La soledad de los Tanzi
La familia propietaria de Parmalat nunca alcanz¨® el reconocimiento de la ¨¦lite industrial de Parma
El orden jer¨¢rquico de Parma, una de las ciudades m¨¢s bellas, ricas y ordenadas de Europa, ha vuelto en cierta forma a la normalidad. La familia Barilla, reina mundial de la pasta y modelo de dinast¨ªa industriosa, impera sin rivales en la villa emiliana. La familia Tanzi, que nunca dej¨® de ser suburbial y advenediza pese a sus much¨ªsimos miles de millones, ha desaparecido del mapa sociol¨®gico. Queda en Parma el estupor ante un fraude colosal que nadie fue capaz de intuir y la angustia privada de quienes invirtieron en acciones y obligaciones de Parmalat, pero la ciudad apenas sufrir¨¢, en t¨¦rminos econ¨®micos, el colapso de su empresa m¨¢s conocida.
El paro afecta en Parma al 3,8% de la poblaci¨®n activa; en t¨¦rminos t¨¦cnicos, la situaci¨®n es de pleno empleo. Los trabajadores extracomunitarios, el 7% del total, no bastan para cubrir las plazas disponibles. Pronto, cuando se instale la Agencia Europea de la Alimentaci¨®n, habr¨¢ a¨²n m¨¢s ofertas. La renta per c¨¢pita supera los 25.000 euros anuales, 6.000 por encima de la media italiana. Y el tejido empresarial, t¨ªpicamente familiar, es s¨®lido: por debajo de los Barilla est¨¢n los Bormioli (cristal y pl¨¢sticos), los Salvarani (mec¨¢nica agr¨ªcola), los Pizzarotti (construcci¨®n), los Ricci (edici¨®n de lujo) y muchos otros.
La econom¨ªa de Parma, dominada por la familia Barilla, apenas sufrir¨¢ con esta crisis
Lo pasar¨¢n mal los productores de leche, que en su mayor¨ªa no cobran desde el verano, pero el Gobierno ya ha preparado la concesi¨®n de cr¨¦ditos-puente para que puedan aguantar hasta que Parmalat, si sobrevive, recupere el pulso, o hasta que otra empresa herede su lugar en el mercado l¨¢cteo. Lo que m¨¢s inquieta, en cualquier caso, es el da?o que la crisis fraudulenta pueda hacer al buen nombre de Parma. Cuando se conoci¨® el desastre, el diario local, la Gazetta di Parma, propiedad de la Uni¨®n de Industriales, titul¨® su editorial de forma reveladora: "Parma, herida y traicionada".
Se trata de una ciudad peculiar, a la vez progresista (tuvo alcalde comunista en los 70, alcalde socialista en los 80 y 90 y tiene ahora alcalde de derecha moderada) y clasista, que distingue entre los 170.000 habitantes urbanos (parmigiani) y los casi 250.000 del resto de la provincia (parmensi) y se enorgullece de su laboriosa prosperidad. Los Barilla, presentes en la vida comercial desde que abrieron una tienda de pan y pasta en 1877, constituyen el espejo en que se miran los parmigiani. Guido, el hermano mayor y presidente, y Luca y Paolo, los vicepresidentes, j¨®venes y guapos, se mueven en helic¨®ptero, pero siguen acudiendo sin guardaespaldas a los restaurantes de Parma y mantienen una imagen de riqueza moderna: la empresa proporciona a sus 7.000 trabajadores un alto nivel de prestaciones sociales. Paolo pilota estos d¨ªas un cami¨®n en el Par¨ªs-Dakar y el 5 de diciembre, una fecha triunfal para la familia, inauguraron el Barilla Center, un centro comercial con hotel de cinco estrellas, cine, restaurantes y tiendas de lujo, que la ciudad recibi¨® como un regalo. Al cabo de unos d¨ªas, Parmalat se declar¨® incapaz de pagar a sus acreedores; unos d¨ªas m¨¢s, y Calisto Tanzi fue detenido. Diciembre fue un mes simb¨®licamente denso.
Quiz¨¢ Calisto Tanzi hizo lo que parece que hizo, robar y falsificar de forma masiva, para alcanzar la estatura social que la ciudad le negaba. Cuando en 1961, con poco m¨¢s de 20 a?os, fund¨® una empresa lechera, no era nadie: un contable, hijo de charcutero, que viv¨ªa en Collecchio, un pueblo a 11 kil¨®metros. Tanzi supo intuir la evoluci¨®n del sector l¨¢cteo: fue el primero en utilizar el envase de cart¨®n y el sistema de pasteurizaci¨®n UHT desarrollados por la firma sueca Tetra Pak y fue el primero en apostar por la esponsorizaci¨®n deportiva: el nombre de su empresa fue colocado sobre el traje ign¨ªfugo de Nikki Lauda, sobre las camisetas del Real Madrid y del Palmeiras brasile?o.
Los Barilla financiaban a democristianos y socialistas; Tanzi, en cambio, se concentr¨® en la democracia cristiana, uno de cuyos dirigentes, Ciriaco de Mita, le ayud¨® a superar una grave crisis de crecimiento ha finales de los 80. Los Barilla se unieron a Silvio Berlusconi cuando ¨¦ste se enfrent¨® a Carlo de Benedetti en la lucha por la empresa p¨²blica Sme; los Tanzi nunca establecieron relaciones cordiales con el magnate milan¨¦s que ahora es presidente del Gobierno.
En 1993 lleg¨® el ef¨ªmero momento de gloria de los Tanzi, con la victoria del Parma, que hab¨ªan adquirido en segunda divisi¨®n, en la final de la Recopa. Entonces s¨ª fueron grandes. Pero el Parma, dirigido por Stefano, el hijo mayor, empez¨® a perder dinero en grandes cantidades: 77 millones en n¨²meros rojos, al menos oficialmente. Las inversiones tur¨ªsticas, concentradas en Parmatours, dirigida por Francesca, la hija mayor, acumularon un agujero superior a los 2.000 millones (seg¨²n los fiscales). "Todos sab¨ªamos de las deudas, nadie sospechaba que existieran fraudes", afirma un economista local. Tanzi y sus hijos, siempre acompa?ados de escoltas armados, no dejaron de ser, pese a su fortuna, "los advenedizos de Collecchio". Ahora lo son m¨¢s que nunca. Stefano ha dimitido como presidente del Parma Calcio y no se habla con su padre, al que acusa de estafador. Francesca, arque¨®loga de vocaci¨®n, llora cuando se le habla del desastre.


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