"El gran Penti ha vuelto"
Jim¨¦nez, cuarto en los 3.000 metros, y Gallardo, quinto, alivian una triste tarde espa?ola
Cuando a las seis de la tarde, Antonio Jim¨¦nez, Penti, y Sergio Gallardo sal¨ªan a la calle para recorrer los 100 metros que separan su hotel del pabell¨®n fue a despedirles Luis Miguel Landa, el responsable federativo deL fondo. "Ya hab¨¦is visto qu¨¦ tarde llevamos, ?no?", les aleccion¨®; "yo no quiero deciros nada, pero..."
Y Penti, pese a proclamar que el cuarto puesto en los 3.000 metros le hab¨ªa dejado con la miel en los labios y que estaba enfadado por no haber pescado una medalla, termin¨® en su salsa, rodeado de entusiasmo, entusiasmado tambi¨¦n, y continu¨® cont¨¢ndole la historia a Sergio Gallardo, su compa?ero, quinto, que le escuchaba como un ni?o a su abuela ley¨¦ndole un cuento en la cama, s¨®lo que Penti, pura exhibici¨®n, y Gallardo estaban rodeados de micr¨®fonos.
"As¨ª que estoy muy contento dentro de lo que cabe y con la presi¨®n que nos ha puesto la federaci¨®n de que ten¨ªamos que arreglar los Mundiales nosotros. Pero t¨², tranquilo, Sergio", le dijo Penti. Ense?anza final sin moraleja: "Cuando est¨¦s fuerte, da ca?a. Porque, cuando est¨¦s flojo, te la van a dar a ti. Y espero que ya no me vuelvan a preguntar '?est¨¢s recuperado, Penti?', '?tienes se?ales de lo anterior?".
Fue Penti cuarto en un duro 3.000, ganado por el keniano Lagat, veterano milquinientista que recuperaba p¨²blicamente el cr¨¦dito da?ado por un falso positivo por EPO en v¨ªsperas de Par¨ªs 2003, por delante del portugu¨¦s Rui Silva, experto en la distancia y la pista cubierta, y el ¨²ltimo fen¨®meno et¨ªope, Markos Geneti.
El d¨ªa en que incluso el n¨²cleo duro del atletismo espa?ol se hab¨ªa reblandecido, arrastrado por la din¨¢mica de fracaso abierta el viernes por Yago Lamela; agrandada en efecto bola de nieve el d¨ªa en que Mayte Mart¨ªnez, gran competidora, hab¨ªa corrido fuera de cacho su semifinal de los 800 metros y se hab¨ªa quedado fuera -triste, incr¨¦dula y dolida- de una final en la que el a?o pasado fue bronce; el d¨ªa en que Antonio Reina, otro buen competidor, tambi¨¦n sali¨® de los 800 fracasado y dando patadas a los paneles; el d¨ªa en que Juan Carlos Higuero volvi¨® a morir de ansiedad en los 1.500 y se fue mudo y con las manos, pensativo, en la nuca; el d¨ªa en que Ruth Beitia, que llegaba con una marca de 2 metros y aspiraciones met¨¢licas, se quedaba cabizbaja; el d¨ªa en que David Canal, otro que tal, tampoco llegaba a la final de los 400, achacaba su fallo a un norteamericano que le hab¨ªa frenado al coger la calle libre y llegaba incluso a anunciar que no se hab¨ªa arriesgado m¨¢s porque el domingo ten¨ªa que correr el relevo...
Ese d¨ªa en el que el atletismo espa?ol parec¨ªa a punto de caer en una grave crisis de nihilismo lleg¨® un salvador en el cuerpo y la cabeza de un atleta que hace un a?o era una sombra de lo que hab¨ªa sido -el campe¨®n europeo de los 3.000 obst¨¢culos se hab¨ªa visto inmerso en una crisis de ansiedad, mala forma y malos resultados, tras una extra?a enfermedad en el invierno anterior- y que intentaba reencontrarse en la pista cubierta.
"Y no pill¨¦ el bronce por culpa de ese holand¨¦s que la v¨ªspera me sac¨® de la pista y me oblig¨® a un esfuerzo tremendo. Esas fuerzas que all¨ª gast¨¦ me han faltado hoy", segu¨ªa hablando, imparable, de nuevo, Penti, quien anunci¨®: "El gran Penti ha vuelto".
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