El ca?¨®n que te mir¨®
Firme y serena, Maribel, la madre de Jos¨¦ Couso, ley¨® un poema que Dulce Chac¨®n le hab¨ªa escrito al enterarse de la muerte del periodista. "?D¨®nde encontraremos el lugar para el llanto, despu¨¦s de haber mirado la boca del ca?¨®n que te mir¨®, y miraste?". El abarrotado teatrillo de la central sindical, estall¨® en silencio, con la rabia contenida por dentro, y la emoci¨®n en la piel.
La familia entera de Couso reclama justicia, quiere que no se olviden las circunstancias que acompa?aron la triste muerte del hijo y del hermano, del amigo, en una guerra "injusta, in¨²til e il¨ªcita", seg¨²n dijo uno de los suyos. Los cantantes y actores acudieron a ayudarles, para que su grito sonara con m¨²sica, canciones y poemas.
Homenaje a Jos¨¦ Couso
?ngel Petisme, Wyoming y Reverendo, Carmen Par¨ªs, Amaral, Pedro Guerra, Luis Pastor, Miguel R¨ªos y Jos¨¦ Antonio Labordeta. Auditorio CC OO (Madrid), 18 de diciembre de 2003.
?ngel Petisme abri¨® la tanda con su emocionante El cielo de Bagdad, una canci¨®n que compuso en su cumplea?os del 91, un fr¨ªo enero en el que la aviaci¨®n americana vomitaba fuego sobre la capital de Irak en la primera guerra del Golfo. La cant¨® en Bagdad el pasado febrero, apenas dos meses antes de que muriera Jos¨¦, con la recientemente fallecida Dulce Chac¨®n de testigo, a quien hizo extensiva la dedicatoria. Antes se hab¨ªa puesto un v¨ªdeo con escenas cotidianas del camar¨®grafo asesinado, y su hermano David hab¨ªa explicado los pormenores de la batalla que libran contra la incomprensi¨®n y olvido de la Administraci¨®n y c¨®mo se iban a gastar los beneficios del concierto.
Desdramatizar emociones
Como siempre, Wyoming, con su inseparable Reverendo y sus explosivos chascarrillos, logr¨® el desternille de la audiencia, una desdra-matizaci¨®n de las emociones, que tampoco vino mal. Al piano, la aragonesa Carmen Paris revisit¨® la sabinera Calle melancol¨ªa, y le quit¨® hierro a la Jota de la Fiera, rebautiz¨¢ndola como En mi pecho. Sus paisanos Amaral, con problemas en sus monitores de sonido se bajaron del escenario para cantar casi a pulm¨®n tres piezas de su multipremiado Estrella de mar. Ante injusticias as¨ª, "hay que hacer ruido", dijo Eva, su cantante.
La tanda final se despach¨® entre Pedro Guerra, Luis Pastor y Miguel R¨ªos en un tono apacible y suave y con el recitado entremedias de poemas de Benedetti y Le¨®n Felipe a cargo de Ana Bel¨¦n y Juan Diego. El reaparecido Joaqu¨ªn Sabina, ley¨® uno propio. El final fue de Labordeta "el ¨²nico que ha puesto nuestra voz en el Parlamento", seg¨²n present¨® Sabina aludiendo a su condici¨®n de diputado. El ep¨ªlogo remiti¨® a momentos del pasado, con una canci¨®n emblem¨¢tica que ni el paso del tiempo le ha hecho perder vigencia. Dirigidos por su autor, Jos¨¦ Antonio Labordeta, todos los participantes, incluida la familia de Jos¨¦ Couso, entonaron de manera vibrante El canto a la libertad: "Habr¨¢ un d¨ªa en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.