Mayor califica de "conmoci¨®n" el castigo electoral

"En pol¨ªtica hay que saber ganar y perder, y hoy hemos perdido", dijo el candidato por ?lava y l¨ªder de los populares vascos, Jaime Mayor Oreja, poco despu¨¦s de las 23 horas de ayer. Acompa?ado por Carlos Iturgaiz y Carmelo Barrio, Mayor asumi¨® la espectacular derrota, un verdadero vuelco en el Pa¨ªs Vasco al perder tres de los siete esca?os que ten¨ªa y, aunque no lo dijo de manera expl¨ªcita, reconoci¨® que la derrota se debe a un voto de castigo que s¨®lo en el Pa¨ªs Vasco hab¨ªa sido ya anunciado por las encuestas. "Los ¨ªndices de participaci¨®n reflejan conmoci¨®n", se limit¨® a decir.

La ca¨ªda del PP ha sido de cerca de 10 puntos y supone un aut¨¦ntico castigo del electorado vasco a la pol¨ªtica del Gobierno popular. El varapalo es especialmente fuerte en ?lava, donde apenas hace dos a?os gan¨® las elecciones municipales y forales. El voto al PP en el Pa¨ªs Vasco, un 18,7% supone un retroceso respecto a los registros ocho a?os atr¨¢s y se acerca al 16% que consigui¨® en 1996.

El aumento de la participaci¨®n ha sido, en opini¨®n de los populares, definitivo a la hora de explicar los malos resultados en Euskadi. Para los analistas del PP, se trata posiblemente de un voto que se ha ido amasando desde la cat¨¢strofe del Prestige, y que se ha confirmado casi a ¨²ltima hora, debido a la pol¨ªtica informativa del Gobierno sobre la autor¨ªa de los atentados de Madrid En cuatro a?os el PP ha pasado de ser "la alternativa al PNV" a convertirse en el tercer partido de Euskadi. La norma no escrita de que el partido nacional que gana en ?lava es el que se instala en La Moncloa volvi¨® a confirmarse.

Mayor Oreja no se apart¨® de su discurso y ofreci¨® los 148 esca?os que su grupo ha conseguido en el Congreso de los Diputados "para luchar junto al nuevo Gobierno de Espa?a contra los planes de ruptura" de los nacionalistas.

La cara de cansancio de Jaime Mayor Oreja y de sus acompa?antes era un reflejo de las del resto de las pocas personas que se acercaron a la sede electoral del PP. Para los conservadores fue una noche sin tregua ya que, si los sondeos apuntaban unos malos resultados, las primeras papeletas escrutadas empezaron a confirmar las p¨¦simas expectativas.

Contabilizado apenas el 25% de los votos en el Pa¨ªs Vasco, los populares experimentaban ya el espectacular hundimiento que se ir¨ªa confirmando cada minuto que pasaba. El descenso es equilibrado. Los populares vascos pierden un esca?o en cada provincia, una ca¨ªda mayor que en el resto de Espa?a.