En esta medida sus experiencias est¨¢n marcadas por la ruptura con lo tradicional.
El lema "Muerte a la pintura de caballete", preconizado metaf¨®ricamente por las vanguardias sovi¨¦ticas durante esos a?os, afect¨® tambi¨¦n al resto de las artes visuales. Rodchenko participa de la esencia de este pensamiento y lo desarrolla a su manera. Termina con los puntos de vista tradicionales. Busca alumbrar nuevos criterios art¨ªsticos para una sociedad que rompe y rasga con el pasado.
En este camino, bascula la l¨ªnea del horizonte y trastoca la perpendicularidad impuesta por la m¨¢s elemental ley de la gravedad. Estos matices pre?an sus fotograf¨ªas con una t¨¦cnica que deja atr¨¢s el equilibrio y la regularidad del rect¨¢ngulo y pone en juego la geometr¨ªa del rombo, la diagonal y los trazos oblicuos. Sus im¨¢genes incentivan la imaginaci¨®n y abre nuevas v¨ªas a la construcci¨®n ic¨®nica. No es de extra?ar, por ello, que su figura se erija, con las de Alfred Stieglitz, Moholy-Nagy, Man Ray, Renger-Patzsch e incluso Edward Weston, como la de uno de los padres de la fotograf¨ªa moderna.
En otro orden de cosas, fragmenta los sujetos de sus composiciones, los ensambla dentro de un orden contrario a las convenciones de anta?o y dispara con ellos hacia los criterios de la l¨®gica para inculcar pensamientos revolucionarios. As¨ª son sus fotomontajes, aut¨¦nticos poemas visuales repletos de sugerencias. Con ellos alienta las corrientes constructivistas y roza los influjos dada¨ªstas. Adem¨¢s, como tratan de alejarse del arte por el arte con h¨¢bito tildado a la burgues¨ªa, buscan acercarse al sentir de las clases m¨¢s populares y terminan public¨¢ndose en las p¨¢ginas de peri¨®dicos y revistas.
Son los medios de comunicaci¨®n de masas y los carteles propagand¨ªsticos del r¨¦gimen sovi¨¦tico los que mejor expanden estas innovadoras formas de expresi¨®n. Pero la revoluci¨®n de Rod-chenko estaba en la forma de mirar, poco importaba que el sujeto fuese obrero, arist¨®crata o militar. Una actitud que, seg¨²n criterio de la c¨²pula del sistema, no fue suficientemente comprometida para con los intereses del pueblo, por lo que fue cruelmente vilipendiado.
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