Oda a la correcci¨®n
Casi perfectos es la telecomedia familiar con la que Emilio Arag¨®n regresa a la ficci¨®n televisiva. El espectador tarda un poco en acostumbrarse, quiz¨¢ porque su presencia en Javier y El club de la comedia es demasiado reciente para percibirlo como un aut¨¦ntico regreso. Pasada esta primera fase, se confirma que Arag¨®n no cambia, lo cual no tiene porqu¨¦ ser un defecto. Pepe Isbert tampoco cambiaba y era una delicia. Da lo mismo que interprete a un desastrado y noct¨¢mbulo treinta?ero, a un m¨¦dico viudo e hiperactivo o, como en este caso, a un tramposo vendedor de coches, padre de familia e inquilino de uno de esos domicilios que, por lo concurrido, parecen el vest¨ªbulo de una estaci¨®n de tren.
?l nunca se aleja de una correcci¨®n a prueba de bombas. El modelo de relaciones que retrata Casi perfectos recuerda las del anuncio de Nescaf¨¦ (con ese hombre que despotrica de la suegra mientras ella lee el peri¨®dico en el comedor) o esa familia cuyos miembros, en la intimidad, se burlan de los dem¨¢s monologando sobre las ventajas de abonarse a Digital +. O sea: tribus contempor¨¢neas sometidas al estr¨¦s.
Como novedad, aparece un hermano que es la caricatura, no tan exagerada, de un xen¨®fobo que, si viviera en Francia, votar¨ªa a Le Pen. As¨ª como en otras ocasiones Arag¨®n representaba los valores m¨¢s s¨®lidos y cl¨¢sicos de la bondad, aqu¨ª explota su lado c¨®mico-tramposo que, a la larga, deber¨ªa atreverse a llevar un poco m¨¢s lejos. Si John Travolta acab¨® rodando Pulp fiction y traicionando sus anteriores reencarnaciones, ?por qu¨¦ no explotar el lado oculto de Arag¨®n con un personaje realmente depravado y psic¨®pata? Otro problema de la serie es que coincide en la parrilla con otras telecomedias espa?olas repletas de conflictos familiares. Eso rebaja, por acumulaci¨®n, su potencial, ya que los est¨ªmulos que propone son parecidos a los que ofrece, con m¨¢s matices y mayor intensidad, Los Serrano.
Los secundarios interpretados por Alexis Vald¨¦s y Anna Maria Barbany aportan su experto desenfado al t¨ªpico cruce de malentendidos y conflictos cotidianos. Los di¨¢logos no dudan en hurgar en la actualidad, recurriendo a gui?os populistas, como cuando, refiri¨¦ndose a la madre entrometida, un personaje dice: "Tu madre es como Bush, confunde ayudar con invadir". Flota, en general, ese humor adicto a la correcci¨®n pol¨ªtica, con valores aptos para todos los p¨²blicos y que retratan un tipo de familia cada vez m¨¢s habitual en la ficci¨®n televisiva, aunque no s¨¦ yo si tan com¨²n en la realidad.
Casi perfectos logr¨® la noche del estreno una media de 4.998.000 espectadores (27,6% de cuota de pantalla).
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