Pinillos: "Un maestro ilustrado que ayud¨® a oxigenar el pa¨ªs"
El psic¨®logo Jos¨¦ Luis Pinillos, que firm¨® con Jos¨¦ Luis Sampedro y Emilio Lled¨® la candidatura de Castilla del Pino, fue el acad¨¦mico encargado de responder al discurso del psiquiatra y darle la benvenida a la Casa de las Palabras. Pinillos defini¨® a su amigo como un verdadero creador, un maestro en el juego de las palabras y un hombre que ha cumplido "con creces" el mandato de Horacio "que Kant hizo suyo para definir la Ilustraci¨®n: sapere aude, atr¨¦vete a saber".
Pinillos record¨® que Castilla fue un ni?o superdotado y, como tal, un lector precoz que a los once a?os hab¨ªa le¨ªdo ya casi enteras las memorias de Santiago Ram¨®n y Cajal. El futuro de aquel ni?o inquieto qued¨® marcado por esa figura legendaria tanto como por un acontecimiento "sombr¨ªo" inmediatamente posterior a su muerte en 1934, la Guerra Civil. "Fue un mundo bein conflictivo el que le toc¨® vivir a Castilla durante su formaci¨®n. No tiene nada de extra?o que se interesara por la psiquiatr¨ªa", dijo Pinillos.
Entre los atributos del nuevo acad¨¦mico, Pinillos cit¨® su "memoria envidiable", su entrega febril a la labor universitaria, la "finalidad moral" de sus conocimientos y su pr¨¢ctica psiqui¨¢trica para luchar contra "las guerras que se engendran en la mente de los hombres", su f¨¦rrea voluntad de cambiar el orden establecido, su atenci¨®n a las psicosis relacionadas con (o encubridoras de) lesiones org¨¢nicas, su permanente aplicaci¨®n a la investigaci¨®n neuropatol¨®gica para bucear en los fundamentos neurol¨®gicos de los des¨®rdenes mentales...
A?os cruciales
Pinillos consider¨® cruciales en su biograf¨ªa los a?os 1949, cuando el joven neuropsiquiatra gan¨® la oposici¨®n y fue nombrado jefe de Psiquiatr¨ªa e Higiene Mental de C¨®rdoba, y 1966, cuando public¨® Un estudio sobre la depresi¨®n, libro que agotar¨ªa nueve ediciones y que "abri¨® un nuevo frente social en la psiquiatr¨ªa y la conciencia p¨²blica espa?ola".
Treinta y tres obras m¨¢s seguir¨ªan a aqu¨¦lla, con t¨ªtulos como La incomunicaci¨®n (1970, trece ediciones), El delirio, un error necesario (Premio Jovellanos de Ensayo, 1997) o Teor¨ªa de los sentimientos (2000), pero Pinillos record¨® que el entusiasmo de sus seguidores no se limitaba, ni mucho menos, a sus teor¨ªas escritas; entonces narr¨® una conferencia a principios de los setenta en el aula magna de Filosof¨ªa en Madrid: lleno hasta los topes, griter¨ªo indescriptible, ovaciones, aplausos, gritos, y hasta una monja entusiasmada que se romp¨ªa las manos aplaudiendo. Eran los tiempos del furor por el psiquiatra rojo: "Sus obras y sus intervenciones p¨²blicas no eran simples ensayos escritos al hilo de la actualidad ni soflamas ideol¨®gicas", concluy¨® Pinillos. "Su incre¨ªble creatividad, sus conocimientos y su capacidad de llegar al p¨²blico en directo contribuyeron de un modo decisivo a oxigenar y poner al d¨ªa aspectos fundamentales de la vida del pa¨ªs. Cientos de miles de personas hallaron en sus libros la open university. El ¨¦xito le lleg¨® tarde, pero a raudales".
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