Esperanza Aguirre retira su plan policial para Madrid tras un aluvi¨®n de cr¨ªticas

Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, se ha visto obligada a frenar y dar marcha atr¨¢s en su proyecto estrella de seguridad, la creaci¨®n de las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid (Bescam). El aluvi¨®n de cr¨ªticas que ha recibido, sobre todo de miembros de su Gobierno, del PP y del Ministerio del Interior, llev¨® ayer a Aguirre a "reconducir" la propuesta de crear un nuevo servicio policial mediante la suma de 2.500 agentes municipales y 3.000 nacionales. Ahora s¨®lo ofrece dinero a los alcaldes para que contraten m¨¢s polic¨ªas.

Las Brigadas Especiales fueron una de las promesas estrella de Aguirre en la segunda campa?a electoral, la que la llev¨® a la presidencia de la Comunidad de Madrid. La propuesta inicial era crear dichas brigadas con 2.500 polic¨ªas locales, es decir, sufragar con dinero del Ejecutivo regional el aumento de las plantillas policiales en los pueblos para dedicar los nuevos agentes exclusivamente a tareas de seguridad ciudadana. Junto a esta promesa, anunciaba en su programa electoral la llegada a Madrid durante la legislatura de 3.000 nuevos miembros de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, una medida que ya estaba prevista en el Plan de Lucha contra la Delincuencia aprobado por el Gobierno central.

Pero cuando la promesa hubo que hacerla realidad y fue anunciada desde el Ejecutivo aut¨®nomo el pasado 8 de enero, se mezclaron ambas propuestas y empezaron a surgir recelos en miembros de su propio Gobierno y del PP y en responsables de Interior. Alfredo Prada, vicepresidente segundo del Ejecutivo regional y consejero de Justicia e Interior, anunci¨® entonces que se trataba de crear un servicio policial nuevo -no una polic¨ªa auton¨®mica-, con la suma de agentes nacionales y municipales, que, adem¨¢s, cobrar¨ªan 40.000 euros al a?o, casi el doble que un polic¨ªa nacional. Adem¨¢s, explic¨® que tendr¨ªan uniforme propio, que estar¨ªan bajo mando de los alcaldes de cada municipio y que la comunidad se reservaba un papel de coordinaci¨®n.

El primer golpe al proyecto vino de la mano de ?ngel Acebes, ministro del Interior, quien asegur¨® que no ten¨ªa la menor intenci¨®n de poner sus polic¨ªas a las ¨®rdenes del alcalde. El segundo lleg¨® de los sindicatos policiales, que amenazaron con movilizaciones si se creaba una nueva tabla salarial y se abr¨ªa una divisi¨®n entre polic¨ªas de comunidades ricas y polic¨ªas de comunidades menos pudientes. El tercero lleg¨® cuando Prada, ya en precampa?a electoral para las generales, fue rectificando sobre la marcha todo el proyecto y lo redujo, el jueves, a "una iniciativa experimental".

Fue entonces cuando los cr¨ªticos al proyecto de las filas del PP llevaron sus quejas hasta Aguirre. Y ¨¦sta decidi¨® ayer dar marcha atr¨¢s, durante una cumbre de seguridad convocada en la sede del Gobierno regional, a la que no acudieron ni el ministro del Interior ni el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansu¨¢tegui. "Esto no es ni un nuevo modelo policial, ni un embri¨®n de una polic¨ªa auton¨®mica. Es un modelo experimental, pero ni siquiera est¨¢ cerrado; no queremos quitar competencias a nadie, sino aportar dinero a quien las tiene", dijo.

En la pr¨¢ctica, supone que en lugar de crear una unidad nueva llamada Bescam, simplemente se va a aportar financiaci¨®n para que los alcaldes, en el ¨¢mbito de sus competencias, contraten m¨¢s polic¨ªas locales para dedicarlos s¨®lo a tareas de seguridad ciudadana. Y, adem¨¢s, ahora la idea va a pasar a manos de la Federaci¨®n Madrile?a de Municipios para que elabore un proyecto en el plazo de tres meses. "Si lo que se ofrecen son s¨®lo recursos, entonces ya no hay confusi¨®n ni se trata de un nuevo modelo policial", apostill¨® ayer Acebes.