La vida en la 'estrella de la muerte'
Cuenta Steve Salbu, profesor de ¨¦tica en un MBA y autor del pr¨®logo de este libro, que Brian Cruver era uno de sus alumnos m¨¢s brillantes, pero tambi¨¦n el que m¨¢s se re¨ªa cuando hablaba de que las empresas deben incluir consideraciones ¨¦ticas en sus pr¨¢cticas de negocio. Cruver tuvo que dejar de re¨ªr, sin embargo, cuando el colapso de Enron le dej¨® en la calle, sin sueldo ni empleo, al d¨ªa siguiente de que el gigante tejano firmara la bancarrota.
Las m¨²ltiples virtudes de este libro se basan en el mismo hecho que determina su defecto principal: Brian Cruver es un antiguo empleado de Enron. Como tal, proporciona informaci¨®n muy interesante sobre su d¨ªa a d¨ªa, o los valores que en teor¨ªa deb¨ªan cumplirse -"respeto, integridad, comunicaci¨®n y excelencia"-. El problema es que Cruver escribe 300 p¨¢ginas sobre la compa?¨ªa cuando s¨®lo trabaj¨® un a?o en ella, y en un ¨¢rea muy concreta -los derivados financieros-.
Enron. Anatomy of greed
Brian Cruver
Arrow Books
ISBN 0-09-944682-0
El inter¨¦s de este libro es, en todo caso, indiscutible. En primer lugar, est¨¢ muy bien escrito. No es exagerado decir que Cruver podr¨ªa ganarse la vida f¨¢cilmente como escritor de novelas de intriga. Su narraci¨®n es fluida y divertida, aun cuando la mayor parte de su trabajo puede parecer aburrido a alguien que no sepa nada del negocio de los derivados.
Cruver tiene tambi¨¦n una habilidad especial para describir a sus compa?eros y su ambiente de trabajo. "Quiero que vean c¨®mo era la vida para nosotros, y c¨®mo no supimos ver lo que se aproximaba; quiero que vean Enron a trav¨¦s de los ojos de aquellos que la vivieron y la respiraron", dice en la introducci¨®n.
El lector camina con Cruver, as¨ª, por los pasillos de la sede de Enron en Houston (Tejas), que era conocida como la estrella de la muerte, en homenaje a la estaci¨®n espacial
con la que el lado oscuro pretende destruir la rebeli¨®n en La guerra de las galaxias. El Emperador era el presidente de la compa?¨ªa, Kenneth Lay, mientras que su lugarteniente Darth Vader era Jeff Skilling, el consejero delegado, aquel que llam¨® "gilipollas" a un analista en plena conferencia de resultados por preguntarle por el balance. Los motes los eligieron los competidores, pero formar parte del lado oscuro, dice Cruver, era motivo de orgullo para los enronianos. El lector siente el asombro del autor ante la costumbre de calificar con notas a los empleados cada seis meses y despedir al 15% que obtuvo peor puntuaci¨®n. Y vive con ¨¦l, finalmente, la angustia del declive de la compa?¨ªa hasta su colapso final.
De lo que sabemos poco es de lo que realmente ocurri¨® dentro de Enron, con sus 21.000 empleados y sus 100.000 millones de d¨®lares en ventas. El autor da la impresi¨®n de ser algo oportunista, y m¨¢s cuando reconoce que, antes de escribir el libro, intent¨® vender todos los papeles que conservaba de Enron en las subastas de Ebay. Es, por tanto, dif¨ªcil sacar conclusiones sobre qu¨¦ fue lo que caus¨® el fin de Enron y su auditor Andersen, y puso en duda todo el sistema estadounidense. Pero el libro s¨ª nos ofrece m¨²ltiples detalles que lo explican. El plan de opciones sobre acciones de los empleados, por ejemplo, estaba encabezado por una frase atribuida a George Bernard Shaw: "La falta de dinero es la ra¨ªz de toda maldad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.