Cuando el horror es familiar
La polic¨ªa detiene el mismo d¨ªa a los agresores de dos mujeres, madre e hija, en Baza
E. M. A., de 40 a?os, vecina de Baza (Granada), yace en la cama del hospital comarcal. Pide que no citen su nombre. Han pasado 48 horas desde que su ex marido, Jos¨¦ S¨¢nchez, la apu?alara cuatro veces con un cuchillo de 15 cent¨ªmetros. E. M. A. pide que encierren a su ex marido y lamenta que, como tiene 75 a?os, nunca entrar¨¢ en la c¨¢rcel. Lo que no sabe es que el mismo fin de semana que ella sufri¨® la agresi¨®n, una de sus hijas, de nombre Yolanda, fue atacada por su novio, seg¨²n el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, que detuvo a los agresores el mismo d¨ªa. Una macabra coincidencia. Yolanda tiene 22 a?os y su novio, 26. Llevan tres a?os viviendo juntos y tienen una hija.
"?Qu¨¦ han detenido al novio de mi hija? Si ha pasado algo, se lo han quedado entre ellos, pero a m¨ª no me han dicho nada", comenta la madre con sorpresa comedida. Yolanda, la segunda de sus tres hijas de un matrimonio anterior, pas¨® con ella la noche en el hospital. Sus dos hermanas tampoco saben nada. Este diario intent¨®, sin ¨¦xito, obtener la versi¨®n de Yolanda.
"Ha sido una coincidencia. No es que los agresores tuvieran nada en com¨²n, s¨®lo coincidencia", asegura la polic¨ªa.
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Baza decret¨® ayer el ingreso en prisi¨®n del agresor de la madre. "No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer cuando salga. El forense me recomend¨® que me fuese del pueblo, pero yo no pienso hacerlo. Tengo aqu¨ª mi vida y yo no he hecho nada malo".
La agredida denunci¨® a su marido el d¨ªa 13 de enero. Ese d¨ªa se celebr¨® el juicio de faltas. "La fiscal le dijo que se portara bien y que no se acercara a mi casa o le meter¨ªan seis meses en la c¨¢rcel. Y la juez me dijo que me comprara un tel¨¦fono m¨®vil. Eso fue todo", relata.
"Sal¨ª al teatro el s¨¢bado y mi ex marido se hab¨ªa quedado con el ni?o (un hijo de la pareja de dos a?os). El domingo me pon¨ªa pegas para recogerlo, as¨ª que me hizo a ir a su casa. All¨ª empez¨® a decirme que si lo enga?aba. Y de repente sac¨® un cuchillo de cocina y se tir¨® para m¨ª. El primer golpe lo par¨® el estern¨®n. El segundo, el pecho. Gracias a eso estoy viva. Mi ni?o, que no entend¨ªa lo que ve¨ªa empez¨® a gritar. Intent¨¦ quitarle el cuchillo y me cort¨¦ el dedo. Ca¨ª y me apu?al¨® en la espalda. Empez¨® a salir sangre y perd¨ª el conocimiento. ?l se asusto y sali¨® a la puerta a pedir ayuda, pero la puerta se cerr¨®. No s¨¦ c¨®mo, consegu¨ª levantarme y abrirla y ya s¨®lo recuerdo que los vecinos le dec¨ªan que qu¨¦ hab¨ªa hecho", relata serena.
Y concluye: "Pido ayuda al Gobierno. Si tienen que ponernos un polic¨ªa en la puerta a las mujeres como yo, que nos lo pongan. Esto no puede ser".
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