"En Irak hay demasiadas armas fuera de control"
La proliferaci¨®n de milicias armadas en la zona espa?ola era una de las mayores preocupaciones del comandante P¨¦rez Garc¨ªa
"En Irak hay demasiadas armas fuera de control", comentaba el pasado 20 de diciembre a EL PA?S Gonzalo P¨¦rez Garc¨ªa.
La conversaci¨®n se produc¨ªa en Base Espa?a, en Diwaniya, momentos antes de la llegada del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El comandante llevaba s¨®lo 10 d¨ªas en su puesto de asesor de seguridad del jefe de la Brigada Plus Ultra II, el general Fulgencio Coll, pero ya ten¨ªa una idea precisa de la complejidad de su misi¨®n. Adem¨¢s del fusil AK-47 que casi todos los iraqu¨ªes guardan en casa, alud¨ªa a la presencia de dos milicias chi¨ªes armadas en la zona de responsabilidad espa?ola: el Ej¨¦rcito del Mahdi, del imam radical Muqtada Al Sadr, y la brigada Badr, del ayatol¨¢ Ali Sistani.
El primer jefe de las tropas espa?olas en Irak, el general Alfredo Cardona, hab¨ªa llegado a un acuerdo con los paramilitares chi¨ªes: se les permit¨ªa conservar sus armas, incluso algunas de guerra, a cambio de que no las exhibieran por las calles. En caso contrario ser¨ªan requisadas.
Tras la masacre de agosto pasado en Nayaf, los chi¨ªes alegaban que esas armas eran para su autodefensa, que las tropas de la coalici¨®n no pod¨ªan garantizar. El problema es que los paramilitares hac¨ªan algo m¨¢s que proteger los lugares sagrados del chi¨ªsmo, las tumbas de los imanes Ali y Husein. Pr¨¢cticamente cada semana ca¨ªa asesinado en Nayaf o Diwaniya un antiguo alto cargo del partido Baaz y todas las sospechas se dirig¨ªan hacia los paramilitares chi¨ªes.
"La ¨²nica forma de frenar esta escalada y quitarles la excusa de la autodefensa es poner en marcha una polic¨ªa iraqu¨ª fuerte y respetada, pero a¨²n estamos lejos de conseguirlo", admit¨ªa el comandante. ?sa era precisamente una de sus misiones m¨¢s delicadas. Consciente de la magnitud de la tarea, barajaba la idea de crear un grupo de ¨¦lite, dentro del nuevo cuerpo policial, adiestrado para enfrentarse a las situaciones m¨¢s complicadas.
Como la que tuvo que afrontrar ayer en Al Hamza, 40 kil¨®metros al sur de Diwaniya. La fuerza conjunta integrada por dos secciones de fusileros de la Brigada Plus Ultra y 90 efectivos de la polic¨ªa iraqu¨ª ten¨ªa como objetivo la detenci¨®n de varios sospechosos de formar una c¨¦lula de la resistencia iraqu¨ª, que hostigaba mediante ataques y sabotajes a las patrullas de la coalici¨®n que circulan por la Ruta Jackson, la carretera que atraviesa el pa¨ªs de norte a sur.
La limpieza de las bolsas de resistencia armada era misi¨®n hasta ahora de las fuerzas de EE UU, mientras las de Espa?a y otros aliados se limitaban a dar seguridad a la poblaci¨®n, mediante la realizaci¨®n de patrullas y controles de carretera, o como mucho enfrentarse a las mafias y bandas de delincuentes.
En julio pasado, el Consejo de Ministros aprob¨® el env¨ªo, junto al contingente militar, de una compa?¨ªa de la Guardia Civil integrada por unos 120 efectivos. Sin embargo, el ministro del Interior, ?ngel Acebes, se opuso a mandarlos, con el argumento de que no estaban claras sus funciones, y finalmente la Brigada Plus Ultra parti¨® sin guardias civiles. Debido a esta decisi¨®n, en Irak s¨®lo hay cuatro agentes del instituto armado: el comandante P¨¦rez Garc¨ªa, otros dos oficiales que trabajan en los equipos de cooperaci¨®n c¨ªvico-militar de la brigada Plus Ultra y un comandante destinado en el Ministerio del Interior de la Administaci¨®n ocupante en Bagdad.
Para compensar la falta de guardias civiles, EE UU mantuvo una compa?¨ªa de polic¨ªa militar en Base Espa?a cuando en agosto se retir¨® la Brigada de Infanter¨ªa de Marina que hab¨ªa ocupado la zona durante la guerra. Pero, seg¨²n fuentes gubernamentales, esta compa?¨ªa tambi¨¦n se ha retirado recientemente, por lo que los militares espa?oles, con el ¨²nico apoyo de la polic¨ªa iraqu¨ª, han tenido que asumir la funci¨®n de combatir a la resistencia. Precisamente el papel del comandante P¨¦rez Garc¨ªa en la operaci¨®n de ayer era servir de enlace entre los militares espa?oles y la polic¨ªa iraqu¨ª.
Desde el pasado 27 de diciembre, tras los atentados Kerbala que costaron la vida a tres soldados b¨²lgaros y uno tailand¨¦s (integrados en la divisi¨®n centro-sur como los espa?oles) la Brigada Plus Ultra se encuentra en m¨¢xima alerta. Ello significa que cualquier patrulla debe contar con un m¨ªnimo de dos veh¨ªculos y sus integrantes llevan siempre las armas montadas. El per¨ªmetro de Base Espa?a se ha reforzado con bloques de hormig¨®n para impedir el acceso de un coche bomba; y hay que llevar casco y chaleco antibalas para circular entre edificios en el interior del acuartelamiento de Nayaf.
Pero la mayor¨ªa de las v¨ªctimas espa?olas en Irak (salvo el sargento Luis Puga, que muri¨® el 26 de octubre en Diwaniya del disparo accidental de un compa?ero) ha ca¨ªdo lejos de la protecci¨®n que brinda el cuartel.
Al igual que los siete agentes del servicio secreto CNI que perdieron la vida en una emboscada al sur de Bagdad el 29 de noviembre, la misi¨®n del comandante P¨¦rez Garc¨ªa le obligaba a salir con frecuencia de la base. Lo que le hac¨ªa m¨¢s vulnerable. Tambi¨¦n al capit¨¢n de nav¨ªo Mart¨ªn-Oar, muerto en el atentado contra la sede de la ONU el 19 de agosto, o al agente secreto Jos¨¦ Antonio Bernal, asesinado en su domicilio de Bagdad el 9 de octubre. Porque en palabras de un diplom¨¢tico espa?ol, "la ¨²nica forma de estar seguro en Irak es no estar".
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