El municipio derribar¨¢ dos iglesias evang¨¦licas asentadas en un parque

La Junta Municipal de Carabanchel ha ordenado derribar, a las 9.00 del pr¨®ximo 8 de enero, las dos casetas prefabricadas que funcionan como templo evang¨¦lico (protestante) en el parque de San Isidro desde 1992. El Ayuntamiento, que permiti¨® a los evang¨¦licos instalarse all¨ª "de forma provisional", ha logrado ahora un auto judicial para desalojarlos. Ellos piden otro lugar en el que realizar su "labor social".

La Federaci¨®n de Entidades Religiosas Evang¨¦licas de Espa?a (Ferede) envi¨® el pasado d¨ªa 24 una carta al alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, pidi¨¦ndole que interceda en el conflicto porque "el derribo de estos modestos lugares de culto lesionar¨ªa gravemente a este colectivo de etnia gitana, de extracci¨®n social baja, que est¨¢ desplegando importantes esfuerzos para salir de la marginaci¨®n". Pero el Ayuntamiento no va a dar marcha atr¨¢s. "Las dos casetas est¨¢n en zona verde de forma ilegal, y deben ser desalojadas el d¨ªa 8. Si sus ocupantes no se van de all¨ª, la polic¨ªa actuar¨¢ en consecuencia", advirti¨® ayer el concejal de Carabanchel, Carlos Izquierdo. La iglesia evang¨¦lica tiene en toda la Comunidad de Madrid unos 10.000 fieles.

La historia de estas particulares iglesias se remonta a 1992. En aquel a?o, el gobierno municipal desmantel¨® un poblado de infraviviendas de Carabanchel, en los aleda?os del parque de San Isidro, y realoj¨® a sus habitantes en pisos sociales. En el poblado hab¨ªa dos parroquias de la Iglesia Evang¨¦lica Filadelfia que tambi¨¦n fueron desalojadas, y a las que el Ayuntamiento busc¨® un emplazamiento "provisional": el 20 de octubre de 1992, la Junta de Carabanchel autoriz¨®, "por razones sociales", la "ocupaci¨®n temporal" de una zona de m¨¢s de 220 metros cuadrados en el parque de San Isidro para la instalaci¨®n de "dos casetas desmontables prefabricadas destinadas exclusivamente al culto religioso".

Los responsables municipales quisieron dejar bien claro en aquel escrito que la autorizaci¨®n ten¨ªa "car¨¢cter provisional y no indemnizable", es decir, que los interesados estaban obligados a "desmontar inmediatamente las instalaciones" en cuanto fueran requeridos para ello por el Ayuntamiento, y que no recibir¨ªan indemnizaci¨®n.

Desde entonces, los prefabricados han funcionado como lugares de culto diario para 200 fieles y, adem¨¢s, en ellos se han llevado a cabo "labores de asistencia social, lucha contra la drogadicci¨®n y reinserci¨®n de muchas personas de etnia gitana para las que un lugar de culto no significa s¨®lo el rito religioso", seg¨²n la abogada que representa a la Iglesia Evang¨¦lica Filadelfia, Ruth ?lvarez.

Hace dos a?os y medio, la Junta de Carabanchel inici¨® el proceso de demolici¨®n de las casetas. La primera orden de derribo fue paralizada al carecer de autorizaci¨®n judicial, as¨ª que el Ayuntamiento pidi¨® permiso al juzgado n¨²mero 10, y ¨¦ste se lo concedi¨® en un auto fechado el 12 de mayo de este a?o. Ese auto fue apelado por la Iglesia Evang¨¦lica, que est¨¢ a la espera de una nueva resoluci¨®n. Pero, mientras, el gobierno municipal volvi¨® a pedir opini¨®n a los jueces y ¨¦stos volvieron a darle la raz¨®n. Por eso, el pasado d¨ªa 9 se notific¨® que la orden de derribo ser¨¢ ejecutada el 8 de enero, incluso "utilizando la fuerza".

"La autorizaci¨®n que se concedi¨® en 1992 fue provisional, y ellos lo sab¨ªan. Se les ha dado una moratoria de 11 a?os, se les ha ofrecido que alquilen un piso cercano del Ivima [Instituto de la Vivienda de Madrid], pero no han querido. Est¨¢n en una zona verde p¨²blica y tienen que irse", insiste el concejal del distrito, Carlos Izquierdo.

"El Ayuntamiento ha traicionado a estas personas", replica Mariano Bl¨¢zquez, representante legal de Ferede. "En 1992 les prometi¨® que buscar¨ªa un lugar para realojarlos, y no lo hizo. Adem¨¢s, ning¨²n juez ha desafectado a las casetas de su funci¨®n religiosa, y sin eso no es legal derribar una iglesia evang¨¦lica, seg¨²n los acuerdos firmados por la Ferede y el Estado hace diez a?os", agrega. Bl¨¢zquez sospecha que detr¨¢s de la demolici¨®n est¨¢n los intereses de los responsables de un nuevo tanatorio que se est¨¢ construyendo justo en esa zona del parque.