Tambores de Burundi y Tartit acercan sones de ?frica y el S¨¢hara
Los ritmos africanos de Tambores de Burundi inundar¨¢n hoy (20.00; de 12 a 21 euros) el auditorio principal del Baluarte pamplon¨¦s, escala de una gira que ma?ana (20.00; 15 euros) recalar¨¢ en la Sala de C¨¢mara del Kursaal donostiarra y el s¨¢bado (20.00; 10 euros) en el Getxo Antzokia. Los tres recintos ceder¨¢n sus escenarios a la veintena de percusionistas que participan en un espect¨¢culo que llega a recordar a las danzas guerreras con su fusi¨®n de m¨²sica, saltos y gritos.
Su colorista vestimenta, complementada con diademas de cuentas de vidrio y collares de conchas del ?ndico, es otro elemento que confiere una nota de exotismo a unos recitales en los que los parches rodean a un tambor central llamado inkiranya. Por ¨¦l van turn¨¢ndose todos los int¨¦rpretes, mientras los tambores amashako subrayan el ritmo y los ibishikiso aportan variedad.
La formaci¨®n de Burundi comparte cartel con Tartit, una agrupaci¨®n de mujeres tuaregs cuya m¨²sica se anuncia como "el blues del desierto". El conjunto procede de Mal¨ª, lleva 12 a?os en activo y acompa?a baladas que sugieren al oyente estampas del S¨¢hara con el sonido de instrumentos como el tehardent y el imzad, predecesores de la guitarra y el viol¨ªn. Hasta ahora ha publicado dos compactos, Amazajah e Ichichila.
Mientras, el Palacio Euskalduna de Bilbao acoge hoy una nueva propuesta del programa Musiketan, centrado en conciertos de peque?o formato. El de esta noche lo protagonizar¨¢ Gary Lucas, guitarrista estadounidense, vinculado a la experimentaci¨®n desde los a?os sesenta, que ha tocado tanto rock con Captain Beefheart como piezas de Leonard Bernstein con la Orquesta Sinf¨®nica de Yale.
Entre sus entregas m¨¢s recientes figura Songs to no one. 1991-1992, un ¨¢lbum compartido con Jeff Buckley en el que aborda un repertorio ¨¢rido y trufado de ambientaciones inquietantes en que tambi¨¦n guarda un hueco para el blues. Su ¨²ltimo disco es Diplopia, un trabajo en el que el blues del Delta tambi¨¦n deja su huella en un repertorio de inspiraci¨®n renacentista.
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