"Hoy no habr¨ªa crisis como la de Long Term Capital"
Los llamados hedge funds (fondos de cobertura) se hicieron c¨¦lebres en 1997, cuando uno de ellos, el Long Term Credit Management, hubo de ser rescatado por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para evitar un colapso que amenazaba al conjunto del sistema financiero internacional. George Soros, el financiero que logr¨® abatir a la libra esterlina en la crisis del SME, a principios de los noventa, ganando centenares de millones de d¨®lares, se vali¨® tambi¨¦n de los hedge funds para apostar contra la divisa brit¨¢nica. Seg¨²n algunos observadores, la depreciaci¨®n que registra el d¨®lar ofrece a estos fondos una de las mejores oportunidades de hacer ping¨¹es beneficios al apostar por una mayor ca¨ªda del billete verde.
Robert MacFall Lamm Jr, estratega jefe de Inversiones del Grupo Deutsche Bank, piensa que ¨¦stos son s¨®lo casos aislados de los que el mercado y los expertos como ¨¦l han sacado las correspondientes lecciones. En cualquier caso, dice, no eclipsan la demostrada rentabilidad hist¨®rica de estos instrumentos que en 2003 gestionaron 817.000 millones de d¨®lares en activos, ni su utilidad para cubrirse frente a determinadas posiciones financieras de riesgo.
Pregunta. ?Qu¨¦ se ha aprendido de la experiencia de la quiebra de Long Term Credit Management (LTCM)
Respuesta. Desde 1997, el patrimonio gestionado de los hedge funds se ha duplicado. En la actualidad, hay unos 6.000 conocidos, y algunos peque?os. Pues bien, quiz¨¢ cada a?o s¨®lo uno de ellos puede tener dificultades. El problema de Long Term Credit Management (LTCM) fue muy grave por su elevado apalancamiento, que lleg¨® a ser de hasta 20 o 25 veces. De esa experiencia aprendimos dos lecciones: evitar apalancamientos excesivos, que hoy llegan s¨®lo a dos o tres veces (el patrimonio), y reducir el tama?o. Por todo ello, algunos fondos est¨¢n limitando la entrada de m¨¢s inversores. LTCM lleg¨® a encontrarse en una situaci¨®n tal que no pod¨ªa deshacer sus posiciones sin crear graves perturbaciones por el alt¨ªsimo volumen de recursos que gestionaba en un momento determinado. Ahora, la situaci¨®n ha cambiado y si un gran fondo decide deshacer su exposici¨®n de riesgo no provocar¨ªa una alarma como la generada por el LTCM. Se puede decir que este mercado es m¨¢s maduro. Otro cambio que se ha introducido desde entonces es el papel de los bancos de inversi¨®n globales que act¨²an como intermediarios. A nosotros, antes de dar nuestro consejo a los clientes, nos gusta analizar y conocer toda la informaci¨®n sobre tal o cual fondo.
P. ?No resulta una inversi¨®n de alto riesgo entrar en uno de estos fondos?
R. Es arriesgado invertir s¨®lo en unos pocos fondos, como lo es tambi¨¦n hacerlo en unos pocos valores burs¨¢tiles. La recomendaci¨®n es invertir en carteras de fondos diversificados. Los estudios hist¨®ricos demuestran que en un horizonte de 12 a?os el riesgo en un hedge fund es similar al de un bono del tesoro estadounidense. En los noventa, los ¨²nicos que conoc¨ªan estos productos eran los grandes endowment fund (fondos ben¨¦ficos) de algunas universidades. En 2000, el de Yale ten¨ªa invertido el 20% de su patrimonio en ellos, una proporci¨®n que va aumentando cada a?o.
Las p¨¦rdidas causadas por el desplome de las bolsas han incrementado su demanda para garantizar el capital invertido por la estabilidad que han demostrado en los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, los gestores de hedge funds, casi siempre, tienen parte de su propio patrimonio colocado en esos fondos. Es una caracter¨ªstica t¨ªpica del sector.
P. ?La estabilidad de los rendimientos de los hedge funds durante la crisis burs¨¢til de 2000 no demostrar¨ªa que ¨¦stos apostaron por una ca¨ªda del mercado?
R. La mayor¨ªa estaba en una posici¨®n neta o larga (comprados), quiz¨¢ mayor de lo normal. Sus rentabilidades fueron pobres, con ca¨ªdas del 4% o 5%, frente a ca¨ªdas mucho m¨¢s cuantiosas de los fondos de inversi¨®n convencionales de renta variable.
P. Y en estos momentos, ?cu¨¢l es la posici¨®n de los hedge funds con respecto al d¨®lar? ?Est¨¢n largos (apuestan por una revalorizaci¨®n) o cortos (por que siga depreci¨¢ndose)?
R. Est¨¢n muy largos y muy cortos (risas).
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