La sanidad madrile?a hace un esfuerzo sin precedentes para salvar a 1.400 heridos
Millares de personas presas de angustia se concentran en los hospitales en busca de sus familiares
En un esfuerzo sin precedentes, la sanidad madrile?a lanz¨® ayer todos sus medios humanos y t¨¦cnicos para hacer frente a la matanza terrorista. Tras poner en alerta a todo el personal disponible, los quir¨®fanos de los hospitales fueron habilitados para atender a los heridos m¨¢s graves y las operaciones no urgentes se aplazaron de inmediato. Miles de ciudadanos corrieron hacia los centros sanitarios a donar sangre, y centenares de m¨¦dicos y enfermeros jubilados, y estudiantes y profesionales fuera de su horario acudieron a ayudar a sus colegas. Todos persegu¨ªan un mismo fin: salvar vidas y apoyar a los miles de personas que, sacudidas por el horror y la angustia, iban a los hospitales en busca de sus familiares. Anoche, 44 heridos estaban en situaci¨®n cr¨ªtica.
A las 18.15 de ayer permanec¨ªan ingresadas 500 personas: 44 en estado cr¨ªtico, 27 muy graves, 153 graves, 157 con pron¨®stico reservado y el resto leves. El n¨²mero total de heridos era 1.430, de los que 957 hab¨ªan pasado por urgencias. Se hab¨ªan hecho 87 intervenciones quir¨²rgicas y se hab¨ªan dado 457 altas.
Los hospitales estuvieron a la altura y se portaron como maquinarias bien engrasadas para la emergencia. Ayer todo pareci¨® funcionar mejor que a diario. Las batas blancas formaban en la puerta de urgencias y se pon¨ªan en marcha en cuanto se acercaban las sirenas. A su lado hab¨ªa docenas de sillas de ruedas reci¨¦n desembaladas.
Dentro, las plantas estaban despejadas, los sistemas de goteo alineados, la sangre recogida y clasificada, y los quir¨®fanos listos. Toda esta vor¨¢gine s¨®lo tuvo un momento de relativa calma: la visita de los miembros de la familia real a cada centro. Tambi¨¦n visitaron los hospitales pol¨ªticos de Gobierno y oposici¨®n.
Tras las explosiones, los primeros en atender a los centenares de v¨ªctimas que yac¨ªan junto a las v¨ªas fueron pasajeros supervivientes y vecinos. Entre llantos de muerte y gestos de desbordante solidaridad, los ciudadanos se aplicaron a practicar los primeros auxilios. Instantes despu¨¦s lleg¨® la lluvia de ambulancias.
La Cruz Roja levant¨® dos hospitales de campa?a a pocos metros del lugar de las explosiones. Desde esa base, que cont¨® con 10 psic¨®logos de apoyo para tratar a familiares y v¨ªctimas, sal¨ªan las ambulancias hacia una decena de hospitales. Los quemados fueron trasladados a un centro especializado, el de Getafe, y casi todos los ni?os ingresaron en La Paz y el Ni?o Jes¨²s.
Quir¨®fanos liberados
Todos los centros pusieron en marcha servicios especiales y las intervenciones quir¨²rgicas programadas fueron suspendidas para dejar libres los quir¨®fanos ante la avalancha de pacientes.
La ministra de Sanidad, Ana Pastor, asegur¨® que el sistema sanitario respondi¨® "con inmediatez y de forma coordinada". El personal, que permaneci¨® en sus puestos pese al cambio de turno, "se ha volcado", a?adi¨® la ministra. Muchos profesionales se incorporaron a su trabajo voluntariamente.
La suspensi¨®n de las operaciones programadas y de los transportes no urgentes permiti¨® dedicar 269 ambulancias para el traslado de los heridos.
Centenares de voluntarios se desplazaron a seis unidades de urgencia habilitadas para donar sangre. Todas ellas se vieron desbordadas de donaciones, y a las once de la ma?ana tuvieron que pedir a los voluntarios que dejaran de acudir. La ministra elogi¨® la respuesta de los madrile?os ante la cat¨¢strofe.
El Ministerio y la Consejer¨ªa de Sanidad establecieron sistemas de atenci¨®n psicol¨®gica y psiqui¨¢trica, incluidas 20 camas. En el Hospital Cl¨ªnico, varios psic¨®logos que actualmente ejerc¨ªan en otras especialidades se pusieron de inmediato al servicio de los familiares, que llegaron durante toda la ma?ana buscando a sus heridos.
Al Hospital Cl¨ªnico, que hab¨ªa dado de alta o derivado a todos los pacientes posibles, llegaron a sobrarle camas. El despliegue no consigui¨® evitar el peregrinar de cientos de personas de un hospital a otro, en busca de sus familiares. Muchos acabaron busc¨¢ndolos en el tanatorio improvisado en el IFEMA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.