Lille vive una primavera en pleno invierno

Lille comenz¨® su a?o de capitalidad cultural el 6 de diciembre de 2003 con una gran fiesta, un concierto al aire libre que reuni¨® a 1.100 m¨²sicos para interpretar el Canto de los ferrocarriles, una obra creada por Hector Berlioz -compositor del que se celebra el bicentenario- en 1846 para inaugurar, precisamente, la llegada del tendido f¨¦rreo a Lille. "Inauguramos un paseo, una rambla como la de Barcelona", explica Martine Aubry, actual alcaldesa y antigua ministra socialista de Lionel Jospin. "Ese d¨ªa desfilaron m¨¢s de 700.000 personas por las calles de Lille", a?ade Aubry, satisfecha de "acabar con el t¨®pico que quiere que seamos una ciudad siniestrada, en blanco y negro".

En enero, la capitalidad comporta la llegada del color a trav¨¦s de una serie de exposiciones agrupadas bajo el tema del Flower power que ahora no s¨®lo sirve para reivindicar el movimiento hippy y pacifista de la d¨¦cada de los sesenta, sino tambi¨¦n para declarar que es posible la primavera en enero. Si el 6 de diciembre los ca?ones de nieve cubrieron de blanco la Grand Place de Lille, ahora los cuadros, esculturas e instalaciones llenan de flores la capital del norte franc¨¦s.

De Yuyoi Kusama se ha inaugurado una gigantesca escultura floral de cemento, en el Museo de Bellas Artes comparten pared Andy Warhol y Richard Hamilton, los muros de poliuretano con plantas m¨®viles y canoras de Piero Gilardi con los suelos ajardinados y de madera de Michael Lin.

En el antiguo hospicio de la ciudad se han reunidos una serie de telas de entre 1650 y 1750 dedicadas a naturalezas muertas protagonizadas por flores, un tema del que el conservador Alain Tapi¨¦ sabe sacar un gran partido. En el invernadero Rameau coexisten plantas carn¨ªvoras gigantes y de tejido sint¨¦tico con flores hinchables, componiendo un paisaje entre ir¨®nico y kitsch que resume a la perfecci¨®n los vaivenes de la creaci¨®n contempor¨¢nea.