Asignatura pendiente
Despu¨¦s de tener que soportar diferentes y frecuentes atrocidades en la comunicaci¨®n de datos estad¨ªsticos y de encuesta publicados en la prensa (en general, sin pretensi¨®n de hacer distinciones entre diarios), no he podido contener el impluso de escribir a la redacci¨®n de EL PA?S para ilustrar el problema con el ejemplo m¨¢s reciente que ha ca¨ªdo en mis manos.
En la secci¨®n de Madrid (p¨¢gina 6) de EL PA?S de 28 de diciembre de 2003, se dedica una p¨¢gina entera a un art¨ªculo sobre la evoluci¨®n de los homicidios, con datos relativos al territorio controlado por la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid. Dicho art¨ªculo recibe el t¨ªtulo siguiente: "Los homicidios se disparan en m¨¢s del 50% respecto a 2002". Quisiera destacar que, con los datos presentados en los cuadros estad¨ªsticos, el incremento no es de m¨¢s del 50%, sino del 25% (65 homicidios en 2002 y 81 en 2003; el incremento de 16 homicidios supone un aumento del 24,6% exactamente). No est¨¢ claro si el periodista se refer¨ªa a datos que finalmente no han sido publicados o simplemente se trata de un error de c¨¢lculo.
Aunque esta discrepancia entre el titular y los datos presentados es la m¨¢s llamativa, no es desde luego la ¨²nica. El art¨ªculo relata que "las v¨ªctimas espa?olas son, otro a?o m¨¢s, las m¨¢s numerosas", y algo m¨¢s adelante ejemplifica a las v¨ªctimas no espa?olas con el notorio caso de la turista griega que muri¨® apu?alada junto al Congreso de los Diputados. Quisiera exponer que es impreciso y en mi opini¨®n poco adecuado exponer que las v¨ªctimas espa?olas son las m¨¢s numerosas, cuando resulta que, de las 79 v¨ªctimas identificadas, 47 son extranjeras y s¨®lo 32 espa?olas. Cualquier lector poco atento, o cualquiera que haga una lectura r¨¢pida (no detallada ni minuciosa) sobre el asunto, recibe la impresi¨®n de que las principales v¨ªctimas de los homicidios son espa?olas y en segundo lugar son turistas que nos visitan.
Sin embargo, el art¨ªculo no dedica ni una palabra a un hecho contundente, impl¨ªcito en los propios datos que se presentan: la mayor¨ªa de las v¨ªctimas de los homicidios ocurridos en Madrid, durante 2003 como tambi¨¦n en otros a?os, son inmigrantes.
Al margen de otras estad¨ªsticas m¨¢s claras que as¨ª lo constantan, en los datos del art¨ªculo hallamos indicios s¨®lidos de que esto es as¨ª cuando examinamos las nacionalidades de las v¨ªctimas fallecidas, las cuales no se sujetan al perfil de las de los principales pa¨ªses receptores de turismo: a la cabeza figuran Marruecos, Colombia, Ecuador, Bulgaria, China, etc¨¦tera, y tan s¨®lo dos ciudadanos fallecidos ten¨ªan pasaporte de la Uni¨®n Europea (UE-15): uno de Francia y otro de Grecia.
Quisiera llamar la atenci¨®n con este ejemplo sobre el escaso rigor que a menudo los periodistas nos tienen acostumbrados cuando nos presentan y comentan datos estad¨ªsticos y/o de encuestas. El problema no creo que sea tanto la mala fe como la escasa comprensi¨®n y conocimiento que muchos profesionales de la comunicaci¨®n tienen de los datos y fuentes estad¨ªsticas que a veces presentan.
Cuidar este aspecto es especialmente importante al publicar temas como el que nos ocupa, en el que la opini¨®n p¨²blica es altamente sensible. El efecto (entiendo que no deseado) puede pasar por realimentar el alarmismo sobre la delincuencia y una vinculaci¨®n entre ¨¦sta e inmigraci¨®n que no resulta de la observaci¨®n rigurosa de los datos (al contrario, los inmigrantes son las v¨ªctimas de la delincuencia, y no al rev¨¦s).
Por otro lado, contribuimos a desacreditar las propias fuentes estad¨ªsticas, que normalmente no son responsables de muchas de las barbaridades aparecidas en prensa.
En fin, la interpretaci¨®n y comunicaci¨®n de los datos estad¨ªsticos sigue siendo una asignatura pendiente de la profesi¨®n a la que habr¨ªa que prestar mucha m¨¢s atenci¨®n y cuidado.
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